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10 pistas en la nueva Oslo

Asociada a bosques nevados, pescado y vikingos, la capital noruega se revela como un referente arquitectónico y gastronómico

Entrada al museo Astrup Fearnley, proyectado por Renzo Piano en el distrito de Tjuvholmen, en Oslo.
Entrada al museo Astrup Fearnley, proyectado por Renzo Piano en el distrito de Tjuvholmen, en Oslo.NIC LEHOUX/Corbis

Quien haya visitado Oslo hace más de cinco años, difícilmente podría reconocerla en 2016. Es una de las capitales europeas que más rápido están creciendo –se espera que su población pase de 648.000 habitantes de 2015 a 832.000 en 2040, según Statistics Norway- y ha experimentado un importante cambio en su paisaje urbano. La ciudad ha visto cómo se abren paso nuevos desarrollos –especialmente en altura– mientras preserva el entorno natural que la rodea y que tanto aman sus habitantes: es su válvula de escape para disfrutar del tiempo libre durante todo el año.

Cuenta además con otro delicioso atractivo: el panorama gastronómico se ha vuelto igualmente interesante. El pasado febrero, pocos minutos después de que se presentase la nueva edición de la Guía Michelin de los Países Nórdicos, el personal del restaurante Maaemo (Schweigaards gate, 15) expresaba su inmensa alegría en redes sociales al haber obtenido su tercera estrella. Es el primer establecimiento noruego que lo consigue. 10 pistas más que interesantes en la nueva Oslo.

01 Nueva arquitectura

Escultura de Niki de Sait Phalle en el vestíbulo del hotel The Thief, en Oslo.
Escultura de Niki de Sait Phalle en el vestíbulo del hotel The Thief, en Oslo.Bo Zaunders/Corbis

Para aliviar la presión demográfica sin alterar su entorno verde, Oslo ha vuelto la vista hacia su fiordo. En los últimos años, gran parte de los nuevos desarrollos residenciales y de ocio han ocupado las zonas portuarias, expandiéndose hacia el oeste. El barrio de Tjvuholmen se ha convertido en referente de arte contemporáneo gracias al Astrup Fearnley Museum (Strandpromenaden 2), proyectado por Renzo Piano, así como a The Thief (Landgangen, 1), un hotel de diseño que recubre de arte sus paredes.

La capital noruega también crece hacia el este, la zona tradicionalmente obrera. Basta con subir a la azotea de la moderna de la Ópera de Oslo (Kirsten Flagstads Plass, 1), proyecto del estudio noruego Snøhetta, para comprobarlo. Desde allí se ve una resplandeciente hilera de nuevos edificios de oficinas y apartamentos que se eleva hacia el fiordo de Oslo. Forman parte del proyecto Barcode, que ha transformado el suelo industrial del barrio de Bjørvika.

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02 Una piscina flotando en el fiordo

Cocina del restaurante Cargo, en la península de Sørenga, en Oslo.
Cocina del restaurante Cargo, en la península de Sørenga, en Oslo.cargorestaurant.no

La península de Sørenga se extiende hasta bien entrado el fiordo, con edificios de viviendas de baja altura que se abren a espacios públicos comunes. En la punta más alejada de la tierra firme se encuentra, desde el pasado verano, un área de recreo flotante que incluye la piscina de agua salada más grande de Noruega. Invita a lanzarse desde el trampolín y a sumergirse directamente en las limpias aguas del fiordo. La zona cuenta con piscina para niños, duchas y solarium.

La visita a Sørenga, cuya finalización completa está prevista a finales de 2016, ofrece también buenas pistas gastronómicas, como el restaurante italiano Cargo (Sørengkaia, 99); una sucursal del japonés Le Meo Sushi y otra del conocido coffee shop Evita (Sørengkaia, 103), con una deliciosa selección de sándwiches y bagels.

03 El arte se acerca a la orilla

Centro Nobel de la Paz, en Oslo.
Centro Nobel de la Paz, en Oslo.Klaus Nowottnick/Corbis

También frente a las aguas que bañan la ciudad abrirá sus puertas el nuevo edificio del Museo Nacional, junto al Centro Nobel de la Paz. Mientras se completa la obra, se ha habilitado un centro de información que explica el proyecto y los planes para el nuevo centro expositivo en la antigua estación de tren de Vestbanen (Brynjulf Bulls plass, 2), llamada Mellomstasjonen (la estación de en medio, en noruego), a modo de parada intermedia hasta alcanzar el nuevo museo.

04 Mappethorpe + Munch

Otro centro que también se mudará al borde del fiordo –cuando se culmine el proyecto del arquitecto español Juan Herreros– es el Museo Munch (Tøyengata, 53). Mientras, hasta el próximo 29 de mayo, presenta Mapplethorpe + Munch, una exposición en la que se reúne por primera vez la obra de ambos artistas para ahondar en los interesantes paralelismos existentes entre ambos. 141 piezas del fotógrafo norteamericano se suman a 95 obras del pintor noruego para mostrar sus personales interpretaciones de la sexualidad y la masculinidad, que escandalizaron a la sociedad en sus respectivas épocas.

