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14 planes para el 14 de febrero

Mirar las estrellas desde las alturas del Teide, una velada íntima en una cabaña del bosque gallego de Outes y cena en un restaurante submarino. Planes tentadores para San Valentín

Observación de estrellas durante la excursión que organiza Volcano Teide por el parque nacional del Teide (Tenerife).
Observación de estrellas durante la excursión que organiza Volcano Teide por el parque nacional del Teide (Tenerife). Joaquín Ponce de León

El amor está en todas partes, si bien la necesidad de alicientes hace de la costa, con su efervescencia armónica, una escapada perfecta a cuenta del día de San Valentín, el próximo 14 de febrero. Nada explicita más esa afectividad que el aluvión de propuestas viajeras en escenarios de velas aromáticas y flores de color rojo. Otras bazas a favor: ni el horario del cre­púsculo se solapa aún con el de la cena ni estos planes dejan de ser extensibles hasta Semana Santa, con precios, además, de temporada baja. Aquí van 14 ideas que animan a organizar un viaje por el litoral español.

Ocaso cerca de las estrellas

Volcano Teide (La Orotava, Tenerife)

Se trata de alejarse del mundo, de fundirse con el cielo canario, paraíso de astroturistas, en una excursión romántica en la cual el apartado logístico cobra un papel fundamental. A los visitantes se los recoge en varios puntos de Tenerife, para después subir al teleférico del Teide y caminar unos 20 minutos (es necesario un buen calzado) hasta el mirador del volcán Pico Viejo. A 3.135 metros de altura salta a la vista cómo el rojo crepuscular avanza hacia las islas de La Gomera, La Palma y El Hierro, justo antes de disfrutar de la cena de raigambre canaria en el restaurante del teleférico. Después, en plena noche, llega el momento de la observación de estrellas, vistas como por primera vez, ampliadas, con telescopios y guías acreditados starlight. La excursión cuesta 130 euros por persona (con opción de no incluir cena y/o transporte) y pueden suspenderse por efecto del viento o la nieve.

Restaurante Submarino del Oceanogràfic de Valencia.
Restaurante Submarino del Oceanogràfic de Valencia.

Cena entre miles de peces

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Restaurante Submarino (Oceanogràfic, Valencia)

Todo manual de cortejo hace hincapié en la importancia del escenario, y una buena opción es el comedor adosado al tanque circular del Oceanogràfic —que presume de ser el acuario más grande de Europa—, cuya espectacular cubierta vanguardista fue el canto del cisne del arquitecto Félix Candela. Tras la sorpresa inicial, entre luces tenues y acordes de piano, las parejas observan el paso de 3.000 peces (incluidos rayas y tiburones, cada uno con su jerarquía), sin descartar buceadores sosteniendo el cartel: “¿Te quieres casar conmigo?”. Merece la pena reservar cerca del acuario o quizá en alguna de las tres mesas del reservado decorado con paredes de cristal burbujeante. Respecto a los menús del chef David Carrión (no se incluyen las bebidas), se sirven tres opciones al mediodía (35,90, 39 y 45 euros) y un menú degustación por la noche (50 euros), al mismo precio que el menú San Valentín.

La escalinata de Epicuro desemboca en el templete del jardín-botánico Marimurtra, en Blanes (Girona).
La escalinata de Epicuro desemboca en el templete del jardín-botánico Marimurtra, en Blanes (Girona).getty images

El templo del amor

Jardín botánico Marimurtra (Blanes, Girona)

Si algo tiene el templete-mirador del jardín botánico Marimurtra es su singularidad romántica en la Costa Brava sur. Se erigió en 1940, sobre planos del arquitecto novecentista Josep Goday, colgado del acantilado que abraza la cala-fondeadero de Sa Forcanera, un primor de escolleras y vegetación diversa. En muchos álbumes de boda veremos a las novias bajando hacia las columnas historicistas por la escalinata de Epicuro, que las plantas y cipreses convierten en solemne. En febrero es aconsejable echar un ojo a las plantas acuáticas. Durante el verano, tras el cierre al público, se sirven dentro del templete cenas íntimas realmente cautivadoras, aunque asequibles para pocos (1.900 euros).

Decoración con guirnaldas de velas en las Cabañitas del Bosque, en Outes (A Coruña).
Decoración con guirnaldas de velas en las Cabañitas del Bosque, en Outes (A Coruña).nacho santás

Intimidad en el bosque

Cabañitas del Bosque (Outes, A Coruña)

Dar rienda suelta al romanticismo tiene carta de naturaleza en estas 30 cabañas de madera erigidas sobre pilotes hasta alcanzar el ramaje de los árboles que tachonan la ría de Muros y Noia. Aquí la intimidad se cuida con esmero, al hacerse invisibles las terrazas unas de otras. Al alquiler de la cabaña, con jacuzzi y desayuno en cesta de mimbre (169 euros la noche), se puede añadir por 40 euros el suplemento Cabañita Romántica (lecho de rosas, cava, bombones y aceite para masajes). Hay más: champán Moët & Chandon con ostras, ramo de rosas, leña para chimenea y nevera llena para una luna de miel autosuficiente. Entre la decoración para guardar en la memoria destaca la que inunda la cabaña de velas.

