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Los mejores países para viajar en 2018

De los glaciares, volcanes y desiertos de Chile a las montañas de Georgia, en el Cáucaso meridional, 10 destinos que merece la pena visitar el próximo año

Vicuñas Vicuna en el parque nacional de Lauca, en Chile, con el volcán Sajama al fondo.
Vicuñas Vicuna en el parque nacional de Lauca, en Chile, con el volcán Sajama al fondo. Woods Wheatcroft (Getty)

Hay países que el próximo año tendrán mucho que celebrar. Algunos conmemoran aniversarios importantes; otros inauguran nuevos recursos que reforzarán su papel como destinos turísticos y los hay que están a punto de ponerse de moda y simplemente celebran que la mirada de los viajeros más expertos se dirija con atención hacia ellos. Son los destinos seleccionados por Lonely Planet para su Best in Travel 2018, los diez países de los que vamos a oír hablar mucho en los próximos meses.

1 CHILE

Bicentenario con nuevas ideas para recorrer el país

Chile celebra en 2018 su bicentenario como nación independiente, una ocasión excepcional para descubrir uno de los países más completos del planeta. Chile incluye en su estrecha y alargada silueta paisajes tan diversos que van del hielo de los glaciares del sur al fuego de los volcanes o los desiertos más extremos en el norte, en un espacio que queda aislado del resto de Sudamérica (y del mundo) por los altísimos Andes al este, el océano Pacifico al oeste, el árido desierto de Atacama al norte y la impenetrable naturaleza de la Patagonia al sur. Todo el país, junto a su moderna capital, Santiago, en el centro del país, festejará en 2018 sus 200 años de independencia, junto a los cada vez más numerosos visitantes que podrán brindar para la ocasión con su famoso pisco sour.

Santiago, una capital hasta hace poco menospreciada como destino, se ha convertido en los últimos años en un destino para gourmets, con chefs que cosechan premios y redefinen la cocina chilena a partir de productos autóctonos. También en un núcleo artístico que rivaliza con Buenos Aires a través de sus artes escénicas, que contarán con un nuevo y gran espacio el próximo año gracias con el auditorio del Centro Gabriela Mistral.

Frente a Santiago, Valparaíso, en la costa, sigue siendo la ciudad más deseada por el viajero, más bohemia, con cafés y románticos paseos. Y junto a ella, tres reclamos cobran fuerza para reclamar la atención de los visitantes: los viñedos esmeraldas y bodegas del valle de Casablanca; los impresionantes paisajes de Patagonia y su famosa ruta en W –más accesible desde 2016 con la ampliación del aeropuerto de Puerto Natales–así como el desierto de Atacama, que vive el boom del astroturismo, con nuevos hoteles dedicados a la contemplación de las estrellas y fascinantes circuitos en observatorios.

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Vista del parque Seoullo 7017, en Seúl, proyecto de intervención urbana del estudio holandés MVRDV.
Vista del parque Seoullo 7017, en Seúl, proyecto de intervención urbana del estudio holandés MVRDV.GoranQ (Getty)

2 COREA DEL SUR

Juegos de invierno y mucha velocidad

Corea del Sur es una de las maravillas asiáticas menos conocidas en occidente. El país se ha convertido en uno de los epicentros de la modernidad del Extremo Oriente, con una futurista capital llena de rascacielos, Seúl, que el año pasado recibió un gran lavado de cara con motivo de la inauguración del nuevo Seoullo 7017, un parque lineal con cafés, bares y librerías en un antiguo paso elevado proyectado por el estudio holandés MVRDV.

Pero en 2018 Corea se convertirá además en la sede de los Juegos Olómpicos de Invierno en Pyeongchang (del 9 al 25 de febrero). Y con este motivo, inaugurará también una nueva línea de trenes de alta velocidad que llevara a los viajeros hasta allí. Aunque no podamos asistir para animar a los deportistas, este tren abre una vía para ir en otro momento (con buen tiempo) y disfrutar de las montañas y de la vida urbana nocturna. El calendario de 2018 estará lleno de actividades, desde los festivales de hielo en invierno hasta eventos relacionados con el cine. Y para desplazarse, una extensa red de trenes bala que facilita enormemente los desplazamientos: este año se inauguró un servicio continuo de alta velocidad que une Seúl y Busan.

