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Reportaje:ELCHE, MUCHO MÁS QUE UNA DAMA

Una Navidad de traca

Diciembre y enero dan pie a una gran rueda de celebraciones

Rituales como el Misteri, en el que es protagonista 'la Mare de Déu', se mezclan con tradiciones paganas como las 'strenae' de origen romano, aguinaldos navideños para los niños.

El ciclo festivo se sucede en Elche de manera casi ininterrumpida, en un proceso circular y colorista, ruidoso e integrador, ancestral y mestizo en el que, como algunas otras cosas en esta ciudad, se conjugan los aparentes opuestos, dando como resultado una explosión de vida.

Y, en medio de todo ello, la Virgen de la Asunción, que impregna la mayoría de manifestaciones y en torno a la cual existen muy pocas discrepancias; tanto que se dice que "Dios es un pariente cercano de la Mare de Déu".

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Elche, mucho más que una Dama

En medio de la Navidad surge la primera manifestación: la Venida de la Virgen. En ella se sitúa el legendario origen de la celebración emblemática y también la primera fiesta española declarada por la Unesco patrimonio oral e inmaterial de la humanidad: el Misteri, o Festa d'Elx.

Según se cuenta, la patrona arribó a las costas de la vecina playa de El Tamarit en un arca que flotaba a la deriva sobre las calmadas aguas mediterráneas. En su tapa, una leyenda: "Sóc per a Elx" ("Soy para Elche"); en el interior venía, además de la imagen, el consueta, o libreto, del Misteri.

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El primero en avistarla fue el guardacostas Francesc Cantó, quien picó espuelas a su caballo y llegó hasta la villa, para advertir a la población del hallazgo. "Ha aparegut / a la vora del mar..." ("Ha aparecido / a la orilla del mar..."): la cantinela del vocero que lee el bando es una de tantas melodías festivas que arrullan aquí la infancia. Otra es el grito de Cantó: "¡A la playa, ilicitanos!".

Esa invitación es seguida literalmente los años pares, cuando miles de personas aguardan en el frío amanecer invernal, junto al mar, la aparición del arca, acompañando después la imagen en romería hasta la ciudad por el camino viejo de Santa Pola. Anualmente, el 28 de diciembre, Cantó emprende una veloz galopada hasta el Ayuntamiento, jalonada por las fascinadas miradas infantiles. Al día siguiente, la Virgen sale en procesión sobre un trono repleto de niños y niñas alados y entunicados, que revolotean entre el estruendo de potentísimas tracas: pólvora y ruido, inherentes a las manifestaciones de alegría por estas tierras.

Antes, en Navidad, los pequeños han recibido las estrenas, que no tendrían mayor importancia si no fuera porque, como recoge Julio Caro Baroja en El carnaval, "el 1 de enero, en el periodo final de la República romana, se regalaban las strenae", cuyo nombre y concepto, perpetuados, proceden al parecer de la diosa Strenia.

Después, la huella de las atxes (hachas) marca el camino a los Magos de Oriente. En la noche del 5 de enero, manos diminutas empuñan largas antorchas de palmas secas y sedassos, una suerte de telilla vegetal que sale en el tronco de las palmeras: siguiendo su rastro, los Reyes saben dónde deben depositar sus juguetes.

El palmeral, segundo patrimonio de la humanidad en la ciudad, está también en la base de la espectacular procesión del Domingo de Ramos, nutrida por miles de palmas blancas, muchas de ellas artística y barrocamente rizadas, reproduciendo iconos locales: la Virgen, la Dama, la mangrana del Misteri, la basílica de Santa María, las propias palmeras y un larguísimo etcétera. Los primeros datos escritos son de 1371, y a la elaboración de algunas de estas palmas se dedican más de 50 horas de paciencia, sabiduría, amor y trabajo. La otra cita singular se produce el Domingo de Resurrección, en la procesión de las aleluyas, cuando es la imagen de la Virgen la que recibe la mayoría de los millones de papelillos de colores lanzados desde terrados, ventanas y balcones.

Y la apoteosis se alcanza el 14 y 15 de agosto, durante la Vespra (víspera) y el Dia de la Mare de Déu: ambos actos componen la Festa, o Misteri d'Elx, datado en el siglo XV, en el que se narra la dormición y asunción en cuerpo y alma a los cielos de la Virgen, recibida y coronada en las alturas por la Santísima Trinidad. Las representaciones se llevan a cabo del 11 al 13, previo pago de entrada, y el 14 y el 15, a puertas abiertas. Los años pares hay representaciones extraordinarias el 29 y 30 de octubre (con entrada) y el 1 de noviembre: la Vespra, por la mañana, y el Dia de la Mare de Déu, por la tarde. Una trama teatral extraordinaria, las voces masculinas del pueblo que cantan en valenciano y los aparatos aéreos (mangrana, o granada; araceli y coronación) que emergen de la cúpula barroca de Santa María son sus ingredientes.

Millones de papelillos de colores se lanzan en Elche desde terrazas y balcones en la procesión de las aleluyas de Semana Santa.
Millones de papelillos de colores se lanzan en Elche desde terrazas y balcones en la procesión de las aleluyas de Semana Santa.MARÍA ÁNGELES SÁNCHEZ

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