El paseo por la Gran Muralla de Paloma del Río
La periodista deportiva nos cuenta su primera visita a China en 1999
Paloma del Río es periodista deportiva en Televisión Española y por su larga trayectoria retransmitiendo campeonatos es conocida como “la voz de la gimnasia”. Como comentarista ha viajado a Tokio, Río de Janeiro y otras ciudades olímpicas. En esta ocasión nos cuenta su primera visita a China en 1999, donde, además de asistir a una competición de gimnasia artística, visitó la Gran Muralla.
¿Hace falta mucha energía para recorrer la muralla?
Hay que estar en forma, sin duda. Fueron tres horas de caminata, que incluyeron desandar lo andado durante la primera hora y media. La muralla tiene muchos escalones altísimos e irregulares. Allí aprendí que comenzó a construirse en el siglo V a. C. para defender China de ataques de los nómadas de Mongolia y Manchuria, pero la dinastía Ming la reconstruyó en el siglo XVI. Cada 100 metros, más o menos, hay una puerta que da a una torre de vigilancia.
¿Hay buenas vistas desde allí?
En algunas zonas te puedes asomar, sentarte en la piedra y ver el paisaje, que en nuestro caso era montañoso, pues nos tocó la parte del circuito cercana a Pekín. En otras partes no hay panorámica porque el pasillo que recorres tiene unos seis metros de alto.
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¿Se cruzaron con otros visitantes?
Era septiembre, así que no había grandes aglomeraciones, pero sí nos topamos con turistas chinos.
¿Vivió cierto choque cultural?
Recuerdo el baño de un mercadillo que visité. Al principio pensé: “Aquí no me meto”, porque las puertas solo cubrían hasta la cadera, pero vi que no me quedaba más remedio que adaptarme. También recuerdo lo inverso: comprobar que ciertas estampas y paisajes se correspondían con las imágenes sobre el país que yo tenía en la cabeza. Fue al llegar a la zona rural: allí vi a los agricultores con esas dos cestas que sujetan con un palo sobre los hombros y el sombrero cónico de paja que hemos visto en tantas fotos. Y en la ciudad de Tianjin, donde se celebraban los campeonatos, vi a muchos ancianos practicando taichí en los parques, otra imagen muy típica.
