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24 horas en...

Una escapada a Priorat y Montsant

Paisajes de viñedos y pizarra, excelentes vinos y visita a la bodega modernista construida por Cèsar Martinell en una ruta en coche por dos míticas denominaciones de origen tarraconenses

Cata en la bodega Celler Masroig, en El Masroig.
Cata en la bodega Celler Masroig, en El Masroig.

Un itinerario por los alrededores de Falset, la capital de la comarca del Priorat, tierra de buenísimos vinos, y capital también de la denominación de origen Montsant, creada en 2002. A bordo de un todoterreno, recorremos esta tierra de viñas escalonadas, disfrutamos de una cata y descubrimos unos paisajes naturales sobrecogedores.

8.00 Desayuno con vistas

Viñas y más viñas rodeadas de montañas desnudas componen el fascinante paisaje que se observa desde la terraza del ático del hotel Lotus Priorat (1) (Carrer de Baix, 33), ubicado en el corazón de la capital de la comarca, Falset, y con una situación inmejorable. Este pequeño hotel, que también es restaurante, compendia la esencia de esta tierra, delicada y ruda a la vez, bella y difícil, siempre sugerente. Descubrimos lo básico de Falset tras una vuelta por las estrechas calles del antiguo call o barrio judío y por la plaza de la Quartera (2), donde se halla el Ayuntamiento y la sede de la DO Montsant. Cerca vemos el palacio de los Condes de Azara, un precioso edifico gótico con patio central, actualmente sede del Consell Comarcal del Priorat, en cuyos bajos se encuentra la oficina de turismo (3).

Paisaje de viñedos en el Priorat.
Paisaje de viñedos en el Priorat.Tim E. White

10.00 Tonos negros y rojizos

Hemos quedado con Francesc Capafons, quinta generación al frente de la bodega Capafons-Ossó, quien nos guiará entre las empinadas laderas pobladas de viñas y nos contará los misterios de este suelo de pizarra tan árido como perfecto para obtener algunos de los mejores vinos del mundo. Imprescindible un vehículo todoterreno para adentrarse por los vericuetos de la comarca y apreciar las paredes laminadas en las que la pizarra domina el paisaje con sus tonos negros y rojizos. El olor a maquis lo impregna todo.

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Tras el contacto con la tierra toca degustar el vino. Nos dirigimos a la bodega que la familia Capafons tiene en Falset (4). La comarca del Priorat se divide en dos grandes denominaciones, Priorat (5) y Montsant (6); esta última ampara una sesentena de bodegas, la mayoría de las cuales ofrecen visitas guiadas por sus instalaciones y catas comentadas. Qué disfrute es la experiencia de ir descubriendo los matices de cada uno de los vinos de la propiedad elaborados con uvas autóctonas como la garnacha y la cariñena, que adquieren sus cualidades en función del tipo de viña, la altitud, forma de cultivo y, por supuesto, la climatología. Francesc Capafons afirma que la añada de 2016 va a ser espléndida.

Javier Belloso

13.30 Aperitivo con vermú

En Falset no solo se producen vinos, sino también un afamado vermú que se elabora desde principios del siglo XX. A esta hora se impone una parada en 2 Orígens (7) (Miquel Barceló, 22) para tomar una copa acompañada de un variat (berberechos, almejas, mejillones, navajas…) o un plato de buen jamón y esperar a la comida. Para ello elegimos entre dos opciones, el cercanísimo El Celler de l’Àspic (8), cuyo chef, Toni Bru, apuesta por la cocina catalana elaborada con productos de proximidad, o hacer un pequeño trayecto en coche hasta el pueblo de Marçà, a seis kilómetros, para degustar el potente menú del Celler La Miloquera (9) (Carrer de la Bassa, 10).

16.00 Brindis ‘kosher’

Retomamos el coche para conocer los alrededores de Falset. Hay silencio en las serpenteantes carreteras, la misma quietud que impera en las viñas ahora con los sarmientos desnudos. Después de Marçà, la ruta se dirige hacia Capçanes (10) para visitar el Celler de Capçanes (977 17 83 19) previa reserva. En esta bodega se produce desde 1995 uno de los mejores vinos kosher del mundo, el Flor de Primavera, que se elabora cada año bajo la estricta supervisión de los rabinos. De Capçanes vamos a El Masroig, y seguimos subiendo hacia El Molar para alcanzar finalmente El Lloar (11), donde el Balcó del Priorat regala unas vistas excepcionales de la comarca. La ruta circular continua hacia Gratallops (12), una de las localidades emblemáticas de la DOQ Priorat, con más de 22 bodegas, entre las que figuran las de Álvaro Palacios o Clos Mogador.

El hotel y restaurante Lotus Priorat, en Falset.
El hotel y restaurante Lotus Priorat, en Falset.

17.00 Un antiguo castillo

En el camino de vuelta a Falset nos detenemos para admirar las pequeñas vides que jalonan el territorio, que en otoño se cubrieron de racimos de uvas diminutas y oscuras, tan propias de la región. Para saber más no queda otra que visitar el Castell del Vi (13), un moderno espacio expositivo de tres plantas dedicado a la comarca del Priorat y a su producto rey. Está en la parte alta de la ciudad, en un palacio imponente, el antiguo castillo de los Condes de Prades, cuyos orígenes se remontan al siglo XII. Esta visita se hilvana con otra a la bodega de Falset Marçà (14), un monumento modernista obra de Cèsar Martinell, discípulo de Gaudí, edificada en 1919 y considerada una de las catedrales del vino (también lo son la de Cornudella de Montsant (15) y la de Pinell de Brai (16), en Terra Alta). Sigue en funcionamiento y merece la pena visitar su interior para admirar su arquitectura de inspiración medieval, las grandes tinas que hay en su subsuelo y su altísimo techo de ladrillo. También resulta curioso el depósito de agua circular del exterior. Justo al lado está el lugar perfecto para comprar los vinos de la zona, la tienda de la propia cooperativa (calle de Miquel Barceló, 31; 977 83 01 05).

19.00 Aceite y frutos secos

Falset, con cerca de 3.000 habitantes, tiene un centro cuidado, con tiendas interesantes; es de esas villas a las que les gusta ser visitadas y agasajan al forastero. Entre los distintos locales con encanto destaca Priorat Natur (17) (Miquel Barceló, 20; 977 83 08 85), una suerte de tienda donde encontrar vinos, aceite de oliva, frutos secos de la comarca (los avellanos y los almendros forman parte de los cultivos de la zona), además de obras de artistas locales. Organizan talleres gastronómicos y catas de vinos y aceite, así como visitas guiadas a las fincas productoras.

Esperamos con gusto la cena, que regaremos con vino. El restaurante del hotel Lotus Priorat es una buena opción, y así, tras el ágape, que seguro maridaremos con distintos caldos de Montsant, solo tendremos que subir unas escaleras para disfrutar de un buen descanso.

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