Ruta ‘art nouveau’ por Bruselas

Bruselas cuenta con más de 500 edificios de estilo modernista o art nouveau, el movimiento artístico que emergió a finales del siglo XIX y que rompió con los cánones estéticos de la época. En lo arquitectónico, sus icónicas líneas curvas, inspiradas en las formas de la naturaleza, se multiplicaron en la capital belga. Maderas sinuosamente talladas, vitrales de colores y amplias ventanas que dejan entrar la luz al interior de las casas son algunos elementos recurrentes. Proponemos un paseo en busca de este espíritu renovador que iluminó la ciudad en la época anterior a la Primera Guerra Mundial.

Vanderschrick

En el barrio de Saint-Gilles, en el corto tramo entre la avenida de Jean Volders y la Chaussée de Waterloo, la calle Vanderschricken cuenta con 17 imponentes casas art nouveau, la llamada Séquence Blerot. Una maravillosa concentración del estilo. Detalles dorados, barandales ondulados, puertas de madera y esgrafiados adornan los edificios construidos entre 1900 y 1902 por el arquitecto Ernest Blerot (1870-1957). En la esquina con la avenida de Jean Volders, el restaurante La Porteuse d’Eau cuenta en el primer piso con una bella cúpula de vitrales.

Cómics en Waucquez

Los antiguos almacenes textiles Waucquez, en el número 20 de la Rue des Sables, se han convertido en un centro de la novela gráfica, The Belgian Comic Strip Center, con tienda y museo. En los estantes donde antaño se guardaban rollos de tela se colocan ahora tebeos. El edificio, terminado en 1906, fue proyectado por el célebre arquitecto Victor Horta (1861-1947) a petición de un mayorista de telas y tejidos. El interior muestra estructuras metálicas de aire industrial. Las barandillas de las escaleras que llevan al segundo piso imitan las ondulantes formas orgánicas de las plantas. El espacio también cuenta con una biblioteca con sillas y sofás donde uno puede leer su novela gráfica favorita.

Cerveza belga en Falstaff

A un costado de la bolsa, en Henri Mausstraat (concretamente, en el número 19), se encuentra el famoso bar-restaurante Falstaff, que ha reabierto esta misma semana tras una reforma. Desde la calle llama la atención su imponente fachada de ventanales redondeados. El arquitecto y diseñador de interiores Émile Houbion —que trabajó con Victor Horta— lo construyó en 1885 y el interior fue modificado en 1903. Conviene prestar atención a los detalles: los vitrales de flores en las partes superiores de las ventanas, las lámparas de las salas, los contornos de madera de los espejos, el barandal de hierro y las separaciones de las distintas salas.

Los instrumentos del MIM

Caminando desde la plaza Real hacia el Mont des Arts, en el número 2 de la Rue Montagne de la Cour, destaca un edificio construido en 1899 por Paul Saintenoy (1862-1952). Su fachada combina hierro forjado y una pequeña torre en la esquina superior izquierda. Fue construido con el objetivo de ampliar los almacenes Old England, que se encontraban en el inmueble de al lado. En la actualidad es sede del Museo de Instrumentos Musicales (MIM), donde uno puede sumergirse visual y musicalmente en la variedad de instrumentos que existen en el mundo. En el último piso hay una cafetería para disfrutar de una de las mejores vistas de Bruselas.

La antigua camisería Niguet

El art nouveau tuvo dos tendencias principales en la arquitectura: por un lado se construyeron edificios con elementos orgánicos y curvas, como los de Victor Horta; por el otro, proyectos que apostaban más por las geometrías, como es el caso de los que diseñaba el arquitecto Paul Hankar (1859-1901). En el número 13 de la Rue Royale permanece la fachada de la antigua camisería Niguet proyectada en 1896 por Hanker, integrada en un edificio neoclásico. Los arreglos florales de Daniel Ost han reemplazado las camisas de antaño, pero la gran vidriera de la fachada sigue luciendo sus espectaculares arcos de caoba.

Un colegio en Schaerbeek

El arquitecto Henri Jacobs (1864- 1935) introdujo el art nouveau en las viviendas sociales y las escuelas públicas. La escuela número 13, ubicada en el número 103 de la avenida de Roodebeek —en el barrio popular de Schaerbeek—, es un ejemplo de los más de diez colegios que construyó. La idea de Jacobs era sumergir a los niños en un ambiente bonito para que lo reprodujeran en el futuro. La escuela tiene dos edificios principales, que corresponden cada uno a la escuela de niños y de niñas. Aparte de la misión educativa, que recuerdan dos imponentes murales, Jacobs daba mucha importancia a las condiciones de higiene para los niños de la época. Así, la escuela tenía una enfermería y duchas. Se puede acceder en visitas guiadas con Explore Brussels.

La residencia Van Eetvelde

Edmond van Eetvelde era el encargado de dirigir la antigua colonia belga del Congo. Brazo izquierdo de Léopold II, Van Eetvelde firmaba los contratos de explotación en el país africano y administraba las enormes cantidades de dinero que entraban a Bélgica por el hule. Como muchos políticos y burgueses de la época, le pidió a Victor Horta que le diseñara una casa que se saliera de lo común y que le permitiera organizar recepciones. A través de la residencia, en la que podían entrar cerca de 100 personas, el exsecretario quería enseñar la “riqueza de la colonia”: los interiores son de mármol y caoba; los muebles, diseñados por Horta, y en el centro de la sala principal hay una gran cúpula de luz con vitrales. En las paredes, los esgrafiados hacen referencia a la fauna y la flora de la colonia. Visitas con Explore Brussels.