Ofertas para un septiembre exótico
El triángulo de oro de India, cabañas con sauna privada en Finlandia o buceo para todos en Cabo Verde. Ocho propuestas para exprimir el final del verano lejos de casa sin desintegrar la tarjeta de crédito
El buen tiempo se mantiene, desaparecen las aglomeraciones de turistas, no hay (tanta) cola para facturar en el aeropuerto y conseguir mesa en la terraza de moda deja de ser imposible. Además, se suma la satisfacción de decir adiós cuando el resto de la oficina se sume en el síndrome postvacacional. Sobredosis de sensaciones en la India, cabañas con sauna privada en Finlandia, un safari africano de 22 días con playas solitarias al final del trayecto y hasta un bautismo de buceo en Cabo Verde. Las ventajas de viajar en septiembre se pueden disfrutar sin quebrar la economía familiar gracias a excelentes (y tentadoras) ofertas en destinos peregrinos.
01 'Paninis' en cubierta
Difícil resistirse a un plato de auténtica pasta en Sicilia, llena de restaurantes y pequeños lugares donde hacerse con un panini, una porción de pizza o una arancine (croquetas de arroz con carne o queso). El menú se complementa con un baño en playas apetecibles sin el gentío veraniego, como Siculiana Marina, para después continuar la ruta en un crucero por más islas igualmente seductoras. Comprobar la calidez de las aguas del Mediterráneo en la ciudad de Ajaccio, en Córcega, o ver las estructuras megalíticas dispersas en gran medida por toda Cerdeña. Siguiente parada, el país insular de Malta para regresar a España sin dejar de pasar por los arenales de Valencia. Un crucero de ocho días, con salidas desde Barcelona a lo largo del otoño, desde 304 euros por persona.
02 El triángulo del oro hindú
Boletín
Historia palpable de civilizaciones que florecieron durante más de tres mil años en Delhi. Visita al Fuerte Rojo, frente al conocido mercado de Chandi Chowk y la impresionante mezquita Jama. Acceder a lomos de un elefante a la fortaleza de Amber, a once kilómetros de Jaipur o la experiencia indispensable que atrae a la mayoría de los novatos del territorio hindú, el monumental Taj Mahal que espera en Agra. Un circuito organizado permite no perder ni un solo detalle de la zona norte de la India en un primer contacto con el país. Sobredosis de experiencias y actividad maratoniana de la que recuperase en un hotel de cuatro estrellas, sin necesidad de dejar la cuenta corriente en números rojos: ocho días desde 1.099 euros.
03 Cura de estrés en Finlandia
Esconderse a una cabaña rural es una terapia habitual en Finlandia para recuperar energías. Por ello hay medio millón de este tipo de alojamientos repartidos por todo el país, escondidos entre bosques, en la ribera de un lago o en algún punto de la costa. Alejados de las rutas más turísticas, se puede elegir entre casetas íntimas (sauna privada incluida) o para grupos de hasta 20 personas. Las tarifas semanales oscilan entre los 500 y los 2000 euros por casa.
04 De compras a Turquía
Transparente y arquetípica, la bahía de Bodrum, en Turquía, vio cómo un pueblo marinero se transformaba en un lugar de tránsito turístico donde ricos y famosos hacen escala. Yates de lujo, restaurantes sofisticados y compras en un zoco rebosante de grandes marcas. Hoteles de cinco estrellas, como el Azca, un capricho turco transformado en ganga desde 51 euros la noche. Sin salir del país, en Armutalán, un complejo hotelero más modesto (tres estrellas) pero también cerca de la playa, ofrece un precio que parece el resultado de un regateo propio de un mercado. Habitaciones grandes en el Mutis Royal Plaza para alojarse con amigos desde 14 euros la noche.
05 Safari africano con playa
Septiembre y octubre son los meses de la estación seca en Zimbabue y Mozambique, aunque la temperatura es templada y primaveral. Los animales se agrupan allí donde pueden encontrar agua, así que están más concentrados y son más fáciles de ver. Época en la que realizar un safari (22 días desde 2.595 euros) se convierte en una aventura con premio seguro en forma de animales exóticos y variados. La ruta, además de fauna, permite admirar de cerca las famosas cataratas Victoria, en la frontera deZambia y Zimbabue. La excursión a pie y en canoa (sesión de pesca incluida) en el Parque Nacional Mana Pools, declarado Patrimonio de la Humanidad, se complementa con la visita al de Hwange, el más rico en fauna de todo el país. Para rematar, playas paradisiacas de arena blanca, mar azul turquesa y lujuriosas palmeras en Vilanculos, ya en Mozambique, donde se puede incluso salir de safari submarino entre mantas, rayas, tortugas y el tiburón ballena.
06 Bucear en la isla de Sal
Una escapada que mezcla playas de arena blanca con hermosos acantilados o llanuras interrumpidas por los volcanes que dieron origen a estas islas del Atlántico. Seis días en la isla de Sal de Cabo Verde, sin tropezar con otros bañistas en playas de aguas transparentes; su núcleo de población, hasta no hace demasiado tiempo, vivía de la industria salinera. Muy mala suerte hay que tener para que el viaje no esté acompañado de un relajante baño, pues el promedio anual de días de lluvia se cuentan con los dedos de las manos. La oferta incluye avión y alojamiento desde 399 euros por persona, presupuesto al que se suman actividades como un paseo en catamarán o un bautismo de buceo.
07 De Barcelona a 'Bollywood'
Bombay (o Mumbay), antesala del profundo sur de India, se puso de moda con las películas made in Bollywood, como La boda del monzón. La industria cinematográfica florece en esta ciudad donde se pueden recrear famosas escenas musicales y apreciar sus ricas costumbres. Vieja arquitectura victoriana inglesa y visitas al Gateway of India y el Prince of Wales Museum, principales puntos culturales. Y para huir de la locura urbana, una escapada a la isla de Elephanta, uno de los lugares más atractivos de la región. Sus grutas, declaradas Patrimonio de la Humanidad, muestran relieves, esculturas y un templo en honor a Shiva. Con salidas desde Barcelona, Bombay parece menos lejano desde 248 euros.
08 Vinos y disfraces en la República Checa
Septiembre es el mes de la vendimia en las regiones de Bohemia y Moravia. Sus fiestas tradicionales son una excusa para degustar caldos de calidad reconocida y nuevas variedades de vino tinto como Cabernet Moravia o André. De fiesta en fiesta del vino, es posible recorrer las 19.000 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid en la República Checa. En coche, desde Brno, pasando por Parava, la ciudad de Uherske Hradiste o Znojmo, donde se da la bienvenida a la nueva cosecha con disfraces y danzas típicas. La última parada es la celebración medieval con la que en Karlstejn recrean, del 24 al 26, el ambiente de la corte del emperador y rey checo Carlos IV.
