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Crítica:COMER
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Tendencias urbanas y diversión culinaria

MINI LOUNGE, un nuevo espacio madrileño entre restaurante desenfadado y bar de copas

José Carlos Capel

El nuevo establecimiento hostelero que la marca BMW ha inaugurado en Madrid para la promoción de sus automóviles Mini sintoniza de lleno con las últimas tendencias urbanas. Se trata de un local muy versátil, con los decibelios controlados -eat & drink-, que desempeña las funciones de bar, restaurante y local de copas según las horas del día. Una prueba piloto, pionera en España y en el mundo, orientada a captar a una clientela joven sobre la base de una carta acaparada por los entrantes, las pastas, las ensaladas y los arroces. En suma, cocina desenfadada (casual food), muy del gusto de su clientela femenina, en la que abundan los platos sencillos, mestizos, contemporáneos y cosmopolitas, que seducen por su estética, coquetean con las apariencias (fashion food) y se tarifan a precios moderados, entre 8 y 10 euros de media.

MINI LOUNGE

Castellan, 123. Madrid. Teléfono 915 56 40 33. Cierra: domingos. Entre 25 y 40 euros. Ensalada de bacalao con patatas, 9 euros. Pasta con 'pesto', 7; Hamburguesas mini con mostaza, 16. Tiramisú, 6 euros.

Especialidades de limitado valor culinario que se sirven en raciones generosas, de tal modo que si se sabe elegir y se comparten los entrantes, las facturas no deben superar los 30 o 35 euros, un señuelo añadido. Sugerencias divertidas, diseñadas por la cocinera jefa, Beatriz Molero, que recurre a vajillas llamativas y hasta se permite algunos pinitos creativos. La mayoría de las desilusiones proceden de los fritos, como ratifica la tempura de verduras y langostinos, de rebozo bastante basto. ¿Qué extraño aceite emplean sus cocinas?

En el grupo de entrantes se concentra lo mejor de sus mesas. Es sabroso el huevo trufado sobre migas de pan; medio aceptables las croquetas de marisco gigantes (tipo rollitos de primavera); reconfortante el plato de pasta con salsa boloñesa, y correcta la ensalada de bacalao con patatas confitadas. Al saltar a los platos principales los precios superan la barrera de los 12-17 euros. Demasiado dinero para su escasa categoría gastronómica. No pasan de discretas sus tres hamburguesas mini con varias mostazas, que se aderezan con un ajo innecesario; son muy desiguales los tres tacos de atún con distintas salsas, en uno de los cuales vuelve a arrasar el ajo; desilusiona el milhojas de vieiras, cuyas berenjenas y espárragos se presentan requemados, y son notables las carrilleras de ternera, particularmente melosas, adornadas con un cuscús de verduras. Otro aspecto negativo son las dimensiones de las mesas, raquíticas, en las que apenas cabe nada.

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Sobre la firma

José Carlos Capel
Economista. Crítico de EL PAÍS desde hace 34 años. Miembro de la Real Academia de Gastronomía y de varias cofradías gastronómicas españolas y europeas, incluida la de Gastrónomos Pobres. Fundador en 2003 del congreso de alta cocina Madrid Fusión. Tiene publicados 45 libros de literatura gastronómica. Cocina por afición, sobre todo los desayunos.

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