Puesto de comida en el mercado de Gwangjang, en Seúl.
Puesto de comida en el mercado de Gwangjang, en Seúl.Victoria Chekalina (Getty)

En Corea hay mucho por ver y muchos no se han dado cuenta todavía: montañas con historia, ríos transparentes en los que practicar rafting o 2.400 kilómetros de costa para practicar surf, nadar o tomar el sol. Seul y Busán son un paraíso para los fanáticos de la tecnología y los cazadores de tendencias y rarezas culturales. Y en paralelo, el país sigue aferrado a las tradiciones culturales que ofrecen experiencias como darse un respiro zen alojándose en un apacible templo o descubrir la historia en los palacios de la dinastía Joseon.

Es recomendable pasear por un hanok, barrio típico de callejones y casas bajas donde empaparse de la vida tradicional coreana, entre talleres de artesanos, salones de té, destilerías de soju (vino de arroz) y pensiones con ondol (suelos de madera con calefacción tradicional). También conviene degustar la cocina coreana, por ejemplo en el caótico mercado de Gwangjang, en Seúl, con vendedores que sirven bols de bibimbap (arroz con verduras) y crujientes tortitas de marisco.

Panorámica del pueblo medieval de Obidos, en Portugal.
Panorámica del pueblo medieval de Obidos, en Portugal.Shaun Egan (Getty)

3 PORTUGAL

Nuestro vecino está de moda

Que Portugal se ha puesto de moda es un hecho incuestionable. El país vecino se ha sacudido su tradicional saudade para convertirse en un dinámico destino cultural y gastronómico. En los dos últimos años se han abierto numerosos museos y centros de arte, proliferan las microcervecerías artesanas y los chef portugueses comienzan a cosechar toda una constelación de estrellas Michelin. Y si a esta nueva ola de modernidad y actividad le sumamos unas playas magníficas (300 tienen Bandera Azul), parques naturales y reservas de la biosfera, no sorprende que cada vez haya más turismo en cualquiera de sus ciudades y regiones.

Chiringuito en la playa de Torpes, en la costa del Alentejo (Portugal).
Chiringuito en la playa de Torpes, en la costa del Alentejo (Portugal).Luis Davilla (Getty)

A pesar de ello, todavía quedan lugares secretos y tranquilos por descubrir entre los viñedos de sus regiones vitivinícolas, en sus ciudades barrocas, en los paseos marítimos de sus localidades costeras, en los pueblos medievales encaramados en lo alto de colinas –Marbao, Obidos, Montsanto…– o en sus arenales más desconocidos.

Portugal tiene además unas excelentes comunicaciones (muchas de bajo coste), es accesible desde España gracias a una buena red de carreteras y sigue ofreciendo precios todavía asequibles.

Vista del lago Assal, en Yibuti.
Vista del lago Assal, en Yibuti.Michael Runkel (Getty)

4 YIBUTI

El desierto más radical

A pocos viajeros se les ocurre poner Yibuti en su lista de países a visitar, probablemente por desconocimiento y porque requiere cierta atracción por la aventura. Situado en un increíble rincón del planeta, este pequeño país está en el punto donde se produce la divergencia de tres placas tectónicas. El magma bulle bajo una corteza cada vez más fina y la superficie aparece cubierta por desiertos de aspecto marciano que desprenden vapor a través de fumarolas, así como por lagos hundidos en cuyas orillas brillan grandes cristales de sal.

En términos geológicos, esto puede parecer una especie de apocalipsis final, pero en términos humanos es todo un espectáculo a cámara lenta y una razón para viajar hasta allí. Si a todo ello se le suman una original cultura, playas atractivas y posibilidades increíbles para el submarinismo, encontramos muchas razones para acudir yibuti.

