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Reportaje:PARA NIÑOS

Diversión prehistórica

Viaje al pasado en el Museo Geominero de Madrid

Silvia Blanco

Nada en el Geominero, excepto el arco y el guardia de seguridad, hace pensar que se está en un museo del siglo XXI. Lejos de la fascinación que los paneles interactivos y la tecnología audiovisual ejercen sobre el visitante contemporáneo, aquí brillan las escaleras de mármol y los bustos de los primeros paleontólogos y geólogos españoles, como Guillermo Schultz, con el encanto decimonónico de lo trasnochado. Quince mil fósiles, minerales y meteoritos aguardan después en una sala de 1925 de tres alturas con balcones. Diáfana y geométrica, está cubierta por una espectacular vidriera policromada.

Trilobites, ammonites y seres unicelulares de hace 600 millones de años observan al visitante desde sus vitrinas, cuidadosa y cronológicamente clasificados. Es fácil sentirse como un espía en un viejo gabinete de historia natural, atrapado en un vértigo de tiempo y nombres científicos. Cristina tiene 11 años y visita el Geominero con su colegio de Getafe. Para ella ha sido todo un descubrimiento: "Yo creía que los fósiles se hacían con cerámica o piedra para decorar, y resulta que son animales muertos de hace muchos años".

Las piezas reclaman imaginación, y sólo así se recrean ante nuestros ojos los mares de hace 20 millones de años a partir de algunos dientes de tiburón blanco de 15 centímetros del terciario, un gigante en cuya mandíbula cabría un hombre de pie. Sólo así se verán temibles y enormes escorpiones predadores marinos detrás de la etiqueta de "euriptéridos" y su fósil. El reto es concebir que hace 25 millones de años había cocodrilos en Lleida, y hace 10 millones, tigres diente de sable en Tarragona y Madrid, de un tamaño que convierte a los actuales en mansos gatitos.

Los niños se arremolinan en torno al excepcional fósil de una rana del mioceno hallado en Libros (Teruel), en el que se aprecian las impresiones de sus partes blandas, aunque también encantan los coprolitos -excrementos fosilizados de animales; en este caso, de hienas- que "mucha gente intenta oler... ¡tienen una forma tan real!", asegura Ana Rodrigo, paleontóloga y responsable del programa de divulgación del Geominero.

Dinosaurios de película

En el apartado mineral, los meteoritos, pesados y extraños, acaparan la atención de los chicos junto a una pepita de casi 69 gramos de oro de España o los diamantes; los cubos perfectos de pirita de Navajún (La Rioja), denominada oro de los locos por su similitud con el metal precioso.

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Pero las estrellas de la exposición son, como siempre desde Jurassic Park, los dinosaurios, cuya pieza más espectacular es una reproducción a tamaño natural del cráneo de un Tyranosaurius rex. "A muchos hasta les da miedo meter la mano en la boca", dice Ana Rodrigo. En cambio, a Mario, de 11 años, le parece que es "como de chocolate". "No da tanta impresión como en la peli, pero lo que hemos visto hoy es de verdad", añade otro chaval.

A partir de una huella fosilizada, los paneles explican la información que aporta la investigación sobre los dinosaurios: altura del reptil, la velocidad a la que se desplazaba, si iba en manada o era carnívoro. Cosas de la anatomía comparada y del empeño divulgativo del Geominero. Mapas, esquemas y dioramas ilustran el proceso de fosilización o cómo era el paisaje, la fauna y la flora en la época de los dinosaurios. También se muestran, en el orden en que fueron hallados en la excavación de Las Higueruelas (Ciudad Real), los restos de un mastodonte "que es el padre del mamut y el abuelo de los elefantes", cuenta Cristina, entusiasmada tras escuchar la explicación de la guía.

Es difícil pensar en millones de años. Por eso los talleres de verano que organiza el museo para niños enseñan a hacer un reloj del tiempo en el que 24 horas son 4.550 millones de años y el hombre aparece en el último segundo del ciclo. Durante julio y agosto descubren la geología y hacen réplicas de fósiles, simulan erupciones volcánicas, fabrican rocas y cristales de colores, y clasifican minerales y fósiles.

GUÍA PRÁCTICA

- Museo Geominero. Ríos Rosas, 23. Abre todos los días de 9.00 a 14.00, incluidos los domingos y festivos. Entrada gratuita. Metro: líneas 1 y 7. Autobuses: líneas 3, 12, 37, 45, 149y Circular.- Talleres de verano. Se desarrollan en las instalaciones del propio museo para niños de 9 a 12 años,por quincenas, y en horario de 9.00a 14.00. Grupos de 18. Precio:140 euros, que incluye almuerzoy material de trabajo. Reservade plazas, a partir del 4 de mayoen el teléfono: 913 49 59 59,o en la dirección: r.calle@igme.es.- www.igme.es.

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Sobre la firma

Silvia Blanco
Es la jefa de sección de Sociedad. Antes ha sido reportera en El País Semanal y en Internacional, donde ha escrito sobre migraciones, Europa del Este y América Latina.

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