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Una botella de vino en las montañas de Young Harris

En el norte de Georgia se encuentra un lugar mágico: el viñedo Crane Creek

Vista del lago que hay en el centro de la propiedad.
Vista del lago que hay en el centro de la propiedad.Paul Alonso

Young Harris es un pequeño pueblo en medio de los montes Apalaches, en el norte de Georgia, con 899 habitantes y 2,6 kilómetros cuadrados de área, poblado de montañas, lagos y naturaleza abrumadora. Es un lugar visitado para hacer montañismo (hiking) y kayak. La principal institución del pueblo es Young Harris College, una pequeña escuela de artes liberales. Hay algunos spa y hoteles retirados; demasiadas iglesias metodistas y bautistas. Aunque está a dos horas y media de ciudades interesantes (Asheville, Athens, Atlanta), queda, como se dice en mi tierra, donde el diablo perdió el poncho. Puede ser un lugar para experimentar una profunda soledad o quizás también para encontrar en el silencio, en el verdadero silencio, lo que perdiste. Yo pasé ahí nueve meses y me retiré de todo, menos del vino.

Y es que en Young Harris hay un lugar entrañable para tomar vino: el viñedo Crane Creek, un sitio mágico con 12 acres dedicados al cultivo de la uva. Se trata de un negocio familiar iniciado en 1995 por Eric Seifarth, un militar retirado que aprendió a disfrutar del vino cuando estuvo destinado en el norte de Italia, y su esposa Deanne. Producen 13 tipos distintos y el más popular es el Hellbender Red, un tinto de buen cuerpo premiado recientemente en el San Francisco Chronicle Wine Competition. Otro tinto destacable es el Brasstown Mountain Claret (mezcla de variedades Cabernet Sauvignon -25%- y Cabernet Franc -75%-), y entre los blancos, mi favorito es el Seyval Blanc, un híbrido de uvas francesas, seco, de color amarillo pálido. El Enotah White (100% Chardonel) o el Vidal Blanc (un cruce de Ugni Blanc y Rayon d’Or) son otras dos alternativas. Las copas cuestan 6 dólares y las botellas entre 15 y 20.

Pero lo mágico del lugar no son solamente lo caldos que elabora. La sala de cata se encuentra en una pequeña casa edificada en 1880, junto a la que se ha habilitado una terraza con mesas y sillas para los visitantes frente a una gran vista panorámica. En la granja, donde además se pueden comprar quesos y otros complementos, habitan caballos, burros, gallinas y se cultivan vegetales. Todo rodeado por las montañas de Blue Ridge, escenario perfecto para el lugar más encantador de Young Harris, el lago, ubicado en el centro de la propiedad, e ideal para el aislamiento y la contemplación.

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