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Los españoles que cruzaron el Río Grande

Un museo virtual de Google explora el legado español en Estados Unidos desde las misiones hasta el origen hispano del dólar

Isidoro Merino
La misión de Carmel, en California.
La misión de Carmel, en California.Richard Nowitz

Hace 500 años, en 1513, el explorador español Juan Ponce de León desembarcó en una cálida península a la que bautizó La Florida buscando la fuente de la eterna juventud. No la encontró, aunque a muchos de los jubilados estadounidenses que hoy disfrutan del clima de la zona les hubiese gustado que lo hiciese. Ese mismo año, otro explorador español, Vasco Núñez de Balboa, se daba de bruces con un océano al que llamó Pacífico. Desde entonces, hasta 1821, la bandera española ondeó sin interrupción en el territorio que hoy es Estados Unidos: un total de 308 años (la de Estados Unidos, los 237 restantes).

Ahora, un ambicioso proyecto del Instituto Cultural de Google (GCI) y del Ministerio de Asuntos Exteriores español llamado Spanish Legacy ahonda en la huella española a través de un conjunto de siete exposiciones virtuales que abarcan desde la aventura de los primeros exploradores hasta el origen novohispano del dólar. Con gran despliegue gráfico —en la línea de otras iniciativas del GCI, como los deslumbrantes museos virtuales de Google Art Project— y textos en castellano y en inglés, este museo virtual explica, por ejemplo, el origen de poblaciones como San Agustín (Florida), la ciudad europea más antigua en Norteamérica, o San Francisco (California). El carácter modular del espacio permite variar el número de exposiciones o sus contenidos.

Camino de Tierra Adentro

Una de las exposiciones más interesantes es la que se ocupa de los caminos reales, rutas que unían las principales misiones y poblaciones de Estados Unidos y México. La más importante de estas rutas era el Camino de Tierra Adentro, también conocido como Camino de Santa Fe (Santa Fe Trail). Inaugurado por los españoles en el siglo XVIII, discurría a lo largo de 2.560 kilómetros entre la capital de México y Santa Fe (Nuevo México).

Por él se organizaba cada tres años la llamada Conducta, una larga caravana de carretas en la que viajaban familias de colonos, frailes y soldados de escolta transportando cabezas de ganado, semillas, herramientas, aperos de labranza, muebles, instrumentos musicales, papel, tinta y otros enseres. El viaje duraba seis meses y atravesaba las áridas tierras del norte del virreinato: Querétaro, Zacatecas, Durango, Chihuahua o El Paso, donde la expedición debía vadear el río Grande antes de llegar a su destino. Las crecidas de los ríos o la sequía extrema, como la de la famosa Jornada del Muerto, un tramo de cien kilómetros sin un solo ojo de agua, ponían a prueba a personas y animales. La ruta tuvo después un importante papel en la conquista del Oeste. Y en el cine.

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Sobre la firma

Isidoro Merino
Redactor del diario EL PAÍS especializado en viajes y turismo. Ha desarrollado casi toda su carrera en el suplemento El Viajero. Antes colaboró como fotógrafo y redactor en Tentaciones, Diario 16, Cambio 16 y diversas revistas de viaje. Autor del libro Mil maneras estúpidas de morir por culpa de un animal (Planeta) y del blog El viajero astuto.

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