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Talleres de joyas en Bremen

Las calles adoquinadas del barrio de Viertel concentran múltiples estudios de orfebres

En el taller de Christina Mihalic los novios diseñan y tallan sus propias alianzas.
En el taller de Christina Mihalic los novios diseñan y tallan sus propias alianzas.

Bremen es una ciudad llena de joyas. En los últimos años han surgido numerosos talleres y estudios dedicados a la talla de metales preciosos y a la orfebrería. Entre los distintos espacios dedicados a esta nueva artesanía destacan los que se concentran en Viertel, el barrio. Esta zona es un auténtico hervidero de creatividad y sus calles adoquinadas se han convertido en el hogar de multitud de artistas.

Desde hace 5 años, Karl Oswald Mayer  posee un pequeño taller en el corazón del barrio (Beim Steinernen Kreuz, 12-14). Una callejuela silenciosa y prácticamente escondida acoge su estudio. En el escaparate nos muestra varias de sus últimas creaciones: potentes, casi masculinas, frías y con predominio del color blanco. Esta fuerte imagen contrasta con el espacio tan acogedor en el que trabaja, donde el azul petróleo de las paredes enmarca perfectamente sus joyas, expuestas en vitrinas estratégicamente iluminadas. Sentado en unas antiguas butacas de teatro, el cliente puede probarse los diseños de Karl que, ajeno a modas, sigue su instinto e intuición a la hora de crear, partiendo siempre de las características y particularidades de los materiales con los que trabaja.

Sonnenschein/Krützkamp (Auf den Häfen, 90) es otro tipo de taller totalmente distinto, mezcla de cajas fuertes, joyas expuestas a modo de galería de arte y herramientas propias de un herrero medieval. Tres artesanos crean aquí piezas exclusivas bajo petición del cliente. Ofrecen también una pequeña colección en su escaparate pero su principal mercado son personas que buscan una joya única y a medida. Con excelentes materias primas consiguen infundir un estilo individual a cada pieza y asesoran a sus clientes durante todo el proceso creativo. Los precios de estas singulares joyas dependen de los materiales, pudiendo oscilar entre los 60 y los 6.000 euros. En este estudio el diseño y la funcionalidad adquieren la misma importancia. El tiempo es lo de menos, se trabaja sin prisas.

El taller de Christina Mihalic (Weberstrasse, 37) es simplemente precioso. Un fabuloso sofá de terciopelo rojo da la bienvenida al cliente, el dorado de los espejos y las lámparas ilumina las paredes rústicas y el conjunto de contrastes crea un ambiente casi teatral. Al fondo, puede verse su mesa de trabajo. Suele diseñar piezas individuales a las que otorga de gran personalidad mezclando oro y plata en formas geométricas. Su inspiración surge siempre de las gemas con las que trabaja. En su estudio no solo se venden joyas, hay mucha más actividad: Christina ofrece clases de orfebrería cada semana, una suerte de cursos exclusivos en los que enseña a trabajar metales y piedras preciosas. También tiene un servicio de reciclaje de joyas antiguas. Aprovecha piezas ya estropeadas para crear otras nuevas, sin que éstas pierdan ningún valor, incluido el sentimental. El taller más solicitado tiene lugar los sábados por la mañana: matrimonios que diseñan, tallan y gravan sus propias alianzas. Además, la orfebre fotografía el proceso para que los novios puedan tener un recuerdo especial. Bonito, ¿no?

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