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La vuelta ciclista, inspiración viajera

Playas, puertos y otros rincones en la costa de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco que salen al paso de La Vuelta 2016 a partir del 20 de agosto

La playa de A Lanzada, en O Grove (Pontevedra).
La playa de A Lanzada, en O Grove (Pontevedra).Jesús Nicolás Sánchez

Si hay un deporte que en televisión despierte el ansia por ver mundo, ese es el ciclismo. La aparición del helicóptero amplió el atractivo de las carreras por etapas a modo de documentales panorámicos. En Italia incluyen una ficha turística de la localidad por donde pasa El Giro, y aún quedan en las retinas de millones de televidentes el paso del Tour 2016 a la vista del Mont Blanc.

Son muchos los veraneantes que, a partir del 20 de agosto, organizan sus vacaciones para disfrutar con el tránsito de La Vuelta a España (www.lavuelta.com) y su ambiente deportivo a la par que festivo; los hay incluso que han cubierto por su cuenta alguna de las etapas.

Esta edición, el libro de ruta incluye el litoral de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. En esta edición 2016, la Costa Norte será la gran protagonista, de ahí que hayamos omitido las cinco etapas que tocan la costa mediterránea. De las etapas norteñas elegimos lugares para animar al pelotón y, ante o después, disfrutar del entorno costero.

PASEO POR EL ADARVE

2ª etapa. 21 de agosto. Orense-Baiona

Buena idea es esperar La Vuelta practicando deportes náuticos como el catamarán en la espaciosa playa América (Nigrán), en las pontevedresas Rías Baixas, a 800 metros de la carretera por donde transitarán los corredores. Playa América, además, tiene conexión directa con la autopista.

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Mientras montan o desmontan la meta de Baiona, hay tiempo para rodear la fortaleza de Monterreal (siglos XII-XVI), actual parador, por el paseo acondicionado por las almenas (entrada: 1 euro). O ir a la Casa de la Navegación, inaugurada en 2014.

La playa de Carnota (A Coruña).
La playa de Carnota (A Coruña).Xurxo Lobato

ALTO DE AS PAXAREIRAS

3ª Etapa. 22 de agosto. Marín-Mirador de Ézaro (Dumbría)

Esta etapa entre las Rías Baixas (Pontevedra) y la Costa da Morte (A Coruña) no es sino un tributo a la belleza litoral de Galicia. Disfrutar de los tiempos muertos junto a los hórreos pesqueros de Combarro (Pontevedra), o buscar los espacios abiertos que ofrece al automovilista la playa de A Lanzada. Ya en A Coruña, se ataja el recorrido costero saltando de la apacible ría de Muros y Noia a la fragorosidad de la Costa da Morte por el alto de As Paxareiras (515 metros), deslumbrante balcón junto al parque eólico sobre el playazo de Carnota, el monte Pindo y el cabo de Finisterre. Llevar ropa de abrigo.

La meta se eleva hasta el mirador de Ézaro (Dumbría), que resulta inigualable, situado como está junto al único río europeo -el Ézaro- que desemboca sobre el mar en forma de cascada. Repecho de 260 metros en el que los ciclistas sufren a cámara lenta, muy favorable para el murciano Alejandro Valverde.

GARITA VERTIGINOSA

4ª Etapa. 23 de agosto. Betanzos-San Andrés de Teixido (Cedeira)

Tras orillar la ría de Betanzos, La Vuelta rendirá homenaje a la playa Grande de Miño, una de las más extensas de la costa Ártabra. Luego la ruta costea con encanto hasta Pontedeume y la playa de Cabana, prolongada con bosque de pinos. A la altura de la bonita playa familiar de Vilarrube (Cedeira) podremos degustar en Casa Caneiro, al pie de la carretera, almejas, percebes, berberechos y zamburiñas.

Habrá que aguzar el ingenio, hablando con vecinos de Cedeira o Cariño, para ser testigos del final de etapa en la caseta-mirador del Vigía de Herbeira, inédita en La Vuelta. Debido a la altura (616 metros), la niebla suele hacer acto de presencia, ocultando el acantilado más elevado de la Europa continental. Ir bien abrigado. La mágica aldea de San Andrés de Teixido, centro de peregrinación gallega, admite pocos visitantes. Mejor bajar a verla otro día, y fotografiarla a vista de pájaro desde el Chao do Monte.

