_
_
_
_
_

En la sierra con Neil Armstrong

La actriz y directora teatral Magüi Mira suele regresar a los paisajes de su infancia, la alicantina sierra de Aitana

La actriz y directora teatral Magüi Mira.
La actriz y directora teatral Magüi Mira.Daniel Dicenta Herrera

La tenemos en Madrid, donde acaba de estrenar, como directora, La velocidad del otoño en el Teatro Bellas Artes, pero a Magüi Mira donde hay que buscarla es en los paisajes de su infancia: los de la sierra alicantina de Aitana, un lugar de fuerte magnetismo para ella.

¿Guarda buenos recuerdos de la sierra? Excelentes: allí arriba te sientes como un pájaro, viendo el mar. Se te llena de mariposas el estómago con esos paisajes. Yo he trepado por las peñas en alpargatas, me he perdido por las noches volviendo a mi casa por caminos llenos de pinos maravillosos, he merendado pan y chocolate en Les Penyes Roges, donde nos llevaba mi madre a los niños de la familia.

Intuyo que es una experta en la fauna y la flora locales. Es que he visto de todo: pinos piñoneros, setas esclatasangs, mucha lagartija, arañas… Y culebras, sobre todo en las balsas de agua, donde nos bañábamos.

Parecen las aventuras de Los Cinco en versión peninsular. Para aventuras, la de llegar al “contaor”, un pequeño desfiladero entre dos peñas por el que pasaban los rebaños de cabras de una en una. Lleva ese nombre porque ahí el pastor aprovechaba para contarlas. También recuerdo encerrarme con mi abuela en la bodega de su masía para resguardarnos de las tormentas.

Cuéntenos el momento más especial que vivió allí. Pues el día que el hombre pisó la Luna, en 1969: yo estaba en la montaña, en medio de la sierra, a la que a veces subíamos en burro. Se veían estupendamente todas las estrellas y, por supuesto, la Luna.

Y hoy, ¿cómo se siente al volver?

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Ahora voy a ver a la familia y comemos en la Venta de Benimantell, uno de los muchos pueblos que hay en el valle. Allí hacen unas cocas fabulosas de verduras, y también de molletes, que son migas de aceite. Solemos pedir también la olleta de fresols y naps, es decir, de alubias y nabos.

Todo apto para vegetarianos… No tanto: en realidad, aunque el nombre no lo indique, la olleta también lleva carne de cerdo. Y en la venta cocinan un cordero maravilloso.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_