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Prepara la temporada de nieve

Consejos para poner el cuerpo a tono antes de iniciarte a esquiar

Un grupo de esquiadores bajan la pista en Sierra Nevada (Granada).
Un grupo de esquiadores bajan la pista en Sierra Nevada (Granada).

Aunque las estaciones suelen abrir en España a principios de diciembre, la temporada de esquí para los aficionados debería empezar un par de meses antes; al menos desde el punto de vista de la preparación física. Afrontar, por ejemplo, una semana en la nieve en Navidades sin haber puesto el cuerpo a tono es una imprudencia que puede acabar estropeando las vacaciones o, en el peor de los casos, causar lesiones; hay que tener en cuenta que la fatiga aparece antes en personas no entrenadas y el cansancio provoca accidentes.

Los expertos recomiendan una buena preparación general con especial atención a los músculos de las piernas, cuádriceps, isquiotibiales y glúteos que son los que evitan las caídas. Unas sesiones de gimnasio ayudarán a esquiar mejor cuando llegue el momento y a aprovechar al máximo un deporte, el esquí, que es el tercero que más calorías quema si se practica con intensidad (unas 1.000 kilocalorías por hora), solo por detrás de correr y nadar.

Dos esquiadores en la estación de esquí de Baqueira Beret, en el Pirineo catalán.
Dos esquiadores en la estación de esquí de Baqueira Beret, en el Pirineo catalán.Gonzalo Azumendi

Por eso es importante tomar un desayuno hipercalórico al empezar el día a base de hidratos de carbono (pasta, cereales…) y zumos que proporcionen energía para gastar rápidamente. Ya en la pista, son fundamentales los estiramientos para estimular los músculos previamente al esfuerzo que se les va a pedir; la primera bajada no debería hacerse de un tirón sino parando varias veces. Del mismo modo, la jornada no debería llevarnos al agotamiento; hay que saber dejarlo a tiempo. Hacer la "última" es responsable de frecuentes accidentes.

Años atrás, las lesiones del esquí se producían sobre todo por torsión y afectaban especialmente a las piernas; ahora son más frecuentes los golpes en brazos, tronco y cabeza. Las estaciones pueden ayudar a evitar los accidentes con el cuidado de las pistas, la vigilancia de las conductas peligrosas y la ayuda para utilizar los telesillas que son responsables, por caída, de un 6% de los incidentes. Pero también el esquiador puede poner mucho de su parte: controlar la velocidad, respetar a los demás y mejorar su técnica; tomar clases de esquí de vez en cuando es muy recomendable y no sólo para debutantes.

Atención también a las cámaras GoPro y similares que este año harán furor en la nieve; algunos expertos creen que en caso de caída no suelen desprenderse del casco (que es donde se llevan habitualmente) y que el adhesivo que las sujeta puede alterar la firmeza de éste; ambas cosas pueden llevar a la rotura del casco.

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Mejor alquilar

Un hombre practica 'snowboard' en la estación de La Masella, (Girona).
Un hombre practica 'snowboard' en la estación de La Masella, (Girona).Susanna Saez

Un material en buenas condiciones aumenta la seguridad y el placer de esquiar. Para la mayor parte de los aficionados, alquilarlo es, probablemente, la mejor opción. En las estaciones españolas se pueden encontrar botas y esquís de alta calidad que se renuevan cada año y se mantienen en perfectas condiciones; además, se ajustan al peso y a la forma de esquiar de cada cual en el momento del alquiler y si las condiciones de la nieve cambian se pueden sustituir por otros modelos más adecuados. Además, se evita cargar con ellos durante el viaje, el almacenamiento y el mantenimiento algo que, en el fondo, nunca se hace. Alquilar esquís, botas y bastones una semana en Baqueira Beret (Lleida), por ejemplo, cuesta 92,50 euros, adultos; 57, niños. En Formigal (Huesca), siete días de esquí con forfait y equipo para una familia de dos adultos y dos niños, 1.065,60 euros.

