Diez casas rurales para primavera
De un jacuzzi en medio del desierto a camas que emanan energía positiva para un despertar diferente. Una decena de propuestas entre lo rústico y lo vanguardista que mezclan relax, naturaleza y buena gastronomía
Un jacuzzi burbujeante en medio del desierto de Almería; camas situadas en puntos de energía positiva para un descanso verdaderamente reparador en el Maestrazgo turolense; un jardín apartado de todo para unas cervezas con tertulia en medio de la campiña gallega o un capricho portugués, en forma de casa rural en el alicantino Vall de la Gallinera. Son solo cuatro de las 169 propuestas de turismo rural que selecciona Paco Nadal en la última entrega de la guía Casas rurales con encanto (El País-Aguilar), para una escapada que mezcle lo rústico y lo vanguardista de esquina a esquina de la Península, sin olvidarse de las islas.
01 Una perla en el desierto
Un jacuzzi burbujeante en medio del desierto de Almería. Un cortijo disfrazado de hacienda mexicana por fuera y vestido con decoración árabe por dentro, con almohadones sobre suelos lustrosos y túnicas a disposición de los clientes incluidas. La Joya del Cabo de Gata propone una mezcla extraña y cautivadora, con las increíbles playas de este parque natural a solo tres kilómetros.
02 Capricho portugués
Desechen la imagen de una casa rústica rehabilitada, con aperos de labranza como decoración estrella. El Capricho de la Portuguesa se ideó con otro criterio, en la otra punta de la Península y con absoluta fidelidad a lo que su nombre promete: un capricho. Un patio interior perfumado con un jazminero, mobiliario vanguardista salpicado de exóticas antiguallas (un altar japonés como mesa en el comedor) y un spa en el sótano. Jacuzzi, alberca a 36 grados rodeada de velas y el antiguo pozo reconvertido en piscina climatizada. Un concepto diferente de casa rural en el alicantino Vall de la Gallinera.
Boletín
www.elcaprichodelaportuguesa.com
03 Tumbonas orientadas al sur
Silencio y paredes encaladas. En lo alto de la Loma del Gato de Almuñécar, el Cortijo de la Luna invita al descanso y al romanticismo. Lectura sin ruidos con el Mediterráneo al frente, un cenador con barbacoa para una velada con celebración, las estribaciones de Sierra Nevada pintadas al fondo. Aislamiento perfecto y encantador en el litoral granadino.
04 Elegancia serrana
Ningún detalle queda al azar en La Casita de Cabrejas, enclavada en la serranía de Cuenca. Generosa en metros cuadrados y envuelta por pinos, encinas y sauces, proporciona relajación mediante la amplitud de espacios. La variedad e impacto de color, mezclado con mobiliario de calidad y una atrevida combinación de telas, proporciona movimiento al interior. Desde el pan de leña del desayuno, a las vespertinas degustaciones enológicas en la bodega, relax y disfrute sensorial con excelentes alrededores: yacimiento romano de Segóbriga, la Ciudad Encantada de Cuenca, el nacimiento del río Cuervo...
05 Buenas vibraciones en La Vera
El nacimiento de esta coqueta casona a pocos kilómetros de Cuacos de Yuste, pueblo de retiro del emperador Carlos V, ya cautiva al huésped: una cuadra semiderruida que con paciencia, ilusión y un exquisito gusto en cada detalle mutó en templo para el descanso rural que conforma La Casona de Valfrío. El salón principal, distribuido en cuatro ambientes, obra el resto del encantamiento: chimenea, velones, arcones de madera, cestas de fruta e iluminación tenue. Las vibraciones positivas se prolongan en las estancias, tesoros intimistas que garantizan un despertar diferente.
06 Energía positiva en el Maestrazgo
Una vieja mansión familia renace tras 60 años de encierro en lo más profundo del Maestrazgo turolense. Escondida del progreso en uno de los pliegues que dibuja el río Guadalope, escenario rural por antonomasia, El Bailador se convierte en una casa rural algo atípica: una casa rural sana. Atrevido interiorismo, pinturas murales en las paredes, relajante atmósfera con un toque oriental y conocimientos de radioestesia aplicados en la ubicación de las camas, que se sitúan en puntos de energía positiva para facilitar el descanso.
07 Piedra virgen, luces tenues y futbolín
El entorno invita: un paseo senderista por la sierra de Els Tossals o el mismo acceso por carretera de montaña, atravesando bosques de coníferas y frondosas. El interior seduce y entretiene a un tiempo. Cal Llangot, masía centenaria del Berguedà (Barcelona), mezcla sutilezas decorativas propias de la quintaesencia del turismo rural de calidad, como paredes de piedra virgen y dormitorios arrullados por luces tenues, con exquisiteces propias del siglo actual (televisores de plasma, DVD y home cinema o una sala de juegos descomunal de perfecta trilogía: billar, futbolín y mesa de ping-pong.
08 Desayuno de pueblo en las Merindades
Asomada a la merindad de Sotoscueva, una antigua leñera reconvertida en biblioteca con un gran ventanal, y repartida en dos alturas, se ha convertido en la estancia estrella de El Prado Mayor, una casa de labranza del siglo XVI que vuelve a lucir todo su esplendor gracias a una profunda rehabilitación. Un porche de sólidas columnas de piedra, aguamaniles, alfombras y muebles restaurados en pasillos y salones. Prohibido perderse el desayuno artesanal: leche de vaca, bizcochos de nata y pan de hogaza.
09 Lectura y cerveza en la campiña gallega
A pesar de su nombre, A Parada das Bestas es una remanso de paz y tranquilidad en Palais de Rei (Lugo). Perfecta para una sesión de lectura o unas cervezas con tertulia en el jardín, bajo el sol primaveral, en plena campiña gallega. El interior es rústico y acogedor, pues las paredes de piedra natural están caldeadas por suelos de madera y techos con cerchas vistas de idéntico material. Un interior de atmósfera rural, que no deja de coquetear con lo vanguardista, y que reserva un espectáculo en la cocina. No sólo por la tradicional lareira, cocina típica de la Galicia campestre con chimenea de cuatro puntas, sino también por el recetario típico que impera en los fogones, elaborado con productos biológicos.
10 Jacuzzi abierto al Atlántico
En El Patio de Tita conviven batik argentinos, con motivos prehistóricos; grandes cuadros de ángeles de la escuela cuzqueña, traídos de Perú, y soberbios cabezales de procedencia asiática. Una mezcla internacional situada en el tinerfeño Valle de Orotava, sobre magmático suelo canario, que recuerda a un palacete italiano con pinceladas cubanas y sabores mexicanos. Puertas adentro, hay sitio para el buen producto nacional: cuidados armarios de ebanistas canarios sobre suelo de barro artesanal murciano. Y en el patio, abierto al Atlántico, plataneros y palmeras en torno a una piscina rodeada de piedra volcánica y un jacuzzi al aire libre.
La guía Casas rurales con encanto (El País-Aguilar) propone una selección de 169 alojamientos rurales por toda España. Precio: 23,90 ¤
