_
_
_
_
_

Aventuras en ‘camper’ por la Subbética cordobesa

Catar el queso de Zuheros, practicar vela en el embalse de Iznájar y más pistas en una comarca convertida en un destino al alza para el turismo de autocaravanas

Autocaravanas estacionadas en el área de Doña Mencia, en la Subbética Cordobesa.
Autocaravanas estacionadas en el área de Doña Mencia, en la Subbética Cordobesa.Elena Sevillano

El hoyo (pronúnciese joyo) es una merienda de toda la vida de la Subbética cordobesa compuesta por un mollete con turrolate (una mezcla de turrón de almendra y cacao) y un chorreón de aceite de oliva virgen extra. Una entre las muchas particularidades de esta comarca de 14 pueblos en el sureste de la provincia, en mitad de Andalucía, a tiro de piedra de Córdoba capital, Granada y Málaga. Un destino al alza para el turismo de autocaravana a raíz de la pandemia, gracias a su apuesta por las áreas de aparcamiento urbanas, públicas y gratuitas, que se suman a su oferta de campings. Saltando de una a otra, recorremos en camper, y en familia (con un niño de siete años), un territorio con una riqueza natural, patrimonial y etnográfica tan rica como poco conocida.

La hora azul en un patio de Rute

En la Subbética cordobesa hace calor en julio y agosto. Mucho. Lo que no significa que no se pueda visitar en verano. Eso sí, respetando unos códigos: las actividades al aire libre se realizan temprano o ya avanzada la tarde, cuando refresca; las horas centrales del día discurren bajo techo o en remojo. Cumplimos el precepto a rajatabla en Rute, donde llegamos a la caída de la tarde, y tras dejar la camper en el aparcamiento para autocaravanas es el momento de disfrutar de un agradable paseo por su pinar y saludar desde el otro lado de la valla a los burros del refugio de Adebo (Asociación para la Defensa del Borrico), porque sus instalaciones no están abiertas al público.

Macetas con geranios en el Patio de las Comedias de Iznájar (Córdoba).
Macetas con geranios en el Patio de las Comedias de Iznájar (Córdoba).E. S.

Luego es el turno de conocer el Museo del Anís (en este pueblo llegó a haber 14 destilerías, de las que siguen activas cuatro), la bodega de brandi y el Patio con Duende, ganador de tres primeros premios en el concurso provincial de patios de Córdoba y abierto todo el año. En su maravilloso frescor de agua y flores llega la hora azul, aquella en la que la luz natural, que va declinando, se mezcla con la artificial, según cuenta el dueño, Anselmo Córdoba, expansivo, locuaz, el anfitrión perfecto. La noche termina con una cena en Los Naranjos, donde descubrimos el revuelto de collejas y comprobamos que quien nos recomendó las berenjenas fritas con miel no se equivocaba. Podría alargarse más, porque Rute está en fiestas. Raro es visitar la Subbética cordobesa en verano y no encontrarse con una fi esta patronal, verbena o programación cultural en alguno de sus pueblos, aldeas o pedanías.

Rafting en el Genil y vela en el embalse de Iznájar

Llegamos al parque arbóreo del camping de Benamejí, gestionado por el centro deportivo Alúa, a las diez de la mañana. Dejamos al niño, pertrechado de casco y arnés, emulando a Tarzán y damos una vuelta por las instalaciones, que incorporan piscina y zona de acampada para tiendas y autocaravanas. Alúa organiza propuestas de turismo activo por la zona, con dos epicentros veraniegos: el rafting por el río Genil, con un tramo más movido y otro más tranquilo para familias; y el embalse de Iznájar, el más grande de Andalucía, con su playa de Valdearenas y su estación náutica para animarse a practicar vela paddle surf, windsurf o dar un paseo en barco.

Cata de aceite de oliva virgen extra con denominación de origen Priego de Córdoba.
Cata de aceite de oliva virgen extra con denominación de origen Priego de Córdoba.E. S.

Aceite y barroco en Priego de Córdoba

La siguiente parada es en el área de autocaravanas de Priego de Córdoba, el pueblo más monumental de la Subbética cordobesa con Lucena (y su necrópolis judía) y Cabra. Priego de Córdoba es, además, una de las tres denominaciones de origen (DO de aceite de oliva virgen extra en el territorio junto a la de Lucena y a la de Baena. Tras caminar entre el barroco de sus iglesias, fuentes —imprescindible ver la Fuente del Rey— y casas palaciegas es irremediable comprar una botella de Rincón de la Subbética, de Almazaras de la Subbética, el mejor aceite de oliva virgen extra ecológico del mundo según el Evoo World Ranking 2021. Una buena idea aquí es hacer una cata en Aceites Vizcántar, que tiene una ruta de los olivos milenarios en una finca de la vecina Almedinilla, con merienda molinera incluida. Nos encontramos en el territorio perfecto para aprender a diferenciar el virgen extra del lampante (que tradicionalmente se utilizaba para alimentar las lámparas o candiles). Tanta información se asienta con gusto en el restaurante La Zamora, ya en el término municipal de Carcabuey, a golpe de salmorejo y rabo de toro.  

