Flor de Muga Blanco 2018, enología de precisión

Muga es un ejemplo del mejor clasicismo riojano renovado, capaz de sorprender con tintos de inmensa calidad, como Aro, o de elaborar uno de los mejores rosados de España, Flor de Muga. Ahora amplía la gama con este soberbio blanco. El diseño, que combina métodos tradicionales con las últimas aportaciones de la enología de precisión, no puede ser más imaginativo: utiliza tres variedades locales (garnacha blanca, maturana y viura) que se asientan sobre tres tipos de terruño (arcilloso calcáreo, franco arenoso y arcillo ferroso), y se elabora con tres procedimientos (fermentación en barrica, tres meses de crianza sobre lías en depósitos ovoides de hormigón y seis meses de crianza en roble francés).

Una enología imaginativa y rigurosa, ejecutada con maestría, que, lógicamente, tiene un coste elevado que se refleja en el precio, pero que se justifica por el gozo que proporciona beberlo. Empezando por el impacto olfativo, espectacular y cautivador: sutiles pinceladas de especias y tostados sobre la fresca urdimbre aromática, primorosamente tejida con abundantes frutas maduras (blancas y exóticas), cítricos y flores blancas, mientras se eleva el eco de hierbas balsámicas. Delicado pero vigoroso, con nervio y relieve, deja un final de incitante persistencia.