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155 artistas toman Glasgow

Glasgow International, un festival de arte visual que ocupa museos y espacios como unos antiguos baños públicos o los hangares del tranvía. Hasta el 21 de abril

'The starry messanger', de Bedwyr Williams, imagen del festival.
'The starry messanger', de Bedwyr Williams, imagen del festival.

La contribución de Glasgow al mundo del arte es incuestionable. Desde 2005, una sola de sus instituciones, la famosa School of Art, ha producido tres Premios Turner, mientras que un tercio de todos los artistas nominados han pasado por esta institución. No es pues de extrañar que el Glasgow International, el Festival de Arte Visual de la ciudad, esté considerado ya como el más puntero de la escena artística británica y uno de los más importantes del mundo.

El espacio Tramway.
El espacio Tramway.

Pese a su modesto presupuesto, la edición de 2014, que se desarrollará entre el 4 y el 21 de abril, cuenta con una variada oferta de coloquios, películas, documentales, performances y exposiciones de pintura y escultura. El programa se organiza en cuatro franjas paralelas que darán la oportunidad a 155 artistas (nacionales e internacionales, noveles o bien establecidos) de mostrar sus obras por toda la ciudad. Entre ellos está el palestino Khaled Hourani, famoso por haber logrado llevar el Busto de Mujer de Picasso a Ramallah, que expone en Centre for Contemporary Arts. En la Gallery of Modern Art, Aleksandra Domanovic investiga la posición marginal de la mujer en el género de la ciencia ficción. A orillas del río Clyde, en el patio del Briggait, el antiguo mercado victoriano del pescado, la exposición colectiva Reclaimed - The Second Life of Sculpture saca a la luz una selección de esculturas ocultas al público durante décadas. Y en el sur de la ciudad, en Tramway (los antiguos hangares del tranvía) Bedwyr Williams ofrece una instalación que incluye una visión distópica de un futuro obsesionado por el consumismo.

'Love', de Anthea Hamilton & Nicholas Byrne
'Love', de Anthea Hamilton & Nicholas Byrne

Más allá de estos locales tradicionales de exposición, los organizadores han peinado cada rincón de Glasgow en busca de espacios de especial fuerza artística. Un ejemplo de ello son las malaventuradas McLellan Galleries, que fueron erigidas en 1856, arrasadas por un incendio en los años ochenta del siglo XX, reabiertas en los noventa y prácticamente abandonadas en tiempos más recientes. Este edificio, que pasa desapercibido como un fantasma entre el bullicio diario, recuperará de nuevo su aliento artístico al albergar tres exhibiciones individuales de video-escultura, pintura y escultura y una retrospectiva póstuma del artista brasileño Hudinilson Jr.

Asimismo, abrirán sus puertas al festival las Govanhill Baths, unas piscinas municipales inauguradas en 1914, cerradas en 2001 por falta de apoyo político, y dirigidas ahora por una esforzada comunidad de voluntarios cuyo objetivo último es devolverles su antiguo uso y reabrirlas para el bien común. Durante todo el festival se podrá admirar este ejemplo de arquitectura civil eduardiana a la vez que contemplar la exposición Love, una serie de vistosas esculturas inflables con referencias a la mercadotecnia, la cultura popular, la psicodelia y el sexo.

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Inspirados por la ciudad misma y movidos por un espíritu casi espeleológico, los organizadores de la presente edición del festival han rastreado y explorado cada resquicio de Glasgow para poder llevar luz a los espacios e historias del presente y el pasado de esta urbe de increíble vigor artístico.

Par ver más pistas de Glasgow, pincha aquí.

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