Chacolís hechos de luz
Ocho vinos blancos de paladar equilibrado, aromas limpios, muy expresivos, y con sabor afrutado. Los nuevos chacolís
Convertir el popular chacolí de trago tabernario en un blanco moderno capaz de conquistar las mesas más exigentes es una hazaña enológica. Todo empezó con los hermanos Chueca y su Txomin Etxaniz. Estructuraron el viñedo para conseguir el mayor número posible de horas solares; tecnificaron la bodega e incorporaron modernas técnicas de elaboración de blancos. Y otros enólogos y bodegueros aportaron nuevas ideas. Pepe Hidalgo, Ana Martín, Bixente Eizaguirre y Lauren Rosillo introdujeron la crianza sobre lías finas y la fermentación en roble, y el añadido en pequeñas cantidades de varietales como riesling o chardonnay para ganar estructura y complejidad. Así, de aquellos blancos acerbos se ha pasado a los actuales chacolís de paladar equilibrado, aromas limpios, muy expresivos, y sabor afrutado. Estos son un buen ejemplo de los nuevos chacolís hechos de luz, brisa marina y uvas autóctonas.