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Reportaje:FITUR | INTERNACIONAL

Aventuras sobre hielo y arena

Ocho maneras de buscar la emoción en exóticos escenarios naturales

Paco Nadal

Los destinos de aventura, como las modas, cambian. Crisis políticas o económicas abren y cierran mercados cada año a un tipo de turismo que busca el exotismo, los grandes paisajes abiertos y la sensación de libertad. He aquí ocho destinos de aventura que este año van a ser estrellas por muy diversos motivos.

1 PATAGONIA

Nunca dejó de estar de moda, pero la apreciación del euro frente al dólar, moneda de referencia en el Cono Sur, ha provocado que los viajes al extremo meridional del continente americano se abaraten de forma notoria. Allí esperan las grandes llanuras de la Pampa argentina y los glaciares y las montañas de la cordillera de los Andes. Canales y lagos patagónicos que se pueden recorrer a bordo de uno de los barcos de la compañía Terra Australis (www.australis.com). El estrecho de Magallanes y ciudades míticas, como la argentina Ushuaia (www.ushuaia.gov.ar) o la chilena Punta Arenas (www.puntaarenas.cl). La mayoría de los programas organizados combinan Argentina y Chile e incluyen visitas al Calafate y al glaciar Perito Moreno, rutas senderistas en torno al Fitz Roy y el macizo de las Torres del Paine (www.torresdelpaine.com), y estancias en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, desde donde se pueden hacer excursiones en barco por el canal de Beagle y a pie o en todoterreno por el parque nacional de Tierra de Fuego (www.tierradelfuego.org.ar). Es un destino también muy apropiado para montarse el viaje por cuenta propia, alquilando un coche y durmiendo en pequeños hostales y haciendas locales; en ese caso hay que tener en cuenta las enormes distancias que separan los lugares de interés.

2 CAMBOYA

Las fabulosas ruinas de Angkor, la antigua capital del reino jemer, se han convertido ya en una cruz obligada que todo gran viajero debe tachar en su carné de visitas imprescindibles, junto a Machu Picchu o las pirámides de Egipto. El parque arqueológico situado a las afueras de la ciudad de Siam Reap, en el norte de Camboya (www.tourismcambodia.com), no decepciona a nadie. Soberbios templos que parecen montañas de piedras talladas y comidas por las raíces de árboles gigantescos aparecen acá y allá, en la espesura de la selva, como símbolo de una civilización sorprendente que desapareció hace 800 años. Angkor es el principal recurso turístico de Camboya, y el Gobierno lo ha acondicionado para facilitar las visitas. Así, cuenta con un aeropuerto internacional, centros comerciales, restaurantes de todo tipo y una red hotelera que parece sacada de Marte si la comparamos con la que hay en el resto de este pobre país. Lo normal es combinar Angkor con estancias en uno o dos más de los países del sureste asiático, como Laos, Vietnam o Tailandia.

3 CANADÁ

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Éste es el país de la naturaleza y la aventura al aire libre por excelencia. Además, Canadá (www.canada.travel) es tan grande -casi 20 veces España- que permite disfrutar de tantos canadás como se quiera. Desde los parques nacionales de las Montañas Rocosas hasta la observación de ballenas en el río San Lorenzo. De los bosques y paisajes de ensueño de British Columbia (www.hellobc.com) a las llanuras blancas, preludio del Ártico, de los territorios del noroeste. Viajes urbanos tan dispares como Quebec (www.ville.quebec.qc.ca; www.bonjourquebec.com) u Ottawa (www.ottawa.ca), la capital y centro financiero del país. Existen vuelos directos desde España a varios aeropuertos canadienses, algunos de ellos extremadamente baratos, como los de la compañía Air Transat (www.airtransat.es), que en temporada baja pueden llegar a los 450 euros.

4 ETIOPÍA

Pese a su turbulento pasado, es ahora un destino cada vez más seguro y estable. Y uno de los que más pueden ofrecer. Etiopía (www.tourismethiopia.org) es un museo vivo de cultura e historia. El que conserva sus raíces cristianas coptas en estado más puro. Y uno de los más variados. A no ser que se disponga de al menos un mes de vacaciones, conviene seleccionar qué zona del país visitar, porque son muy diversas y de difícil acceso. Un viaje por el norte de Addis Abeba implica una estancia en el África desértica y áspera de montañas ocres, como el macizo de las Simien, donde hay muy buenas rutas de senderismo, y de localidades llenas de historia, como Axum, Bahar Dar -a orillas del lago Tana-, o la soberbia Lalibela y sus iglesias excavadas en la roca. Al sur del país, sin embargo, se abre la sabana, preludio del África negra, con interesantes rutas en todoterreno y pernocta en campamentos improvisados, donde el interés es la visita a tribus locales, como los muris, los conso o los karo, pastores y agricultores que llevan habitando estas llanuras verdes del sur de Etiopía desde hace siglos.