Fundación NMAC, en Vejer de la Frontera (Cádiz). 
Fundación NMAC, en Vejer de la Frontera (Cádiz). Gonzalo Azumendi

El Rincón del Beso de Vejer

Vejer de la Frontera (Cádiz)

Será por el embrujo de su blanco caserío, sus cuestas, su castillo o sus miradores, tan reproducidos en autorretratos a dúo. El caso es que existen pocos conjuntos monumentales para un idilio como este situado en Cádiz. En el novedoso programa Vejer Enamora, todo el pueblo será tendencia este Día de los Enamorados, parejo a la inauguración del Paseo del Amor, que incluye el Rincón del Beso y los Callejones Oscuros, pasando por el Menú Romántico en restaurantes (por ejemplo, en Las Delicias), detalles para parejas en los alojamientos (como en el Hotel V…) y atención a las orientaciones sexuales LGTBI. Entre las tiendas sugerentes que se pueden encontrar en este lugar que forma parte de los pueblos más bonitos de España está De Luz (ldeluz.es), en la que artistas olfativos elaboran velas de soja que huelen a calle vejeriega o a la cercana playa del Palmar. También maridan olores y sabores.

Un cóctel para lamer

Trocadero (Benalmádena, Málaga)

Este emblemático beach club del grupo Trocadero no fue inaugurado en Marbella, sino en el promontorio que delimita la playa de la Viborilla, en Benalmádena, extendiendo el abanico chic a otros puntos de la Costa del Sol. Asombra pasear por los 1.000 metros cuadrados de esta especie de galeón de madera con tres cubiertas, llenas de recovecos, diseñado por el estudio Lucas y Hernández-Gil. Su cocina es de producto y tiene dos barras consagradas a la coctelería. El bartender Roby Pasqua ha diseñado el Velvet Kiss con ginebra, albahaca, sirope de lima y, desafiando las convenciones, chocolate pegado a la copa para lamerlo lúdicamente en pareja. En la cena especial de San Valentín habrá cóctel de bienvenida y música en vivo.

Asia Gardens Hotel & Thai Spa, en Finestrat (Alicante).
Asia Gardens Hotel & Thai Spa, en Finestrat (Alicante).

En buenas manos

Asia Gardens Hotel & Thai Spa (Finestrat, Alicante)

El masaje tailandés, recibido a dúo y en cabina doble, es un placer milenario basado en la digitopresión, muy indicado para dolores musculares en general y lumbares en par­ticu­lar. Imbuido de la vegetación tropical de este hotel de cinco estrellas, a unos cuatro kilómetros de la playa La Cala, uno puede fantasear con que está en el sureste asiático, más aún con su carta de masajes Nuad Thai, que sigue la escuela tradicional del templo Wat Pho (Bangkok). Otra opción es el masaje Nuad Balinés, más suave y en el que se usan aceites. Luego hay que sumergirse en la piscina de agua caliente, a la espera de la taza de té oriental. A lo apuntado se puede sumar al programa Romance Oriental, de dos noches en habitación doble (740 euros) o suite (1.500 euros), que incluye desayuno y cena de San Valentín con actuación musical en directo. Para el resto de febrero, “el mes del amor”, hay una oferta de domingo a jueves que combina alojamiento, cena y desayuno para dos por 370 euros la noche.

A bordo de un laúd

Charterinad (Barcelona)

Es difícil sorprender en la Ciudad Condal pero no imposible. Por ejemplo, con la posibilidad de comer en la bañera de popa de un laúd menorquín de 15 metros de largo mientras se navega sintiendo el chu-chu característico de los pesqueros clásicos. Para tal experiencia se embarca en el Port Fòrum para descubrir el skyline de Barcelona escuchando música conectando el móvil a la megafonía del barco. Una vez dentro del Port Vell llega la comida, con cinco entrantes, que prepara Anna Bozzaniano: guía y cocinera experta en consumo responsable de pescado (elpeixalplat.com). Después se puede regresar al Fòrum o desembarcar aquí y celebrar la travesía en una de las terrazas portuarias. Eso sí, para cenas románticas lo suyo es esperar a junio, cuando las noches se caldean. Precio: 677 euros, unas tres horas.

