Desfile de burbujas
Cuatro sidras de alta calidad y cuatro cavas. Ya no es tan fácil elegir bebida estas fiestas navideñas
Durante los años cincuenta y sesenta, la sidra espumosa El Gaitero, con su gas carbónico agregado, presidió las mesas navideñas de muchos hogares españoles. Era el champán de los pobres; es decir, de casi todos. Con el crecimiento económico, su reinado fue siendo sustituido por el cava. Pero era cuestión de tiempo que en Asturias, patria de la sidra, reaccionaran.
Aunque todavía de una manera limitada, ya pueden encontrarse sidras espumosas naturales de suficiente calidad como para intentar la recuperación de los hogares en estas fiestas de brindis y burbujas. Son sidras elaboradas por el sistema tradicional, con el anhídrido carbónico endógeno.
Los argumentos en pro de una u otra bebida están más equilibrados. Los cavas tienen a su favor el ser un vino con una potencia y complejidad organoléptica mucho mayor. Las actuales sidras espumosas naturales, de elaboración rigurosa y elevada calidad, fijan su atractivo en la baja graduación alcohólica y un precio algo más bajo.
Unos y otras pueden esgrimir buenas razones para festejar estas fiestas con sidra o con cava. La elección ya no es tan sencilla.
CUATRO SIDRAS
CUATRO CAVAS