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24 horas en...

El refugio de Marvin Gaye

Un ‘tour’ rememora los dos años en que el cantante de soul vivió en Ostende, la ciudad costera belga donde compuso ‘Sexual Healing’. Y además, mejillones en 17 variantes y buena cerveza

Rock Strangers, escultura del artista belga Arme Quinze en Ostende.
Rock Strangers, escultura del artista belga Arme Quinze en Ostende.Andrés Campos

Enganchado a la cocaína, peleado con la Motown Records y debiendo cuatro millones y medio de dólares al fisco estadounidense: así llegó Marvin Gaye (1939-1984) a Ostende en febrero de 1981, invitado por un amigo belga, el promotor musical Freddy Cousaert, quizá la única persona en el mundo que todavía creía en él. Lo que iba a ser una pausa de un par de semanas, para aislarse de la presión y las malas influencias, se convirtió en una estancia de casi dos años, durante la cual compuso su mayor éxito, Sexual Healing.Algo ha de tener una ciudad que es capaz de obrar semejante milagro.

8.00 Quisquillas peladas a mano

Javier B
Una pescadera vende quisquillas en el mercado Vistrap.
Una pescadera vende quisquillas en el mercado Vistrap.Andrés Campos

Se llegue en ferri, como hizo Marvin, o se haga en tren (hora y tres cuartos desde el aeropuerto de Bruselas), lo primero que se ve es lo mismo, porque la estación (1) está pegada al puerto. A esta hora regresan de faenar los últimos barcos y en el mercado Vistrap (2) las mujeres de los pescadores venden cerros de quisquillas: hasta 200 kilos al día cada una. También las pelan y las despachan en tupperspara comodidad de los turistas y envidia de las gaviotas, que están al acecho. Ojo: está prohibido alimentarlas, la multa es de 250 euros. Las quisquillas se suelen tomar con cerveza roja Rodenbach, pero esto para desayunar quizá sea demasiado.

9.00 Dimensión bici

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Junto a la estación hay un fietspunt (www.fietsenwerk.be) o punto de alquiler de bicis, que son el medio idóneo para recorrer una ciudad llana y con un paseo marítimo de casi siete kilómetros. El ciclismo, en Bélgica, es el deporte nacional, casi una religión. Y el mejor recuerdo de Ostende, los Flandriens (www.flandriens.bike), unos ciclistas en miniatura de aluzinc (aleación de aluminio y zinc) pintados a mano con los colores de todos los equipos y banderas. Los venden en Plum (3) (www.plumoostende.be), en la esquina de Nieuwstraat y Schipperstraat, a menos de cien metros del mercado Vistrap.

Una Flandrien, miniatura ciclista de aluzinc, aluminio y zinc.
Una Flandrien, miniatura ciclista de aluzinc, aluminio y zinc. Andrés Campos

10.00 El fuerte de Napoleón

Con la bici podemos coger el ferri gratuito que cruza el puerto para visitar Fort Napoleon (4) (www.fortnapoleon.be), una fortaleza pentagonal construida en 1810 por el susodicho con la idea de invadir Inglaterra, que está casi a tiro de cañón. Luego seguimos la senda litoral, pedaleando entre altos faros, diques y búnkeres de las muchas guerras que ha habido en estas costas y campos de Flandes. Si lo bélico nos interesa, estamos en un lugar clave, porque este año se cumplen cien del inicio de la I Guerra Mundial y hay un montón de eventos y museos renovados en la región. Imprescindibles la Trinchera de la Muerte (5), en Diksmuide; los museos de Ypres (6) (www.inflandersfields.be) y Passchendaele (7) (www.passchendaele.be), y el tremendo cementerio de Tyne Cot (8), con sus 12.000 lápidas blancas. Todas las actividades en www.flandersfields.be.

11.30 Del gimnasio a la taberna

De vuelta en la ciudad, hay que dirigirse a la oficina de turismo (9) (Monacoplein, 2; www.visitoostende.be) para hacer el tour de Marvin Gaye (www.marvingaye.be), un paseo autoguiado con la ayuda de un ipod, donde se va viendo un documental sobre la estancia del cantante en Ostende a medida que se visitan 12 lugares: desde el gimnasio donde se recuperaba de tanta mala vida (Koninginnelaan, 76) hasta el apartamento en que compuso Sexual Healing (Albert I Promenade, 77), pasando por la vecina taberna Floride, donde jugaba a los dardos con marineros que no sospechaban quién era aquel espigado negro que cantaba como los ángeles en la iglesia de Nuestra Señora de las Dunas, ni de dónde venía (algunos pensaban que de Paraguay). Es la película real y emocionante de un artista que revive con las atenciones de una familia belga y mucha comida casera.

13.30 Bombones rellenos de cerveza

Al lado mismo del apartamento y de la taberna favorita de Marvin está el restaurante Beluga (10) (Albert I Promenade, 73; www.belugaoostende.be), donde se come el mejor pescado del mar del Norte mirando a la inmensa playa. El dueño, Dirk Casteleyn, habla español. Si queremos mejillones, en De Mosselbeurs (11) (Dwarstraat, 10; www.demosselbeurs.be) los hacen de 17 maneras, desde al natural hasta estilo tailandés, con curri, coco y cilantro. Y si queremos un postre que reúna lo más típico del país, los bombones rellenos de cerveza de Choc’Lady (12) (Christinastraat, 60; www.choclady.be).

15.00 La casa de James Ensor

Marvin Gaye no fue el único gran artista que vivió en Ostende. Aquí nació (1860) y murió (1949) James Ensor, el pintor de las máscaras y las calaveras carnavalescas que tanto influyó en expresionistas y surrealistas. Parte de su obra se exhibe en Mu.ZEE (13) (Romestraat, 11; www.muzee.be), museo de arte belga contemporáneo instalado en unos antiguos almacenes de comercio. Para ahondar más en el extraño mundo de Ensor se puede también visitar su casa (14) (Vlaanderenstraat, 27; www.muzee.be/en/ensor).

16.00 Dos barcos-museo

Con niños, el plan está claro, porque las grandes atracciones de esta ciudad marinera son sus barcos. Abierto al público está el Mercator (15) (www.zeilschipmercator.be), un antiguo barco-escuela de tres mástiles y 68 metros de eslora que, en sus buenos tiempos (1935), transportó dos moáis de la isla de Pascua. Y lo está también el Amandine (16)  (www.zeilschipmercator.be/amandine/), un viejo arrastrero que anduvo 33 años pescando bacalaos entre las olas de Islandia.

18.00 ‘Strangers’ al atardecer

Las más bellas puestas de sol se gozan en las Galerías Reales y Venecianas, cuando los últimos rayos doran la piedra de estos nobles soportales del paseo marítimo y las parejas se pierden entre las casetas de baño. Antes hay que ir a la plaza Zeehelden, donde empieza la playa, para ver la espectacular instalación escultórica Rock Strangers (17)del artista conceptual Arne Quinze, aún más roja de lo que ya es.

20.00 Cena en el Kursaal

Se cena bien y barato en Belle de Jour (18) (Aartshertoginnestraat, 5), un bistró desenfadado, con platos del día y cervezas belgas. Y mejor, pero más caro, en el restaurante Agua del Mar (www.aguadelmar.be), que está en el Kursaal (19), el casino y sala de conciertos donde Gaye actuó en el verano de 1982, donde grabó el vídeo de Sexual Healing y donde una escultura dorada lo recuerda sentado al piano. Poco después de aquello volvió a Los Ángeles y a las drogas, y fue asesinado. No debió abandonar Ostende, su refugio.

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