Terraza del hotel Gametxo, en la costa de Bizkaia.
Terraza del hotel Gametxo, en la costa de Bizkaia.IñIGO AZKONA

Playa con sabor a chocolate

Restaurante Toki Alai (Ibarrangelu, Bizkaia)

Vaya de entrada lo tonificante de la caminata por Laga, la playa más icónica entre las menos construidas del País Vasco, en buena medida por la mole del monte Ogoño. La mirada se pierde por encima del complejo de dunas, entre los pinos, casi sin encontrar elementos disonantes, apoyándonos en la magmática Peña del Amor —que está en medio del arenal—. Mañana, sábado 1 de febrero, inaugura temporada el remodelado restaurante Toki Alai (946 27 62 35), que ha hecho un must del chocolate, conocido afrodisiaco que estimula los centros transmisores y receptores del placer. Lo sirven acompañado de pan tostado, mantequilla y mermelada. Cuanto más castigan las galernas, más atractivas resultan las estampas playeras desde la cristalera del comedor. Para que la seducción sea completa, tras el paseo playero podemos apuntarnos a la Experiencia Romántica del cercano hotel Gametxo, que incluye spa privado y regalo erótico.

Arenal para dos

Cala del Marrajo (La Oliva, Fuerteventura)

La ventosa costa oriental de Fuerteventura, castigada por el mar del Norte, encuentra en la zona de El Cotillo la excepción a la norma (surfista) en un entorno de aguas calmas por efecto de las escolleras. Poco antes de llegar al faro del Tostón se puede ver a la derecha una sucesión de caletas íntimas, la del Marrajo, entre ellas, con aguas limpias, arena fina y un silencio solo roto por los alisios. El cromatismo al norte del norte de la isla majorera es excepcional; esos verdes, los azules improbables. Mientras nos distraemos con los kitesurfistas de la playa de Los Charcos, hay que reservar tiempo para admirar el ocaso desde el faro, sin necesidad de abandonar el coche.

Partido de dobles

La Manga Club (Cartagena, Murcia)

La multiactividad es también una buena idea para celebrar el Día de los Enamorados. En este sentido, un plan es apuntarse a unas clases particulares para mejorar el swing en los tres recorridos de 18 hoyos de los que dispone el lujoso resort La Manga Club, escondido junto a las playas vírgenes de Calblanque. También imparten clases de tenis en alguna de sus 28 canchas. La oferta Especial San Valentín en el hotel La Manga Club Príncipe Felipe, de cinco estrellas, cuesta 239 euros e incluye el acceso a las saunas, salas de vapor, gimnasio del Wellnes Centre y cena romántica con actuación. Existe la opción de subir de categoría de habitación e incluso reservar una suite de 60 metros cuadrados.

Atardecer en el faro de Punta Nati (Menorca).
Atardecer en el faro de Punta Nati (Menorca).gonzalo azumendi

Atardecer menorquín

Faro de Punta Nati (Ciudadela, Menorca)

Los mejores atardeceres menorquines se disfrutan junto a un faro en el que el entorno mediterráneo deviene súbitamente en una meseta escabrosa y unos acantilados fragorosos. Puro norte. En el faro de Punta Nati, las dos antiguas baterías de costa se camuflan de la aviación enemiga bajo la apariencia de barraques —construcciones circulares para guardar vacas—, que el visitante puede ver mientras camina en dirección a la torre troncopiramidal. De hecho, este paisaje de barraques y ponts (para guardar ovejas), así como los omnipresentes muros sin argamasa, son todo un homenaje a la labor de mampostería. Aquí menudean las parejas al atardecer, y aún queda el momento del encendido de la linterna.

Retiro en pareja

La Calma (Ribadesella, Asturias)

La anglovenezolana Morelia Bueno,“coach de vida y meditación”, según se define, invita en su casa de aldea tipo boutique a una puesta a punto en la relación de pareja, aprendiendo también a reencontrarse con uno mismo. La Calma no es sino un “espacio de serenidad” rodeado de un verdor de prau asturiano, situado a solo tres kilómetros del Cantábrico. El paquete San Valentín Relax & Welness (dos personas, 295 euros) consta de dos noches, con desayunos, chimenea de bioetanol, masajes, botella de cava y chocolates.

El banco sobre la ría

Redondela (Pontevedra)

Siguiendo la estela mediática del banco de Loiba, en Ortigueira (A Coruña), otros municipios rivalizan por tener el banco más bonito del mundo. El de Redondela, biplaza, fue anclado en la cumbre pedregosa del monte Penide y, en especial al atardecer, recrea una bonita panorámica de la ría de Vigo, desde la desembocadura del río Verdugo hasta las islas Cíes, señoreando el puente de Rande, recientemente ensanchado. En el Campo de la Rata comienza el ascenso de 15 minutos por una pendiente no apta para personas con movilidad reducida.

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