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Barcelona, capital del anuncio publicitario

Las calles de la ciudad fueron escenario de 3.311 rodajes el año pasado, cerca de un 8% más que 2014. Una actividad que no está exenta de fricciones.

Blanca Cia
La baterías del Turó de la Rovira, escenario de rodajes y lugar de interés para turistas.
La baterías del Turó de la Rovira, escenario de rodajes y lugar de interés para turistas.MASSIMILIANO MINOCRI

Autobuses rojos de dos pisos y varios cubs negros —los tradicionales taxis de Londres — circulando por la izquierda. ¿Londres? No. ¡Barcelona¡ Una productora de publicidad catalana montó hace unos años ese rodaje en la calle Marina cerca del Port Olímpic para un anuncio de promoción del refresco Splash, de la Coca-Cola. El rodaje se completó en otra localización, en un parque de Sant Martí. “No se identificaba a la ciudad. Sencillamente al cliente le era mucho más rentable rodarlo en Barcelona y montar el decorado que hacerlo en Londres. Aquí tenemos más horas de luz, jornadas muy largas de trabajo y excelente nivel profesional”, explica el productor publicitario a quien le encargaron aquel anuncio. Son los mismos motivos por los que las calles de la ciudad, especialmente el frente del Fòrum y, en general, Sant Martí, son escenarios habituales de la mayoría de los anuncios de coches que se hacen en Europa. “A la publicidad internacional les da igual donde se rueda, quieren las mejores condiciones”, apunta un profesional de la localización.

Según el balance anual de la Film Comission, las calles, plazas, playas y parques de la ciudad fueron el escenario de 3.311 rodajes y un tercio de estos fueron spots publicitarios, video clips y fotogafía. Se filmaron 58 largometrajes —entre ellos Barcelona nit d'hivern, Secuestro, Cerca de tu casa —562 producciones de televisión y documentales, 485 cortometrajes y otros 916 rodajes de fotografía y espectáculos no comerciales. Unas cifras que no recogen los cientos de rodajes que se hacen con un permiso general —pequeños equipos de menos de 10 personas— y tampoco los que se hacen en edificios privados.

Se trata de una actividad que crece año tras año y desde 2012 ha aumentado un 30%. ¿Dónde se rueda? El abanico de localizaciones es amplio pero son los distritos de Ciutat Vella, Sant Martí y Eixample los que se llevan la palma. “Las calles del Raval y el Gòtic responden a la idea de interculturalidad y es una imagen muy icónica”, explica un productor. Resulta difícil salir de los estereotipos. Por ejemplo, los parques donde más se rueda son los de la Ciutadella, el Park Güell y el Laberinto de Horta.

Los jardines del Parc del Laberint d'Horta, lugar de rodajes.
Los jardines del Parc del Laberint d'Horta, lugar de rodajes.massimiliano minocri

Desde la Film Comission se intenta descentralizar el abanico de localizaciones. Entre otros motivos por la presión que representan sobre una ciudad ya densa. Y algunos puntos están empezando a ser restringidas. Eso ocurre con las baterías del Turó de la Rovira que pese a que se siguen anunciando como localización en la página de la Film Comission, en la práctica ya no se dan permisos. “A un productor de una serie de televisión de Corea se lo han denegado”, explica un localizador.

Esa loma es un espléndido mirador de 360 grados sobre Barcelona —ya famosa por películas como Tengo ganas de ti, de Fernando González Molina y por la reciente serie televisiva Cites — que, sobre todo, concentra a un número creciente de turistas y de jóvenes autóctonos, especialmente en los atardeceres. “Los rodajes no molestan, lo que incordia son los turistas y los botellones”, apuntaba un vecino de la calle de Lavèrnia, a un paso de las baterías.

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El sector alerta del incremento de tasas municipales y restricciones

Sea por la presión sobre el espacio público o por criterio del gobierno del Ayuntamiento de Barcelona,  el sector de productores, especialmente de publicidad, está empezando a notar cambios en dos sentidos: más restricciones en las localizaciones cuando piden los permisos e incremento de tarifas. Unas tasas de ocupación de espacio público —que no se aplican a las producciones culturales, como los rodajes de películas de cine, documentales o series de TV— que se han disparado. “La tarifa era de entre 600 y 650 euros por día de rodaje y ahora se cobra 600 euros por localización. Un anuncio de publicidad suele tener, mínimo, dos o tres localizaciones por lo que el aumento es considerable”, explica una jefa de producción de una empresa catalana. Y apunta que, precisamente, el menor coste de rodar en Barcelona es uno de los alicientes de las productoras extranjeras.

Ese cambio de tarifas ha sido introducido hace unos meses por decisión del gobierno municipal de Ada Colau que también, a ojos de los productores publicitarios, está limitando algunas zonas, como el Born y determinadas áreas del Poblenou.

Los mercados, objetivo internacional

Los mercados municipales de Barcelona despiertan el interés de productoras internacionales. En ellos se rodaron el año pasado 203 producciones y se concedieron 439 permisos. Los más solicitados fueron los de la Boquería (160 permisos), Santa Caterina (59), el Ninot (41), Els Encants (39) y el de la Concepció (22). Por países, los más interesados en filmar  en ellos fueron Japón, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos e Italia.

Otros espacios reclamados para producciones audiovisuales son los centros culturales. El año pasado se registraron 111 producciones en el Museo de Historia de Barcelona (MUHBA), el Dhub de la plaza de Les Glòries, el Born Centre Cultural, el castillo de Montjuïc y la Fabra i Coats.

 

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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