Si, a pesar de esto, se prefiere usar el material propio conviene tener en cuenta algunas cosas. Las botas son casi lo más importante; transmiten los movimientos a los esquís, aíslan del frío y la humedad y pueden amargar las horas si hacen daño. Si quedan grandes no sujetan lo suficiente y carecen de precisión; si son pequeñas, pueden llegar a causar dolor. Para encontrar el número adecuado hay que dejarse aconsejar en la tienda. La rigidez de la caña, es otra variable crucial; los esquiadores medios, incluso expertos, tendrán suficiente con una dureza media. Una vez adquiridas, se puede personalizar la plantilla y el botín interno para que se ajusten al pie. Hay que usarlas siempre con calcetín de esquiar, guardarlas en seco y en caliente y con los ganchos cerrados para que no se deformen. Las hay puras de pista y all mountain (mezcla de pista y travesía), con suela de goma para andar y salir a terreno virgen. Cuestan entre 100 y 600 euros.

A cada cual, su esquí

Un niño esquía en la estación de Vallnord, en Andorra.
Un niño esquía en la estación de Vallnord, en Andorra.

Como sucede con las botas, al adquirir un esquí hay que valorar la envergadura física, el nivel y el terreno en el que se suele esquiar (pista o nieve sin pisar). Básicamente en el mercado se encuentran los siguientes tipos de esquís: de competición en pista (slalom, para giro muy corto, y race carver, para giros medios y amplios y alta velocidad), esquís de gama alta (polivalentes, de giro medio, sólo para pista), all mountain (buenos para fuera de pista pero también dentro de ella), específicos para mujer (más ligeros y de reacciones más suaves) y gamas económicas.

En cuanto a medidas, los esquís cortos ofrecen giros más cortos, pero también menos estabilidad; los largos, velocidad y buen equilibrio. Los que son de patín estrecho (zona central) son más ágiles; los de patín ancho, flotan mejor en nieve virgen. Casi todos se venden con las fijaciones incorporadas a las que sólo hay que regular con el peso y el nivel del esquiador. Al menos una vez al año hay que repasar las suelas, los cantos y las fijaciones. Los precios oscilan entre los 200 y los 1.400 euros; uno de los modelos más caros es el Spirit O Two, de Stockli, 1.395 euros.

Con los esquís en la maleta

Val Tohrens (3 Valles), Francia. Del 4 al 11 de enero en residencia Tourotel, a pie de pista, 889 euros por persona. Incluye avión desde Madrid a Ginebra, traslados a la estación, siete noches en estudio para dos personas, forfait de 5 días para Los Tres Valles (600 kilómetros de pistas) y tasas.

Tignes (Espace Killy), Francia. Del 3 al 10 de enero en residencias Euro-Immobilier, 419 euros por persona. Incluye siete noches de alojamiento en apartamento para cinco personas y forfait de 6 días para el Espace Killy (300 kilómetros de pistas).

Zermatt, Suiza. Del 24 al 31 de enero en el hotel Perren de tres estrellas, 1.690 euros por persona. Incluye avión desde Madrid o Barcelona a Ginebra y traslado en tren a la estación, siete noches de alojamiento en habitación doble con media pensión, forfait de 6 días en Zermatt y tasas. (Reservas en Ven-T International Travel; telf 91 591 71 11)

St Anton, Austria. Todas las semanas de enero en apartamentos Jakob y Pettneu, 786 euros por persona. Incluye avión, tasas aéreas, traslados a la estación, siete noches en apartamentos para cuatro, forfait de 6 días para la región del Arlberg. Tasas locales no incluídas.

Selva Val Gardena (Dolomitas), Italia. Todas las semanas de enero en apartamentos en la localidad de Ortisei, 808 euros por persona. Incluye avión, tasas aéreas, traslados a la estación, siete noches de alojamiento en apartamento para cuatro personas, forfait de 6 días Dolomiti Superski y una noche extra en Venecia. Tasas locales no incluidas. (Reservas en www.piedepista.org y 91 867 90 00)

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