Una de las calles de Carcabuey, pueblo blanco de la comarca andaluza.
Una de las calles de Carcabuey, pueblo blanco de la comarca andaluza.Getty Images

El geoparque desde Carcabuey

El área de caravanas de Carcabuey es un excelente campamento base para conocer el parque natural y el geoparque de las Sierras Subbéticas. El 90% del municipio está cubierto del olivar imperante mezclado con manchas de bosque mediterráneo original (no repoblado) y relieves calcáreos, herencia del antiguo mar de Tetis. La Ruta de las Fuentes y Manantiales, muy fácil y refrescante, es una de las muchas que existen a disposición del caminante. También hay dos recorridos para bicicletas de montaña, MTB Norte y MTB Sur, con un enlace uniendo ambos. El emblemático pico de La Tiñosa (en el término municipal de Priego de Córdoba), el más alto de la provincia con sus 1.570 metros, se puede ascender por un sendero público desde el 2 de junio.

Cabra Jurásica

Las criaturas extraordinarias que habitaron el fondo marino de Tetis quedaron fosilizadas en la roca caliza del Jurásico con la que se construyó el municipio de Cabra, y ahora lucen en plazas, fuentes y fachadas. Cabra Jurásica propone descubrirlos en una ruta geológica que recorre 12 puntos neurálgicos del pueblo a la caza de oolitos, crinoides, ammonites, talasinoides o rhyncholites (puntas calcificadas de las mandíbulas de los ammonites). La actividad, que se reserva gratuitamente en la ofi cina de turismo o a través de la web, incluye un maletín de explorador para los niños, con elementos de medición y observación, y plastilina para sacar moldes. Se recomienda comenzar la ruta con una visita al centro de interpretación Cabra Jurásica, y complementarla siguiendo itinerarios marcados para el senderismo por el parque natural.

Ciclistas en uno de los tramos de los recorridos para bicicleta de montaña en la Subbética.
Ciclistas en uno de los tramos de los recorridos para bicicleta de montaña en la Subbética.E. S.

A Zuheros por la vía verde del Aceite

“Mamá, es más cansada la subida a este pueblo que la ruta en bici”, dice el niño mientras recorre a pie los 500 metros de empinada cuesta que sube a Zuheros, villa blanca con su fotogénico castillo y miembro de la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España. Hemos llegado hasta aquí en un paseo en bicicleta de unos cuatro kilómetros por la vía verde del Aceite, que discurre entre Córdoba y Jaén a lo largo de 128 kilómetros y es la más larga de Andalucía. Partimos hace unos 20 minutos del área de autocaravanas de Doña Mencía, público de gestión privada, con 47 plazas de capacidad y precios reducidos, posibilidad de enganche de luz y ducha, y muy solicitado por extranjeros y familias: si en los cuatro primeros meses de 2019 recibió 800 campers, en el mismo periodo de 2022 alcanzó los 2.500. La empresa de turismo activo Dxocio gestiona el área y el centro ciclista adyacente, donde se reparan y alquilan bicis a viajeros.

Vista del pueblo de Priego de Córdoba.
Vista del pueblo de Priego de Córdoba.E. S.

Zuheros muestra sus distintas caras desde una red de miradores que lo recorren perimetralmente. Su interior está atravesado por callejuelas estrechas flanqueadas por cuidadas fachadas llenas de flores. Una de ellas corresponde al hotel rural con encanto Zuhayra, en cuyo restaurante se puede probar el famoso queso de Zuheros, que protagoniza una fi esta multitudinaria al aire libre coincidiendo con el tercer fin de semana del mes de septiembre. Tras reponer fuerzas, al otro lado de la plaza del castillo aguarda una naturaleza portentosa con el cañón del río Bailón y la cueva prehistórica de los Murciélagos, una de las joyas de este geoparque mundial de la Unesco desde 2006. “Existen casi 400 cuevas en el parque natural, aunque pocas son visitables”, cuenta el guía. “Esta tierra es como una esponja, llena de microporos; cuando llueve, toda el agua termina saliendo”, compara.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_