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Reportaje:

Iconos castizos para samuráis

Los japoneses que visitan España aman el Prado, los burros de Mijas o Montefrío

La pasión, la paella y el marisco. El toreo, el flamenco, la siesta y la guitarra española. Son algunos de los símbolos que pueblan el imaginario viajero japonés. Pero cuando aterrizan también les hacen tirar de cámara las barras de los bares donde se acumulan en el suelo cabezas de gambas y papeles estrujados. Y les sorprende que la gente tome el café de pie o que los vendedores sigan charlando en voz alta con los compañeros aunque estén atendiendo a un cliente. Y, muy negativamente, el ruido y que todo parezca que está en obras. Quince mil kilómetros y quince horas de avión nos separan, pero las anécdotas y los tópicos desaparecen en favor de la fascinación. Representada por el rojo. O por el universo orgánico de Gaudí, que ejerce en este país de 180 millones de habitantes un particular embrujo. Éste es el abanico español que encandila a los japoneses.

Unos 600 vecinos de la localidad sevillana de Coria del Río se apellidan Japón. Descienden de los expedicionarios japoneses que llegaron a este lugar en 1614 en la comitiva de un samurái.
Muchas novias japonesas desean pronunciar el "sí quiero" de blanco y con el sol español como testigo. Los enlaces se celebran en inglés, español y japonés en algunas capillas de los paradores nacionales

1. UN PUEBLO BLANCO

"Fui directo a Montefrío desde el hotel de Málaga. Admiré la fértil llanura andaluza y disfruté conduciendo por la montaña a través de los olivos". Corría el año 1981, y Yoji Oyama, profesor universitario de Yokohama, tropezó con un pueblo de la vega granadina. Su paisaje melancólico, su aroma a tomillo y sus habitantes lo hechizaron. Estaba de paso, pero su cámara se encaprichó. Parecerá un estereotipo -un japonés disparando a diestro y siniestro-, pero el cliché fue decisivo: la máquina se convirtió en embajador de España en el país asiático. Oyama capturó en seis visitas, algunas de un mes de duración, rostros de ancianas cubiertas con pañuelos negros y de niños jugando con la fortaleza árabe del municipio granadino al fondo. Una cartografía de la España andalusí resumida en un pueblo de 6.000 habitantes. "Era la atracción del pueblo. Cuando terminaban las clases, corríamos a su casa para que nos retratara", recuerda Celestina Cuesta, responsable de la oficina de turismo. En 1983, y ya en Japón, Oyama publicó un diario fotográfico. Dos exposiciones, una en Yokohama y otra en Tokio, forjaron el mito de Montefrío. En algunos restaurantes del país asiático todavía cuelgan imágenes de la iglesia de la Encarnación firmadas por ese mecenas del estilo de vida andaluz. Pero la historia no termina aquí. Al par de autobuses atiborrados de japoneses, lienzos, caballetes y óleos que tomaban un pueblo sin infraestructura hotelera en los ochenta, siguió una expedición de lo más televisiva. "Unos japoneses rodaron un anuncio con imágenes de la fortaleza", relata Cuesta. Y cuando el embrujo empezó a ceder, Osamu Takeda, corresponsal de periódicos japoneses en España y dueño del temático Parque España en Shima, colocó en la portada de Los cien pueblos más bellos de España a Montefrío en 1999. Hoy, el hotel Molino Albejanar, un molino harinero del siglo XVII rehabilitado, acoge a los cerca de veinte japoneses que visitan el pueblo cada mes.

2. DUENDE JAPONÉS

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Pocos pueblos aprecian tanto lo andaluz como el nipón. Cerca de 300.000 japoneses visitaron Andalucía en 2006. Muchos se enamoran de un territorio "de siesta y fiesta" -como lo define Yutaka Matsumoto, de 44 años y de Fukuoka-; "extravagante y pasional", según Yuya Hattori, de Kashiwashi y de 23 años, y "de cármenes y toros", según Yuko Iwase, de 36 años y de Chiba.

¿Le suena la miss María José Suárez Japón?, ¿y el árbitro Japón Sevilla? Pues sus tatarabuelos eran japoneses. La cohorte de Hasekura Tsunenaga, un samurái del señor feudal Date Masasume, se instaló en Coria del Río en 1614. Así que si ante la ermita de Nuestra Señora de la Estrella del pueblo sevillano cree reconocer en algún rostro rasgos japoneses, no se sorprenda: 600 corianos, descendientes de los expedicionarios, llevan el apellido "Japón".

También en Andalucía, en el pueblo blanco de Mijas (Málaga), Remedios Tejón, responsable del restaurante El Padrastro, lleva 14 años enamorando con su gazpachuelo y su tortilla de patatas a los grupos de 40 japoneses que cada día se acercan a ver los burros.

