Guitarras, Elvis y Cash

Esta semana publica Hermanos de sangre, su último disco. A raíz del tirón de En la cuerda floja, la película sobre Johnny Cash, Loquillo narra su visita a Tennessee al encuentro con las raíces del country.

¿Qué edad tenía?

31 años. Fue un viaje iniciático que recomiendo hacer tras haber escuchado a Johnny Cash y Kris Kristofferson y tras leer a William Faulkner para conocer el dónde y el porqué. Debe ser muy personal; si no, entras en la horterada, rodeado de 5.000 turistas en bermudas, como, por ejemplo, en Graceland, la casa de Elvis en Memphis.

Diseñe su ruta idónea.

En Nashville iría a Sun Records, donde Elvis y Cash grabaron sus primeros discos. Y a la que llaman la calle de la música, donde están todas las compañías de country y van los músicos con sus maquetas a buscarse la vida. En Memphis, al Peabody Hotel, donde se hacían las partidas de póquer más importantes del sur y en el que Faulkner tenía una habitación. Enfrente hay una tienda de guitarras. Me compré dos...

Y entre cada ciudad, carreteras interminables...

Rectas, aburridísimas. Un día encontré un drive inn de los cincuenta abandonado, un cine al aire libre. La vegetación lo había cubierto todo. Era fantasmagórico. Aún se veían las huellas de las ruedas de los coches. Es una de las imágenes más potentes de mi vida. Me imaginaba todos los sueños rotos que pasaron por allí...

¿Efectos secundarios?

Hice una versión de Cash, la canción El hombre de negro.