Dehesa de los Canónigos Albillo 2015, un desafío bien resuelto

Dehesa de los Canónigos es un buen exponente de los actuales vinos de Ribera de Duero: buenas uvas de viñedos propios; elaboraciones tradicionales, pero con técnicas enológicas modernas; evolución hacia una renovación enraizada en su historia. Y el principio ‘antes uvas que cubas’ como fuente de inspiración.

La bodega, situada en Pesquera, corazón de la DO Ribera de Duero, cuenta con un excelente parque de barricas, básicamente de roble americano. Su prestigio se apoya en sus clásicos reservas, ahora repensados por la inquieta enóloga Belén Sanz, a la que se debe esta propuesta de Albillo, el primer blanco de la bodega. La elección de este varietal es una idea atractiva y un desafío. La Albillo no es uva de trato fácil por su baja acidez y poca expresividad, pero Sanz lo resuelve mediante la adecuada combinación de fermentación en barrica francesa y depósito de acero inoxidable.

Con una crianza sobre lías de cuatro meses y ocho de reposo en botella, el vino ofrece un atractivo aroma a fruta exótica, flor blanca, notas amieladas, tostados y especias. Sabroso, estructurado, destaca su agradable untuosidad y elegante amargor final.