La playa das Illas, cerca de Ribadeo (Lugo).
La playa das Illas, cerca de Ribadeo (Lugo).Jürgen Richter

LA MARIÑA LUCENSE

5ª etapa. 24 de agosto. Viveiro-Lugo

La Vuelta recorre la Mariña Lucense casi al completo y sin casi elevaciones del terreno. Para ver el arranque de la etapa lo mejor es dejar el coche en la playa de Area (Viveiro), donde podremos comer, bañarnos y darnos un homenaje en el estupendo restaurante Nito. En esta ruta podemos aprovechar para comprar porcelana de Sargadelos en su fábrica y tienda de Cervo. La serpiente multicolor pasará después por el puerto de Burela, donde está atracado el barco bonitero musealizado. Quienes no hayan reservado el acceso a la playa de Las Catedrales (ascatedrais.xunta.es) tiene a mano, en bajamar, la colindante playa das Illas (Ribadeo). Otra maravilla.

PUERTOS PESQUEROS CON ENCANTO

Etapa 10. 29 de agosto. Lugones-lagos de Covadonga

Vistosa y colorista. Pasado Gijón entramos en la Marina de Villaviciosa , donde podemos recolectar frutos rojos directamente del árbol en la finca El Malaín, conocer el singularísimo taller de azabachería Keka Luna de Begoña Gutiérrez (675 51 66 82), dejando a pocos kilómetros el coqueto puerto de Tazones. Otro must.

Espectacular será también el descenso por las calles mariñanas del puerto de Lastres. La curva cerrada donde se halla el recomendable restaurante El Barrigón de Bertín, donde los ciclistas entran frenados, es la mejor opción para escrutar la expresión de Froome y Contador.

Después, basta con que la cámara de la moto gire a la izquierda para ver a los bañistas y cometeros de la playa de la Espasa, visible desde la cima del puerto de El Fito, tradicional preámbulo de los lagos de Covadonga. El mirador de El Fito abarca tanto la costa como los Picos de Europa. En la bajada arbolada hacia Arriondas está señalizado el desvío al único restaurante en Asturias con dos estrellas Michelin, Casa Marcial, de Nacho Manzano.

La desembocadura de la ría de La Rabia, en el parque natural de Oyambre, en Cantabria.
La desembocadura de la ría de La Rabia, en el parque natural de Oyambre, en Cantabria.Javier Larrea

SANTILLANA TIENE MAR

Etapa 11. 31 de agosto. Colunga-Peña Cabarga

No hace falta que arranque una etapa desde el Museo del Jurásico de Asturias para ponderar el interés que concita, en especial por sus reproducciones de dinosaurios. Las huellas de saurópodos gigantes se pueden contemplar muy cerca, en la playa de La Griega.

Esta ruta consta de casi 150 kilómetros de litoral. En Asturias, la playa de San Antolín, la más extensa del concejo de Llanes, entraña un estupendo balcón para ver a los alumnos de la Escuela Asturiana de Surf, así como poder ir caminando a la ermita románica, o a la playa interior de Gulpiyuri. Desde Puertas de Vidiago se asciende la montaña del ídolo de Peña Tú.

La entrada a Cantabria nos descubre la coqueta ría de La Rabia, en el parque natural de Oyambre. Esperar a La Vuelta en la playa de Luaña, en Cóbreces (Alfoz de Lloredo), siempre recompensa, para después comprar un queso en la tienda de carretera que regentan los amables monjes de La Trapa.

Ubiarco es un topónimo ignorado por la mayoría, salvo si decimos que constituye la costa de Santillana del Mar (muchos creen que no tiene mar). Curiosa su playa de Santa Justa, con la ermita encajonada dentro de una oquedad del acantilado sobre la que descarga el Cantábrico toda su fuerza. En la meta de la empinadísima (hasta un 19%) peña Cabarga se domina toda la bahía santanderina. ¿Será esta la rampa elegida por Nairo Quintana para atacar? Parte de este macizo lo ocupa el parque de Cabárceno, que este año inaugura cabinas desde las que sobrevolar elefantes, osos y rinocerontes blancos.

IMPACTO VISUAL

Etapa 13. 2 de septiembre. Bilbao-Urdax Dantxarinea

A la salida de Deba o entre la playa de Santiago en Zumaia y Zarautz nos topamos con una carretera guipuzcoana sinuosa y costera (en invierno el océano se suele llevar bocados) en la que es imposible sustraerse al potente impacto visual. Getaria es un puertito perfecto para quedar unas horas atrapado. Tendremos a mano los muelles de la película Ocho apellidos vascos, el museo Balenciaga y el rodaballo a la parrilla del restaurante Elkano (con menos presupuesto, el Astillero). El paseo al faro es la mejor inversión de tiempo hasta tanto se despeja el atasco.

El acceso a San Sebastián es una excelente excusa para conocer el macizo costero de Mendizorrotz, cuya carretera está preparada para seducir a los amantes de la naturaleza. Tendremos a mano el asador Orioko Benta, típico local de montaña donde dar cuenta de caldo y pintxo de morcilla, y el merendero de Lusarbe. Fastuosa (y breve) la visión del faro justo antes de bajar al centro del casco urbano donostiarra.

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