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Dormir
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Santa Catalina, en la azotea más popular de Las Palmas

Un hotel histórico que conjuga su porte señorial con una moderna oferta gastro en Gran Canaria

Fachada del hotel Santa Catalina, en Las Palmas.
Fachada del hotel Santa Catalina, en Las Palmas.
Puntuación: 9
Arquitectura9
Decoración9
Estado de conservación10
Confortabilidad habitaciones9
Aseos8
Ambiente9
Desayuno8
Atención10
Tranquilidad8
Instalaciones9

"A Royal Hideaway Hotel”, como la cadena mallorquina Barceló ha querido clasificar su alojamiento más venerable en Canarias, es un apelativo que no le hace justicia al edificio. Regio es por antonomasia, pero de escondido… nada de nada. Al contrario, ocupa uno de los lugares más visibles de la ciudad por su vecindad con el parque Doramas y porque sus jardines bien merecen un tratado de botánica. Entre 1888 y 1890, un grupo de empresarios ingleses bien asentados en el archipiélago encargó su diseño al arquitecto escocés James McLaren. Tras la Primera Guerra Mundial lo adquiere el Ayuntamiento de Las Palmas, aunque no se construye el nuevo inmueble hasta 1946, con tanto éxito que enseguida se convierte en reclamo imprescindible para personalidades de la época (Winston Churchill, Maria Callas, Agatha Christie…).

Una de las habitaciones del hotel Santa Catalina.
Una de las habitaciones del hotel Santa Catalina.

Reformado en 2019 por Barceló, el Santa Catalina vuelve a ser el hotel más señorial y emblemático de las islas. Lo atestiguan sus murales del siglo XIX, que se conservan intactos. Y su patio de las Tortugas, cuyo foso separador ahorra muretes que incordien. O los grandes candelabros de cristal de Murano que decoran el salón principal, conservado con el mismo lustre que antaño tuvo, los mismos mármoles, los mismos artesonados de escayola. Mimos del pasado que devuelven al estado actual la delicadeza de su equipo, devoto en atender a los huéspedes con nobleza, amabilidad y sentido de pertenencia a la historia del hotel. Empezando por el maestro anfitrión Manuel Martínez-Fresno, un erudito cronista de su ciudad con el elegante porte que definen a esos hoteles de toda la vida.

La oferta gastronómica no se reduce al restaurante Poemas, a cargo de los hermanos Juan Carlos y Jonathan Padrón (chefs que cuentan con una estrella Michelin). Se advierte también en los aperitivos servidos en la terraza del bar Carabela, en los desayunos del jardín trasero y en todo lo que llega hasta las habitaciones, unas estancias que rememoran las grandes travesías atlánticas para traer a las islas la caña de Indias y los tulíperos del Gabón. La suite Royal merece una noche por contemplar la luna desde su terraza de triple vuelo. El satélite y el océano es lo que se ve tumbado en las camas balinesas de la azotea más popular de la ciudad, el Alis Rooftop, con su piscina de horizonte infinito, sus pérgolas geométricas y los templetes que coronan este magnífico edificio.

Santa Catalina

  • Dirección: calle de León y Castillo, 227. Las Palmas de Gran Canaria
  • Teléfono: 928 24 30 40 y 902 10 10 01 (central de reservas)
  • Web: barcelo.com
  • Instalaciones: garaje, jardines, tres piscinas, wellness & fitness center, sala de reuniones para 150 personas, salón de estar, bar, cuatro restaurantes
  • Habitaciones: 204 dobles, júnior suites y suites
  • Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados; animales domésticos tolerados
  • Precios: desde 104 euros la habitación doble, IVA incluido; desayuno, 23 euros.

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