Podremos descubrir, por ejemplo, los cristales de sal del fascinante lago Assal, un cráter rodeado de cerros volcánicos negros que conforma el punto más bajo de áfrica, a 155 metros por debajo del nivel del mar. O realizar una excursión por el macizo de Goda, a 1.750 metros de altitud, para conocer el encanto de los tradicionales pueblos afar. El lago Abbe es otra joya geológica que invita a pasear en un paisaje extraterrestre de fumarolas puntiagudas que expelen gases desde las profundidades terrestres. Sorprendentes son también los grabados neolíticos en roca de Abourma y la exótica bahía de Ghoubbet, agazapada en el extremo oeste del golfo de Tadjoura, uno de los lugares del mundo donde se puede bucear con tiburones ballena muy cerca de la costa. Tan cerca que es posible verlos incluso practicando snorkel.

Ruta senderista en la costa de Punakaiki, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.
Ruta senderista en la costa de Punakaiki, en la Isla Sur de Nueva Zelanda.Douglas Pearson (Getty)

5 NUEVA ZELANDA

Una nueva ‘Great Walk’ para descubrir a pie las Antípodas

Este es uno de esos países que no defrauda a nadie. Su increíble naturaleza y su pionera protección del medioambiente han convertido a Nueva Zelanda en el paraíso del senderismo. Y aunque El señor de los Anillos puso de moda sus paisajes entre los viajeros aventureros, sus rutas y senderos estaban mucho antes: son las Great Walks, grandes rutas que conducen a los senderistas por algunas de las zonas salvajes más extraordinarias del planeta, como los Alpes del Sur. En 2018 se inaugura la décima de esta red de grandes rutas: la Pike29 Memorial Track, bautizada en memoria de 29 mineros fallecidos en 2010, tiene 45 kilómetros de recorrido desde Blackball hasta Punakaiki, en la agreste costa de la Isla Sur y recorre parque nacional Paparoa.

Una de las mejores experiencias para senderistas y ciclistas que quieran disfrutar de la naturaleza salvaje de Nueva Zelanda, todavía en proceso de transformación, como prueban el barro que burbujea, los volcanes todavía activos y los glaciares que se funden en ríos que, en su camino al océano, atraviesan playas de calor y actividad geotermal. Paisajes en apariencia sólidos que se desmoronan con una violencia y una imprevisibilidad inesperadas.

La mejor opción para los viajeros que quieren vivir su propia aventura es seguir alguna de las diez Great Walks, esas rutas de senderismo que acarician la costa, se encaraman a los Alpes del Sur, exploran escarpes, fluyen por los fiordos y se aventuran a lomos de los volcanes.

Vista del puerto Marsamxett, en La Valeta (Malta), al atardecer.
Vista del puerto Marsamxett, en La Valeta (Malta), al atardecer.SKRYPKO IEVGEN (Getty)

6 MALTA

Un año de capitalidad europea

La isla de Malta estará próximamente en el punto de mira viajero cuando La Valeta se convierta en la Capital Europea de la Cultura 2018. Este diminuto país insular ubicado en el centro del Mediterráneo y con una densa y convulsa historia celebrará dicha capitalidad con mucho barroco, música pop, festivales internacionales de cine y una bienal de arte contemporánea.

La concatedral barroca de San Juan y el Gran Puerto de La Valeta serán los escenarios de conciertos y flotillas conmemorativas. Como preámbulo al gran evento, se han abierto hoteles boutique en algunas mansiones antiguas y también nuevos restaurantes manteniendo, eso sí, el ambiente tradicional de la capital maltesa.

Visitar la nueva capital cultural europea brinda una magnífica oportunidad para descubrir el resto del país: desde sus templos prehistóricos hasta las fortificaciones del siglo XVII que salpican la costa y una red de túneles –de catacumbas a refugios antiaéreos– que surcan sus entrañas. 2018 será también un gran momento para comprobar el relajado ritmo de vida de la isla y disfrutar de sus playas, que ofrecen unos 300 días de sol al año.