3. EL NIÑO DEL SOL NACIENTE

Relatos más recientes conducen al barrio sevillano de Triana, donde con 23 años llegó Atsuhiro Shimoyama, El Niño del Sol Naciente. No fue la lectura de Muerte en la tarde, de Ernest Hemingway, la que le inoculó la pasión por los toros, sino la versión de Sangre y arena interpretada por Sharon Stone. El tokiota siguió los pasos del diestro Emilio Muñoz, paseó por la calle de la Pureza, donde se alza la capilla de los Marineros, y comió pescaíto frito en el Altozano. Al no hallar una academia donde aprender a torear, corrió a Alcalá de Guadaira, donde le enseñaron a coger el capote. Once novilladas que terminaron en 1995 en la plaza abulense de Pedro Bernardo donde una cogida le obligó a dejar los ruedos.

4. 'OLÉS' Y JONDURA EN JAPONÉS

Sólo en Tokio, según datos de la Asociación Hispano Japonesa de Turismo, 40.000 japoneses practican cada día para convertirse en estrellas del flamenco; y en todo Japón, más de 80.000 aprendices estudian baile, toque y cante en 600 academias. Uno de los primeros japoneses con duende fue Shoji Kojima. Bailaor en tablaos como el Villa Rosa de Madrid, el "Gitano Japonés", como lo apodó Rafael Farina, se fue a bailar a Sevilla en 1966. "El japonés es un pueblo apasionado", afirma Teresa Herrero, escritora de libros sobre cultura japonesa, "la solemnidad de los movimientos, la importancia de los silencios y del contacto con el suelo y la música del teatro lo acercan al flamenco. El shigin y el enka, canciones populares japonesas, se parecen al cante jondo y a la copla, respectivamente. Como diría Federico García Lorca, los japoneses también cantan desde el filo", remacha.

5. PASIÓN PICASSIANA

"Miro", dice Yutaka Matsumoto, empresario de 44 años de Fukuoka; "Picasso", tercia Yuya Hattori. No es inusual asistir a una charla en japonés plagada de nombres de pintores españoles. La agencia Miki Travel asegura que lo que más atrae a los nipones a Madrid es el Museo del Prado. Japón ocupó el tercer puesto en la clasificación de los visitantes extranjeros en 2006: 156.949 japoneses pisaron el museo.

Chieko Tada, de 58 años, lo deja claro: "España es el Prado, la Sagrada Familia, la Alhambra y la Mezquita de Córdoba, pero también la iglesia prerrománica asturiana de Santa Cristina de Lena". Los 10 japoneses entrevistados para este reportaje citaron la Alhambra como emblema español, y otros como Satoko Ogasawa, de 33 años y de Takayama, destacaron la plaza Mayor de Salamanca. Tal vez porque las puertas de entrada y de salida del auditorio de la ciudad nipona de Gifu, llamado Salamanca hall, son réplicas del pórtico de la catedral nueva y de la fachada de la universidad. ¿La razón?: en una visita, los emperadores se enamoraron de la piedra de Villamayor característica de Salamanca y decidieron llevar un ejemplo a Japón. En 2006, 261.034 japoneses visitaron España, según datos de Turismo, y sus ciudades preferidas fueron Madrid, Toledo, Barcelona, Granada y Córdoba. "No practican las tres eses, sun, sea, sand (sol, mar, arena); prefieren rutas urbanas. Se alojan en hoteles de cinco estrellas y su gasto supera en más de seis veces a la media".

6. GAUDÍ A SORBOS

"Pasear por el barcelonés parque Güell es como recorrer un jardín zen". El símil es del fotógrafo japonés Eiko Hasoe, autor de El cosmos de Gaudí. El modernismo del arquitecto catalán penetró en Japón en los cincuenta gracias al arquitecto Kenji Imai, que en 1926 viajó a Barcelona. Según Javier Noya, investigador del Real Instituto El Cano, la clave del atractivo es el "orientalismo" de Gaudí, que dejó volar su imaginación hacia Asia en la exposición universal de Barcelona de 1888. Pero la popularización de la Sagrada Familia no ocurrió hasta los ochenta. "Recuerdo un anuncio de Nescafé en el que el arquitecto japonés Etsuro Sotoo [que esculpió una de las puertas de la Sagrada Familia] disfruta de una buena taza de café delante del templo", rememora Saiko Shimazaki, natural de Osaka y de 26 años de edad. En 2006, el 1% de los extranjeros que visitaron la Sagrada Familia fueron japoneses; casi todos los 137.055 que pisaron la ciudad.

