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Roko: “En un viaje lo más importante es la compañía”

La cantante y actriz recuerda su viaje a Vietnam. Una ruta por Hanói, Ho Chi Minh, la bahía de Halong y la mágica Hoi An

Vídeo: Paula Casado / Elisabet Sans

La sala de ensayos es el hábitat de la actriz y cantante Roko, que ahora trabaja en el musical Nine, en el teatro Amaya de Madrid (hasta el 12 de agosto). Pero Rocío Pérez Armenteros (su nombre real) hace un huequecito para recordar su viaje a Vietnam junto a la bloguera de viajes Rojo Cangrejo (rojocangrejo.com) para el programa Viajeras con B, de Tentv.

¿Iban juntas en todo momento?

Sí, como buenas amigas. Y todo el equipo técnico y de producción nos acompañaba. Recorrimos Vietnam de norte a sur.

¿Cuál fue su etapa favorita del viaje?

Visitar la bahía de Halong, patrimonio mundial de la Unesco. Hicimos noche en un barco de madera tradicional de allí: era un crucero, pero nada que ver con los típicos transatlánticos llenos de gente que van por el Mediterráneo. Por la mañana navegábamos por la zona y por la noche tocábamos la guitarra y cantábamos a bordo. También hicimos una breve travesía en kayak.

Pararían en las principales ciudades…

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Sí, vimos Hanói, en el norte, y Ho Chi Minh, al sur. Me quedo con la primera, que tiene mucho encanto a pesar de la cantidad de motos y de contaminación que se respira. Por eso la gente viaja con mascarillas. Las chicas también llevan guantes aunque haga calor. Lo hacen para mantenerse pálidas; ese es el ideal de belleza.

¿Qué impresión le causó Ho Chi Minh?

Es más occidental, con muchas luces y rascacielos. Me interesó que le pusieran el nombre del héroe nacional vietnamita, una especie de Che Guevara para ellos. Allí visitamos el Museo de la Guerra de Vietnam y aprendí mucho de la alegría con la que llevan su herida histórica.

¿Se trajo algo de recuerdo?

En Hanói adquirí una máscara de un buda feliz de madera. Y en Hoi An, una ciudad del centro del país, compré un vestido hecho a medida para mi hermana. Eliges la tela y en tres o cuatro horas tienes el traje listo. Allí se estila el regateo, pero no es invasivo.

¿Y la comida callejera?

¡Maravillosa! Me sorprendieron las sopas tan calientes. Aprendí que tomarlas te ayuda a no pasar calor.

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