Iglesia del pueblo de Stepantsminda, en la caucásica región de Mtskheta Mtianeti, en Georgia.
Iglesia del pueblo de Stepantsminda, en la caucásica región de Mtskheta Mtianeti, en Georgia.Andrea Pistolesi (Getty)

7 GEORGIA

Un país centenario en el Cáucaso

Hace cien años, tras la revolución rusa, Georgia fue declarada estado independiente y en 2018 este país del Cáucaso lo celebrará por todo lo alto. La mejor forma de hacerlo será brindando con uno de sus excelentes vinos –los georgianos están especialmente orgullosos de ellos– incluso nada más viajar del avión: los turistas serán obsequiados con una botella de tinto en el aeropuerto de Tbilisi, la capital, tras sellar su pasaporte.

Georgia, ubicada en un complicado cruce geográfico en pleno Cáucaso meridional, está limitado por Rusia, Turquía, Armenia y Azerbaiyán, vecinos que han tenido su influencia a lo largo de una larga y compleja historia que actualmente acumula pasos hacia la modernidad sin olvidar sus tradiciones, plasmadas, por ejemplos, en antiguas recetas cocinadas en tabernas escondidas donde se sigue brindando con aguardiente por los héroes de ayer y de hoy.

Quienes lo elijan como destino en 2018, descubrirán un territorio espectacular, con iglesias ortodoxas en las cimas de altísimas montanas, monasterios medievales arropados por valles verdes y ciudades excavadas en acantilados.

El alto Cáucaso es una región perfecta para hacer excursiones, practicar rafting, equitación y esquí. Y cuando aprieta el calor, en julio y agosto, siempre se puede huir a las montañas o a la costa del mar Negro. Dos recomendaciones de éxito seguro: la primera, visitar los 15 monasterios de las cuevas de Davit Gareja, en la frontera con Azerbayán, decorados con frescos y murales; la segunda, acercarse a la ciudad medieval de Vardzia, que es todavía un activo monasterio excavado en un acantilado hace casi mil años. Un último argumento: la sorprendente (todavía) relación calidad-precio que Georgia ofrece a sus visitantes.

Cascada de Chamarel, en el montañoso interior de la isla de Mauricio.
Cascada de Chamarel, en el montañoso interior de la isla de Mauricio.Getty Images

8 MAURICIO

50 años de independencia

Durante siglos se mantuvo al margen de la historia, pero hace tiempo que esta idílica isla del océano Índico figura entre los mejores destinos de vacaciones del mundo. Con sus espectaculares aguas transparentes, sus lujosos resort y sus arrecifes de coral que invita al buceo, Mauricio es un destino cultural mestizo con evocadores aires coloniales, en el que las diferentes influencias históricas (africana, europea, hindú) han creado una cultura criolla propia.

En 2018 Mauricio celebra además sus primeros 50 años como nación independiente. Será un buen momento para unirse a los mauricianos en los actos que conmemorarán la liberación del dominio británico. El día principal de la ceremonia anual es siempre el 12 de marzo, cuando la bandera se iza en el hipódromo Champ de Mars, en Port Louis, y se realizan desfiles militares, exhibiciones aéreas, conciertos de música y espectáculos de danza y de luz. Además, los cuatro colores de la bandera del país decoran las caras sonrientes de los niños por toda la isla.

Mercado central de Port Louis, en Mauricio.
Mercado central de Port Louis, en Mauricio.Walter Bibikow (Getty)

En esta ocasión, igual que en años anteriores, se ofrecerá a los visitantes dhal puri, un tentempié a base de curri y pan de pita; pulpo a vindaye (pescado picante); clásicos criollos como el rougaille, y piñas, cocos y ponche de ron. Una cocina diversa que refleja la historia de una isla ocupada por holandeses, franceses y británicos, y habitada por los descendientes de cuantos llegaron a ella a bordo de barcos mercantes.

Convertido en uno de los destinos perfectos para viajes de novios, 2018 puede ser un buen momento para descubrir Mauricio, mucho más que un montón de playas bonitas. Por ejemplo, haciendo una excursión por el parque nacional de las Gargantas del Rio Negro, hogar de especies endémicas de la isla, como el cernícalo, la paloma y la cotorra de Mauricio. O visitando alguna de las plantaciones del siglo XIX y sus mansiones coloniales, como la lujosa finca Eureka, de estilo neoclásico italiano y elegante mobiliario victoriano. También descubrir el montañoso interior de la isla mediante circuitos de aventura, como una ruta en bicicleta de montaña a la cascada Chamarel. Y si queremos contemplar cómo era la isla antes de la llegada de los primeros exploradores podemos tomar un vuelo de 90 minutos hasta la remota Isla Rodrigues, un afloramiento volcánico rodeado de una laguna y un arrecife de coral.

