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Reportaje:AIRE LIBRE

Hipnosis en la montaña leonesa

Excursiones por antiguas rutas trashumantes en torno al macizo de Mampodre

Apretado entre la interminable sucesión de cumbreras y vallejos de la cordillera Cantábrica, el macizo montañoso de Mampodre alza su silueta en medio de una comarca sombreada por los Picos de Europa y bañada por el pequeño mar de Vegamián. Todavía no han olvidado los nacidos en la comarca cómo este piélago de agua se tragó a ocho pueblos hace una treintena de años. Al igual que en el vecino valle de Riaño, los ríos embalsados han cambiado unos parajes duros de escarpaduras pétreas, que ahora se suavizan mirando sus perfiles en los espejos líquidos.

Todo este terruño de la montaña leonesa se enclava en el occidente del parque regional de Picos de Europa, con la localidad de Puebla de Lillo como punto de referencia. Un paisaje grandioso de relieves verticales, recorridos desde su cabecera en el puerto de las Señales por el río Porma y su principal afluente el Silván, entorno estival de los pastores trashumantes extremeños que hasta mediados del siglo XX traían sus ovejas merinas a estos valles y puertos.

Entre los puertos de Tarna, Señales y San Isidro, y hasta las vegas bajas de Boñar, Crémenes y Prioro, se encuentran señalizadas más de 15 rutas senderistas. Los picos de Mampodre, el puerto de Tejedo, el monte La Boyería, el collado de Lois, el lago de Isoba, el valle de Pinzón, el monte de La Cervatina y el lago Ausente son algunas de las excursiones que guían al senderista por bellos parajes. Muchos de estos senderos tienen su origen en los cordeles que utilizaban los pastores trashumantes para mover sus rebaños, de ahí que se descubran todavía los chozos y cabañas donde se alojaban.

La gran ruta pastoril de estas serranías es la Cañada Real Leonesa Oriental, que, procedente de las dehesas extremeñas de Montemolín, en el extremo sur de Badajoz, entra en estos valles por la localidad de Prioro tras recorrer 700 kilómetros de camino. Este viejo itinerario trashumante (hoy en un tramo desviado por haber sido anegado por el embalse de Riaño) es ahora parte del trazo por estas sierras del sendero de gran recorrido GR-1, que salta a los bosques asturianos por el puerto de Tarna. Los 60 kilómetros de sendero entre Prioro y Tarna se muestran a montañeros y excursionistas como una de las mejores alternativas para conocer de cerca los tesoros naturales de este pequeño reducto de la montaña leonesa.

Antes de partir de Prioro hay que pasar por el museo de la trashumancia para conocer mejor la cultura pastoril. Cada uno de los pueblos por donde pasa el cordel guarda los recuerdos de esta tradición milenaria en forma de puentes, vados, descansaderos, abrevaderos, chozos y roperías. Los derroteros del GR peregrinan por algunos de los pueblos más singulares de la comarca, que aún conservan parte de la arquitectura tradicional montañesa de casonas de piedra y madera, hórreos, molinos y batanes: Tejerina, Remolina, Salamón, Ciguera, Lois...

Pero lo más valioso que descubre la pisada de esta colada trashumante es su entorno natural: son los picos de Mampodre y la sierra de Murias, labrados en piedra y habitados por rebecos, alimoches y chovas; las vegas del río Dueñas, encajado en un largo desfiladero arropado de sauces, fresnos y chopos, donde tienen su querencia los mirlos acuáticos, las lavanderas cascadeñas y los ruiseñores bastardos; los hayedos, robledales, acebales y tejedas que cubren las laderas de los montes, donde medran jabalíes y corzos, pitos negros y urogallos, y los puertos y brañas tapizados de brezales y piornales donde sestea el ciervo, acecha el lobo y campa en sus últimos refugios ibéricos el oso pardo.

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La comarca es pródiga en rincones naturales excepcionales, pero sin duda los más destacables serían: el pinar de Lillo, en los nacederos del río Porma a la caída del puerto de las Señales, donde aún es posible escuchar al urogallo en su cantadero, y los bosques que arropan el arroyo Padorminos en el monte Peñaruelo, considerados uno de los mejores refugios de fauna salvaje de la montaña leonesa.

Museo de la Fauna Salvaje (987 73 53 81; www.museodelafaunasalvaje.com). Situado en Valdehuesa-Boñar. Abierto de martes a domingo de 10.00 a 20.00 horas. Precio de la entrada: 10 euros

El embalse de Vegamián frente a la pared rocosa de Peña Susarón, en el parque regional de los Picos de Europa, situado al noreste de la provincia de León.
El embalse de Vegamián frente a la pared rocosa de Peña Susarón, en el parque regional de los Picos de Europa, situado al noreste de la provincia de León.PEDRO RETAMAR

Veinte ecosistemas en un museo muy particular

A ORILLAS del embalse del Porma o de Vegamián, en el término municipal de Valdehuesa, la Fundación Doctor Romero Nieto ha creado un museo sobre la fauna salvaje de todo el mundo. Una exposición que cuenta con una veintena de salas que representan otros tantos ecosistemas diferentes, en los que se muestran todo tipo de escenas con animales reales naturalizados. Se exhiben más de 8.000 especies diferentes entre paquidermos, ungulados, carnívoros, primates, reptiles, aves e insectos.Un mundo disecado en el que han trabajado algunos de los mejores taxidermistas de España, para escenificar numerosos lances de la vida natural: en las sabanas africanas, los bosques de América del Norte, las selvas amazónicas, las junglas asiáticas, la taiga y la tundra siberianas, las montañas del Himalaya, los hielos polares y los montes europeos. África tiene un gran protagonismo, con una buena representación de su fauna, desde el gigantesco elefante africano hasta el pequeño zorro del desierto, que comparten escenario junto a hipopótamos, rinocerontes, leones, leopardos, búfalos, cocodrilos, gacelas, cebras y una larga lista de animales.La fauna más cercana de los bosques y campos ibéricos tiene también un apartado especial, donde se puede encontrar una escena de un rebaño de cabras monteses en plena huida ante el ataque de unos lobos. Hay otros momentos estelares de la fauna ibérica que han quedado inmovilizados para sus visitantes, como la berrea de los ciervos, el espectacular agarre de una manada de lobos a un jabalí, la rueda de las avutardas, la ladra de los corzos o la destreza escaladora de los rebecos.En las 30 hectáreas de bosque que rodean las instalaciones del museo se ha creado un núcleo zoológico de fauna ibérica en semilibertad, donde se pueden ver ciervos, corzos, jabalíes y lobos. Un microbús todoterreno recorre los caminos emboscados de este trozo de monte, con la atenta mirada de los turistas tras sus cristales, a la espera de descubrir entre la maleza al jabalí encamado, la mirada esquiva del corzo o la figura sigilosa de algún lobo..

GUÍA PRÁCTICA

Dormir- La Casa del Cura (987 73 56 59; www.lacasaruraldelcura.com). Del Medio, s/n. Valdecastillo. Habitación doble, 50 a 61 euros.- El Molino de Prioro (987 71 55 12; www.molinodeprioro.com). Real, 106. Prioro. 45 euros.- Casa Susarón (654 30 03 00). Real, 22. Puebla de Lillo. 45 euros.Información- Casa del Parque El Torreón de Puebla de Lillo, en Puebla de Lillo (987 73 10 91).- Casa del Parque Valle del Porma, en Puebla de Lillo (987 73 13 33).- Casa del Parque Valdeburón, en Lario (987 74 22 15).- www.jcyl.es/espaciosnaturales.

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