_
_
_
_
_
MI AVENTURA | EL VIAJERO HABITUAL
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

De crucero por el Mediterráneo

Embarcamos en Barcelona el 7 de julio de 2003 en el Bolero, crucero de tara media (16.000 toneladas), con una capacidad para 950 pasajeros, distribuidos en 397 camarotes, y con una tripulación de 350 personas.

Botado en Bremenhaven (Alemania) hace 40 años, y, a pesar de su edad, en perfecto estado de navegación. Su velocidad máxima, 18 nudos (37 kilómetros por hora), su eslora (largo) 162 metros, su manga (ancho) 23 metros y su calado (parte sumergida) 7,5 metros. En fin, un barco perfecto para navegar por las tranquilas aguas del Mediterráneo.

Nada más zarpar, y siguiendo las normas internacionales de navegación marítima, realizamos la maniobra simulada de abandono del buque, lo que representa más de mil personas, cada una con su chaleco salvavidas puesto y amarrado, corriendo ordenadamente por los pasillos de las cubiertas inferiores, dirigiéndose cada una a su punto de evacuación previamente asignado. ¡Lo que debió de ser en el Titanic!

A los 740 pasajeros que viajábamos en esta ocasión nos dividen en dos turnos para las cenas y demás actividades grupales que se realizarán a bordo. Y ya que hablamos de comida: ¡aquí se viene a comer! Hay seis avituallamientos diarios, lo que representa de tres a cinco kilogramos más, cuando desembarcas, siete días después, al finalizar el viaje.

Los puertos a los que arribamos fueron: Cagliari, en Cerdeña; Bizerta, en Túnez; La Valetta, en Malta; Nápoles y Civitavecchia (Roma), en Italia, y Niza, en Francia. Destacaría sobre los demás La Valetta y Roma, una por bucanera y medieval y la otra por imperial y arquitectónica.

En el viaje todo está perfectamente cronometrado: llegadas a puerto, excursiones, visitas, comidas, espectáculos, zarpadas y algún que otro súper madrugón (a las seis de la mañana) por exigencias del guión horario, ya que en siete días visitas siete puertos y cinco países.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Especialmente espectacular resulta la travesía del estrecho de Mesina, entre Sicilia y la punta de la bota italiana. La isla de Capri, junto a Nápoles. La Valetta, capital de Malta. Y, cómo no, Roma, la ciudad eterna.

Recomendado para cualquier edad, con niños o sin ellos, e incluso si se padece alguna incapacidad, pues la tripulación te ayudará en todo momento para que recuerdes siempre con agrado tu crucero por el Mediterráneo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_