05 Compras y almuerzo en Aker Brygge

Tumbonas en el paseo marítimo de Aker Brygge, en Oslo.
Tumbonas en el paseo marítimo de Aker Brygge, en Oslo.Stanislav Krasilnikov/Corbis

Sin perder de vista las aguas del fiordo, la zona residencial de Aker Brygge también luce el particular lavado de cara de su área comercial y de ocio, en la que se concentra una amplia selección de marcas escandinavas, como Napapijri o Tiger of Sweden. También ha visto actualizada su propuesta gastronómica, en la que destaca gratamente el restaurante Asia (Stranden 1), con sabores de fusión y una carta que también recoge un buen número de propuestas vegetarianas y veganas. Todas a precios razonables. Para una comida más informal en Aker Brygge, la cadena danesa Joe & the Juice, especializada en zumos naturales y sándwiches frescos recién elaborados, acoge a sus clientes con buena música y un simpático personal, marca de la casa.

06 Las estrellas (Michelin) de Oslo

Cocina abierta del restaurante Kontrast, en Oslo.
Cocina abierta del restaurante Kontrast, en Oslo.restaurant-kontrast.no

Además de Maaemo, tres restaurantes de la capital noruega han sido distinguidos este año con una estrella Michelin: el animado Fauna (Solligata 2), resultado del buen hacer de tres amigos a los que les apasiona su trabajo, el clásico y elegante Statholdergaarden (Rådhusgata, 11) y Kontrast, gracias a su propuesta de cocina escandinava contemporánea a base de productos locales y de temporada.

07 Más novedades para comidistas

Sala del restaurante Amerigo, en Oslo.
Sala del restaurante Amerigo, en Oslo.amerigo.no

La escena foodie de Oslo también se ha actualizado fuera de las guías con interesantes y recientes aperturas. Una de ellas es la de Bokbacka (Skovveien 15), en línea con la tendencia gastronómica basada en el producto local, orgánico y de alta calidad que tanto gusta en Oslo. Otro reciente local que ya se ha hecho un hueco entre los mejor valorados es Amerigo (Henrik Ibsens gate, 60C), un bar&grill cuya carta se inspira en la cocina norteamericana, aunque no falten guiños a la cocina de Chile y Argentina. De ahí viene la elección de su nombre, en homenaje a Américo Vespucio.

La cocina española tiene también presencia visible en Oslo. De los fogones de uno de los locales pioneros en la capital noruega, San Leandro Tapas Bar (ya cerrado), ha surgido Barcia Bistro Bar (Munkendansveien, 100), con una carta en la que, además de tapas, se reinterpretan recetas tradicionales de la gastronomía española.

08 Clásicos que crecen

Hamburguesería 'gourmet' Munchies, en Oslo.
Hamburguesería 'gourmet' Munchies, en Oslo.munchies.no

Junto a las novedades, algunos locales ya consolidados en la ciudad han abierto nuevas sedes. Es el caso de la mejor pizzería de Oslo (para muchos), Villa Paradiso, que ahora se presenta en el barrio más elegante de la ciudad, Frogner (Sommerrogata, 17). Se nota en la estética del local, más cuidada, pero con idéntico buen hacer en la cocina. Los amantes de las hamburguesas gourmet tienen una referencia irrenunciable, Munchies, que acaba de estrenar un nuevo espacio en el barrio trendy de Oslo, Grünerløkka (Thorvald Meyers Gate 36A). Pan crujiente y carne jugosa, marcas de identidad de la casa, a precios muy ajustados.

09 Expertos baristas

Steam Kaffebar en Østbanehallen, en Oslo.
Steam Kaffebar en Østbanehallen, en Oslo.steamkaffebar.no

El café es algo que los noruegos cuidan con esmero. Es uno de los países del mundo que más consume por persona y año, ya que aquí se disfruta con tranquilidad y a cualquier hora del día. Oslo cuenta con excelentes establecimientos para amantes del café. Algunos, como Fuglen (Universitetsgate, 2), son casi de culto, pero ahora además hay que añadir interesantes novedades, como Steam Kaffebar y su amplia carta de cafés en la que no faltan el espresso macchiato, capuchino, caffé latte o mocca, así como diversas opciones de dulce y salado para acompañarlos. Y a quien le conquisten sus mezclas de elaboración propia, puede pedirlas (en grano) para disfrutarlas en casa. Cuenta, entre otros, con un local en Østbanehallen (Jernbanetorget, 1), nuevo espacio gastronómico y gourmet ubicado en el complejo de la Estación Central de Oslo, en el que también ha inaugurado una nueva sede la Oficina de Turismo de Oslo.

10 Cócteles selváticos

Coctelería Botaniske, en Oslo.
Coctelería Botaniske, en Oslo.

La naturaleza invade también la noche de Oslo, con nuevos locales irrenunciables como el bar Botaniske (Torggata, 17B), espacio decorado, casi a modo selvático, con plantas naturales. Seduce por su mobiliario recuperado, paredes sencillas y estucadas, buena música y, especialmente, una estupenda carta de cócteles. Un consejo: dejarse aconsejar por sus expertos bartenders.

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