5 LIBIA

El país mediterráneo (www.libyan-tourism.org) es el gran ganador de la polémica suspensión del Rally Dakar por la supuesta amenaza terrorista en Mauritania. Libia no ha sufrido de momento amenazas contra intereses occidentales en su territorio, por lo que presumiblemente muchos turoperadores y viajeros preferirán esta porción del desierto del Sáhara a la más conflictiva de Níger o Mauritania. Casi todas las agencias de viajes de aventura ofrecen paquetes de un par de semanas en todoterreno que recorren los principales oasis y ciudades de este país magrebí en el que se superponen los vestigios de culturas y pueblos desde el neolítico hasta el Imperio Romano. Lo normal es entrar por Trípoli, visitar luego Ghadames y continuar por pistas de arena y tierra hacia los lagos de Gabarun, las pinturas rupestres de los montes Akakus y la cordillera del Fezzan.

6 NUEVA ZELANDA

Nuestra temporada alta coincide con la baja en el hemisferio sur. Un excelente momento para aprovechar los bajos precios que ofrecen varias agencias y viajar hasta las antípodas, de actualidad desde el estreno de la saga de El señor de los anillos, rodada íntegramente en Nueva Zelanda (www.newzealand.com). La opción más original y divertida es un paquete que incluya el vuelo y el alquiler de una autocaravana durante un par de semanas. Ésta soluciona el problema del desplazamiento, el del alojamiento e incluso el de la comida, ya que llevan una pequeña cocina. Y da una libertad absoluta para moverse por un país poco habitado, con carreteras aceptables, paisajes soberbios y una buena red de cámpings en los que pernoctar si no queremos hacerlo por libre. El invierno austral no implica tampoco temperaturas extremas (entre 6 y 17 grados en la isla del Norte) y, excepto en la punta meridional de la isla del Sur, se puede viajar sin necesidad de cargar con la ropa de explorador polar. Un viaje de 15 días con billete aéreo y alquiler de autocaravana cuesta unos 1.700 euros por persona. En coche y con hoteles, unos 2.000.

7 HIMALAYA

La gran cordillera del Himalaya siempre será territorio de aventura. Para los montañeros expertos, por razones obvias, pero también para los amantes del senderismo porque aquí están los mejores trekking del mundo. Dos países destacan entre la oferta de la zona. Por un lado, Bután (www.tourism.gov.bt, www.kingdomofbhutan.com), minúsculo y desconocido reino que está promocionándose en diversas ferias de turismo internacionales (este año estará en Fitur por primera vez). Quienes vayan hasta allí encontrarán un país montañoso que ofrece junglas tropicales al sur y cumbres nevadas al norte, y ciudades ancladas en el pasado, como Thimphu, la capital, o Punakha, la antigua capital hasta 1955 y la residencia de invierno de Je Khempo (abad mayor), en cuyas calles, museos y monasterios se conserva la más pura esencia de la vida budista de esta regiones del Himalaya. Por otro lado, Nepal (www.welcomenepal.com), un destino fascinante y alegre que después de haber superado una casi guerra civil ve cómo la firma de la paz entre la guerrilla maoísta y el Gobierno abre un nuevo periodo de estabilidad que seguro va a volver a llenar el país de amantes de la montaña y el trekking.

INMERSIÓN EN LA BIODIVERSIDAD

Es una de las naciones con mayor biodiversidad del continente americano. Ecuador (www.vivecuador.com) cuenta además con una infraestructura más que suficiente para viajar por cuenta propia, alquilando un coche en Quito y pernoctando en haciendas, una modalidad local de la casa rural que permite conocer de cerca la vida del campo ecuatoriano. El país se transforma por encima de los 2.500 metros, se vuelve aún más verde y montañoso. Merece la pena ir a ver la laguna de Quilotoa, planear la ascensión a alguno de sus volcanes (el Chimborazo o el Cotopaxi se pueden hacer con guía si se tiene un mínimo de entrenamiento), una visita a las ruinas de Ingaparica -el mayor yacimiento arqueológico del país-, comprar artesanía en el mercado de Otavalo o visitar las ciudades coloniales de Cuenca y Quito.

Hay otro Ecuador, el amazónico, que conviene también visitar con tiempo. Le llaman la provincia del Oriente, y cuenta con lugares de gran interés ecológico, como el parque nacional de Yasuní, el parque nacional de Sumaco-Napo Galeras, la reserva biológica de Limoncocha y el parque nacional de Sangay.

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