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De viaje con ocho blogueros

Islas Galápagos, Galicia o Medellín son algunas recomendaciones de los autores de bitácoras digitales en español

Una tortuga, en los fondos marinos de las islas Galápagos, en Ecuador.
Una tortuga, en los fondos marinos de las islas Galápagos, en Ecuador.Sunny S. Unal

De una noche de marcha en Bucarest a un agradable paseo por la Costa da Morte de Galicia, de las exóticas islas Galápagos a la Ruta de la Seda en Uzbekistán, blogueros viajeros españoles y latinoamericanos apuestan por algunos destinos para 2015.

Una fauna increíble

SAAC MARTÍN SASTRE

» Chavetas

A mil kilómetros de la costa ecuatoriana, un singular archipiélago ha evolucionado durante siglos aislado del mundo. Iguanas que nadan, tortugas gigantes, extrañas aves prehistóricas o leones marinos que juegan con los turistas son parte de la increíble fauna que el viajero puede encontrarse en uno de los lugares del planeta con más variedad de ecosistemas, algunos marcianos, y que abre su cuota de visitantes cada año de forma controlada. Islas Galápagos es una propuesta en pleno auge y una recomendación acertada para viajeros amantes de la naturaleza.

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El corazón de la Ruta de la Seda

JOSÉ MIGUEL REDONDO

» Rincón de Sele

Uzbekistán, en el corazón de la Ruta de la Seda, es un destino muy recomendable. Viajar a este país, punto de encuentro de mercaderes y de saberes entre Oriente y Occidente, es hablar de Marco Polo, de la mágica Samarcanda y su hermosa plaza, es descubrir Bujara o Jiva, ciudades patrimonio mundial que parecen sacadas de Las mil y una noches. Cúpulas turquesas al atardecer, murallas de barro en zigzag y una de las mejores muestras de arte islámico en un país muy seguro, barato y nada masificado.

Galicia porque sí

NANI ARENAS

» La viajera empedernida

En 2015 hay que visitar Galicia. No hay ningún evento multitudinario que destaque en la agenda, ni efeméride que atraiga a las masas, pero es justo en los años en los que no se celebra nada cuando se puede disfrutar la esencia de muchos lugares. Aquí hay playas salvajes y solitarias como Carnota, en la Costa da Morte; gastronomía deliciosa con productos del mar y de la tierra (no hay que perderse la lubina salvaje que preparan en el restaurante Tira do Cordel en Fisterra); acantilados salvajes en Vixía Herbeira; faros centenarios como la torre de Hércules —el más antiguo del mundo en funcionamiento— y gentes afables pero misteriosas. Todo ello aderezado con un toque de magia. No hay mejor escondite para relajarse.

El reino de los frailecillos

PAU GARCÍA SOLBES

» El Pachinko

Mar, naturaleza, acantilados, caminatas por paisajes verdes, temperaturas suaves y pocos o ningún turista. Las islas Feroe son un viaje europeo poco común pero a sólo tres horas y media de Barcelona en avión. La joya de la corona feroesa es la excursión a la isla de Mykines, donde vive una de las colonias de frailecillos más grandes del mundo. Es una gozada andar por esos parajes esmeraldas, escuchar el revoloteo de sus diminutas alas o ver cómo devoran un pescado con esos picos tan coloridos.

Avistando ballenas

JORGE GOBBI

» Blog de viajes

Para 2015 mi recomendación es Puerto Madryn y la zona cerca del valle inferior del río Chubut, en Chubut, Argentina. Puerto Madryn es un lugar muy conocido gracias a la posibilidad de ver ballenas francas, que todos los años se encuentran allí entre agosto y noviembre. Durante varios meses se las puede ver directamente desde la ciudad o la playa de El Doradillo, pero es más que recomendable ir a Puerto Pirámides para hacer el avistamiento desde un barco. También hay más fauna, como lobos y elefantes marinos. Otras propuestas son ir a Punta Tombo (cerca de Trelew) para ver pingüinos o llegar hasta Gaiman para disfrutar el té galés con tortas a la hora de la merienda.

Tesoro viajero

R. POZA Y M. NAVASCUÉS

» El guisante verde project 

El Estado de Nueva York es un cofre del tesoro viajero. Los glaciares dejaron un paisaje de montañas, bosques y lagos cuyos nombres a menudo evocan a los nativos americanos: las cataratas del Niágara, las montañas de Adirondack (paraíso al aire libre con ciudades como Saranac o Lake Placid), Chittenango Falls, Finger Lakes, con espectaculares saltos de agua como las Taughannock Falls, el magnífico Watkins Glen SP o los Green Lakes. En la zona también están la ciudad de Siracusa y el canal de Erie, con viñedos y bodegas y microcervecerías. Una parada imprescindible para disfrutar de la gastronomía es el New York Wine & Culinary Center, junto al lago Canandaigua.

Aquí murió Gardel

DANIEL TIRADO

» Viajando sin papel higiénico

Medellín está marcada por un duro pasado de violencia, pero hoy ha logrado recuperarse y se posiciona como una urbe de desarrollo e innovación. En el Salón Málaga se dan los mejores shows de tango de la ciudad en la que murió Gardel. Y el sistema de metro y metrocable lleva al Museo de Arte Moderno, al Museo de Antioquia, la plaza de Botero, el jardín botánico o el Parque Explora y el Planetario. La diversidad de la gastronomía se disfruta con la picada que mezcla chorizo, chicharrón, morcilla, papa criolla, arepa y patacones. Otras sabrosuras son las empanaditas con ají, la sopa de mondongo o la arepita con quesito y hogao.

El París del Este

LUIS CICERONE

» Xixerone 

A principios del siglo XX, Bucarest tenía el apodo de París del Este por la elegancia de sus palacetes y calles. Bajo el régimen de Ceausescu, la mayor parte del centro fue demolido y sustituido por edificios comunistas de estilo brutalista, con epicentro en el monstruoso Palacio del Parlamento. En los últimos años, la capital de Rumania se ha convertido en una de las ciudades más animadas de Europa gracias a su movida escena alternativa y su marchosa vida nocturna. Para degustar la mejor gastronomía rumana, no hay que perderse el restaurante Crama Domnaesca.

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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