Tiempo de rosados
Ocho vinos modernos y con personalidad ideales para el buen tiempo
Con el buen tiempo han llegado los rosados, ese vino fresco y transgresor que presagia los calores estivales. No es de extrañar que tenga cada año mayor presencia avalado por sus aromas de fruta madura, carnosa, silvestre, roja y negra; por el de embrujo floral de los pétalos de rosa, violeta o azahar; por los perfumes silvestres de un jardín encantado. La acogida del rosado por los consumidores, unido a la sustancial mejora en su elaboración, ha propiciado la aparición de propuestas cada vez más audaces y diversas: hay rosados criados sobre lías, dotados de una chispeante aguja, bajos en alcohol, de primera prensa… Lo que se manifiesta en la amplia gama de colores con los que se visten: piel de cebolla, ojo de perdiz, rosa pálido, amarillo rosáceo, rojo salmón o rojo cereza. Variedad que viene de la mano del bodeguero inquieto, del enólogo imaginativo, ambos buscando hacerse un hueco en el supermercado y llamar la atención de unos consumidores cada vez más exigentes. Esta es una selección de ocho rosados que aportan un plus de originalidad.