7. Y EL BLANCO FASCINÓ A LOS NIPONES

"Muchas novias japonesas desean pronunciar el sí quiero de blanco con el sol español como testigo", informa Matilde García de Oro, coordinadora de la Asociación Hispano Japonesa de Turismo. Los enlaces se celebran en inglés, español y japonés. El chófer, la intérprete, los músicos y empleados de agencias de viajes como Prestige Express que organizan las nupcias forman la comitiva. El sabor medieval de las capillas de los paradores nacionales encandila a los nipones (en 2006, 19.813 japoneses se hospedaron en paradores). Desde Chinchón hasta Granada, pasando por el patio de armas del castillo de la fortaleza de Alcalá la Real (Jaén), o Arcos de la Frontera (Cádiz), donde hace un mes se casaron Yukiko Sato y Ryuichi Nishikawa ante un altar cubierto con una colcha andaluza bordada a mano. El convite de su boda incluía gazpacho y bienmesabe de pescado. Los pétalos de rosa y una suite nupcial visten los enlaces entre parejas niponas en el hotel granadino de cinco estrellas La Bobadilla, en Loja, hasta ochenta al año. La Alcarria madrileña también ha sido lugar de culto nupcial. La capilla del antiguo monasterio de los agustinos rehabilitado como parador en Chinchón (que cada año visitan más de mil japoneses) ha presenciado cómo sellaban su unión los novios japoneses.

Un grupo de japoneses ante la Sagrada Familia de  Gaudí, en Barcelona. Un monumento que fue el principal reclamo de los  130.000 turistas nipones que visitaron la ciudad en 2006.
Un grupo de japoneses ante la Sagrada Familia de Gaudí, en Barcelona. Un monumento que fue el principal reclamo de los 130.000 turistas nipones que visitaron la ciudad en 2006.VICENS GIMÉNEZ
Una vista del pueblo granadino de Montefrío, con la fortaleza árabe y la iglesia de la Encarnación al fondo.
Una vista del pueblo granadino de Montefrío, con la fortaleza árabe y la iglesia de la Encarnación al fondo.MARÍA DE LA CRUZ
Una pareja de japoneses que eligió el pueblo madrileño de Chinchón para casarse.
Una pareja de japoneses que eligió el pueblo madrileño de Chinchón para casarse.LUIS DÁVILA

SEIS CURIOSIDADES CON SABOR A 'SUSHI'

- Un periódico japonés achacó el retraso en las obras de las infraestructuras para los Juegos Olímpicos de Barcelona a la afición española a dormir la siesta.- Las autoridades, alertadas por el alto número de atracos a los japoneses, incluyeron España (desde 2000 hasta 2003) en la lista de países más peligrosos del mundo.- El atún rojo con el que se prepara el sushi, se captura en las proximidades del estrecho de Gibraltar. En los mercados japones se denomina toro (así, como suena).- Muchos japoneses tararean en el metro de Tokio el Volare de los Gipsy Kings. La culpa la tiene un anuncio de la cerveza japonesa Asahi.- En 2003, en el Festival Internacional del Cante de las Minas (La Unión, Murcia), dos bailaoras japonesas llegaron a la semifinal.- El estudio que el Real Instituto Elcano realizó en vísperas de la Exposición Universal de Aichi (2005) reveló que la segunda economía mundial ve a España como un país perezoso, de bajo nivel educativo y prácticamente rural.

GUÍA PRÁCTICA

Información y visitas- SEVILLA: Turismo de Montefrío. (958 336 004; www.montefrio.org). Plaza de España,1. Alojamiento rural Molino Albejamar (958 17 19 83; 687 86 96 61). Precio por semana: entre 391 y 842 euros. Turismo de Coria del Río (www.ayto-coriadelrio.es; 954 77 00 50). Turismo de Alcalá de Guadaira (www.ciudadalcala.org; 954 97 91 00). - MADRID: Turismo de Chinchón (www.ciudad-chinchon.com; 918 93 53 23). Plaza Mayor, 6.- MÁLAGA: Turismo de Mijas (www.mijas.es).- JAÉN: Turismo de Alcalá la Real (www.alcalalareal.net; 953 58 20 77)- GRANADA: Hotel Barceló La Bobadilla en Loja (958 32 18 61; www.barcelolabobadilla.com). Finca La Bobadilla. Carretera Salinas-Villanueva de Tapia, Km. 65,5 Loja. Turismo de La Loja (www.aytoloja.org; 958 32 39 49).- CÁDIZ: Parador de Arcos de La Frontera (956 70 05 00). Plaza del Cabildo, s/n. Turismo Arcos de la Frontera (956 70 22 64; www.ayuntamientoarcos.org)

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