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Dormir
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Refugio del Cares, remanso de tranquilidad en plenos Picos de Europa

Una casona asturiana rodeada de verde que asegura descanso y un espléndido arroz con leche

Exterior del hotel Refugio del Cares, en Ortiguero (Asturias).
Exterior del hotel Refugio del Cares, en Ortiguero (Asturias).
Puntuación: 7
Arquitectura6
Decoración7
Mantenimiento8
Confortabilidad6
Aseos6
Ambiente6
Desayuno7
Atención10
Tranquilidad9
Instalaciones5

A quienes se internan por los Picos de Europa en busca de pueblines olvidados les parecerá que nada de lo que indica su navegador está donde está ni es lo que se supone que debe ser. El orbayu, esa lluvia fina que tampoco da señales de dónde viene ni adónde va, hace el resto. Es muy común encontrarla en la subida al Alto de las Estazadas, siguiendo la línea del río Cabras, hasta Ortiguero, en cuyo núcleo de casas, praderas y atalayas se remansa el Refugio del Cares, un hotelito en edad núbil para los amantes de la montaña asturiana. Tan joven como la pareja formada por Iraia y Dragos; ella al frente de la recepción y las camas, él a cargo de los fogones y la sala comedor.

Cuesta llegar la primera vez por lo enrevesado del camino, obligado a serpentear por los aledaños de otro alojamiento renombrado en la zona, La Casona del Jou. Menos mal que el vecindario (poco más de 50 habitantes) ya está avisado y orienta el acceso con más tino que el GPS. Los propietarios ayudan estando al tanto de la llegada del viajero.

Mucha simpatía y muchas ganas de trabajar. Salta a la vista desde el mismo aparcamiento, anunciado justo al traspasar la cancela, si bien incómodo para realizar las maniobras necesarias, por lo que el común de los automovilistas se adentran hasta el interior de la finca. Ahí, en un correcto ajardinamiento, se ofrecen unas mesitas para tomarse algo si hace buen tiempo.

Una de las habitaciones del Refugio del Cares.
Una de las habitaciones del Refugio del Cares.

Enfrente de la casona, reconocible por sus colores burdeos en la fachada, existe una pequeña piscina con vistas a la montaña, ideal para el verano e incluso en los días rigurosos del invierno, solo por mirarla. Por dentro, los espacios están bien atemperados, con los radiadores siempre en marcha no solo para aportar calor, sino para extraer la humedad de sus cuatro únicos dormitorios. El orden decorativo invita al descanso con su pavimento de madera, las mesitas de noche bien acopladas y un recoleto armario tintado de blanco. No es necesario más.

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La habitación de la planta baja, enfrente del comedor, es quizá la menos llamativa de la casa, pero asequible a cualquier tipo de clientela. El dúplex abuhardillado, con grandes cristaleras orientadas a los prados, se gana las preferencias de los viajeros.

Mientras Iraia se afana en un elegante acomodo del huésped, Dragos se esmera en la reclusión de la cocina con un menú diario de corte simple, escueto, resuelto con buena voluntad y productos sobresalientes. Espléndido el arroz con leche, claro. Estamos en Asturias.

Refugio del Cares

  • Dirección: calle de Ortiguero, 117. Ortiguero (Asturias)
  • Teléfono: 630 75 84 24
  • Instalaciones: jardín, terraza, piscina y restaurante
  • Habitaciones: 4 dobles Servicios: una habitación adaptada para discapacitados; animales domésticos prohibidos
  • Precios: desde 62 euros la habitación doble, desayuno e IVA incluidos.

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