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Escapadas

Rulos en la playa de Supertubos

Peniche, al norte de Lisboa, vive volcado en el surf gracias a las salvajes olas atlánticas

Surferos y espectadores en la competición Rip Curl Pro, en octubre de 2013, en la playa de Supertubos de Peniche (Portugal).
Surferos y espectadores en la competición Rip Curl Pro, en octubre de 2013, en la playa de Supertubos de Peniche (Portugal).José Sena Goulao

Llueve, truene o haga sol, la mayoría de los visitantes de Peniche lo primero que hacen cada mañana es mirar de dónde sopla el viento y los horarios de las mareas. Estos son dos de los factores principales que determinarán lo que harán ese día. Bueno, o más bien dónde lo harán, porque lo que tienen claro es su objetivo: cabalgar sobre las olas. El surf es un deporte que se practica desde hace décadas en este pueblo pescador a 90 kilómetros al norte de Lisboa. “Empecé a hacer surf en el año 1978”, asegura Alberto, de 52 años, que regenta una tienda de electrodomésticos en el casco histórico. Y sigue: “Unos australianos alquilaron unas habitaciones en casa de mis padres y se dejaron las tablas cuando se fueron”.

Dos surferos en Peniche.
Dos surferos en Peniche.Sydney Bourne

El fenómeno ha crecido de forma exponencial desde que en 2009 una famosa marca de neoprenos llevara una prueba del Mundial a las playas de Peniche. No era una prueba cualquiera, era el Rip Curl The Search, una competición que no se sabe dónde se disputa hasta pocos meses antes de la misma. Desde entonces, el Mundial ha encontrado una nueva casa europea, y los mejores surfistas del planeta se declaran fans de los ya famosos rulos de la playa de Supertubos.

Según se llega a Peniche por la IP-6 se respira el ambiente surfero. Coches, furgonetas, caravanas e incluso camiones, la mayoría decorados de forma barroca con pegatinas de todos los tamaños y colores, van y vienen por la carretera. Las tablas o se ven o se intuyen. En cuanto se entra en cualquier núcleo urbano de la región, uno se topa con escuelas de surf, surfcamps, tiendas especializadas, gente de todas las edades andando con su tabla debajo del brazo y los neoprenos a medio quitar. “Jamás pensé que hablaría con un esloveno, un ruso o un sueco en las calles de Peniche”, asegura Alberto. “Ahora cada vez son más”. Hasta el Ayuntamiento ha modernizado su imagen y su lema: “Capital da ondas” (capital de las olas).

Javier Belloso

¿Pero qué es lo que hace a Peniche un sitio tan especial para la práctica del surf? En un radio de 10 kilómetros alrededor de la península en la que está situada la villa hay hasta ocho localizaciones (spots) ideales para hacer surf. Hay playas para todos los niveles; los principiantes pueden ir a la zona de Meio da Bahia o Cantinho da Bahia, entre la península de Peniche y la isla de Baleal, con una orientación norte-noroeste. Mientras que los más expertos acuden a la ribera oeste del istmo para emular a los pros en las olas rompetablas de Molhe Leste y, sobre todo, de Supertubos. Salvo en Lagido, al este de Baleal, y en Consolaçao, al sur de Supertubos, todos los fondos son de arena. Y si uno prefiere disfrutar de un día de surf tranquilo, alejado de todo el ajetreo y el bullicio de los lugares más conocidos, puede desplazarse hasta Belgas, el spotmás septentrional de la zona. En pocos sitios hay olas tan buenas casi todos los días del año en un radio tan pequeño. La localización de la península, la llanura que la une a tierra firme y su situación geográfica —es el segundo punto más occidental de la península Ibérica— hacen que, sople de donde sople el viento, siempre haya varias playas donde surfear.

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Las islas Berlengas

 Eso sí, la oferta turística de la zona va mucho más allá de los neoprenos, las tablas y las olas. Sus playas son envidiables, kilométricas parábolas de arena blanca bordeadas por un sinfín de dunas. Las islas Berlengas, justo enfrente de Peniche, fueron declaradas reserva de la bioesfera en 2011 y son ideales para la práctica del buceo. Entre la oferta de turismo cultural destacan la ciudad amurallada de Óbidos o el monasterio de Alcobaça.

Cuando tras el horizonte marino se pone el sol, todavía quedan algunas tablas en el agua; el resto está en alguno de los chiringuitos de la playa disfrutando de una cerveza, mirando las olas y comentando las mejores jugadas del día. De lo que no hablan es de qué van a hacer al día siguiente. El debate ni se plantea: surf.

Guía

Cómo ir

Información

» Peniche se encuentra a unos cien kilómetros en coche al norte de Lisboa.

» Ayuntamiento de Peniche (www.cm-peniche.pt).

» Turismo de Portugal (www.visitportugal.com/es).

» www.penichesurfguide.com

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