Vista de la Torre de Shanghái entre la niebla.
Vista de la Torre de Shanghái entre la niebla.Jackal Pan (Getty)

9 CHINA

La modernidad llega al gigante asiático

La última revolución china es la de su acelerada modernización, especialmente durante los últimos dos años, en los que se ha desarrollado la mayor red de vías de alta velocidad del planeta. También se ha restaurado el palacio imperial de Pekín y en la Ciudad Prohibida se han abierto salones que hasta ahora eran de acceso restringido. Pero hay más: también se puede visitar la colosal Torre de Shanghái, el mirador más alto del mundo, así como el centro cultural Design Society, inaugurado en 2017 en la cosmopolita ciudad de Shenzhen, que incluye una galería del londinense Victoria & Albert Museum.

Visitar el país más poblado del mundo puede resultar apasionante. Aunque la modernidad reste algo de misterio y aire de aventura al recorrido, es un país enorme y con muchos rincones todavía por descubrir. A los iconos más clásicos (la Gran Muralla, la Ruta de la Seda, la Ciudad Prohibida, los guerreros de Xian, el perfil urbano de Shanghái) se unen otros destinos que hasta hace poco resultaban remotos, como Gansu, la joya de la Ruta de la Seda, o Yunnan, meca de los mochileros en el suroeste, lugares que, de repente, son mucho más accesibles gracias a las nuevas líneas de alta velocidad.

Una ocasión de comprobar otros cambios y nuevas propuestas surgidos por todo el país, como la reciente revolución de los lavabos, esto es, la mejora de los aseos públicos. O los vertiginosos puentes de cristal construidos a toda velocidad que ofrecen nuevas perspectivas de los barrancos arbolados, así como mejoras en joyas turísticas: desde el nuevo centro de visitantes en las cuevas budistas de Mogao, hasta una ciudad antigua remodelada en Datong e incluso una ruta de cerveza artesanal por el sur de China, a bordo del nuevo tren de alta velocidad Shanghai-Kunming.

Panorámica de la Garden Route, en la costa sur de Sudáfrica.
Panorámica de la Garden Route, en la costa sur de Sudáfrica.Holger Mette (Getty)

10 SUDÁFRICA

Un año en honor a Mandela

El próximo 2018 será el año de Nelson Mandela: Sudáfrica conmemora el centenario de su nacimiento con un programa oficial de eventos (deportivos, educativos, artísticos) bajo el lema Nelson Mandela Centenary 2018: Be the Legacy, cuyo principal objetivo es servir de inspiración a las sociedades que apuestan por los mismos valores a través de exposiciones sobre la transparencia, el respeto, la pasión y la integridad. Una atractiva invitación que junto a un tipo de cambio de divisa muy favorable (un euro son 16,33 rands sudafricanos) convierten 2018 en un año excelente para conocer el resto del país. Desde sus parques de fauna salvaje, hasta sus famosos vinos, sus playas y sus ciudades, como la cosmopolita Ciudad del Cabo, con una cultura moderna siempre a la última.

Otros grandes atractivos son, como siempre, los safaris fotográficos, que en ese país son más baratos que en otros destinos africanos. Pero para disfrutar de la naturaleza salvaje se pueden probar otras alternativas, como las excursiones por los escarpados picos del parque Khahlamba-Drakensberg, las rutas costeras del parque nacional Garden Route, descubrir el arte rupestre de la Cederberg Wilderness Area o subir a Table Mountain, en Ciudad del Cabo, considerada como una de las ciudades más bonitas del mundo. Incluso redescubrir Johannesburgo, una ciudad que los viajeros antes evitaban y que actualmente rebosa modernidad en barrios como Maboneng, Norwood y Braamfontein.

Más información en Best in travel 2018 y en www.lonelyplanet.es

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