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Viaje a la Viena romana

A 45 kilómetros de la capital austriaca, merecen la pena las ruinas y reconstrucciones de la antigua Carnuntum

La puerta Heidentor, en Carnuntum.
La puerta Heidentor, en Carnuntum.Stefan Baumann

El Danubio marcó durante cientos de años y miles de kilómetros uno de los límites más duraderos y estables del Imperio Romano. A lo largo de esta frontera natural, los romanos levantaron multitud de campamentos militares, construyeron calzadas y se asentaron en villas y ciudades. Vindobona, la actual Viena, fue uno de estos puestos militares. Y cerca de allí están también las ruinas de Carnuntum, otrora la capital de la provincia de Panonia y una de las urbes más vibrantes del Imperio.

Hoy en día, la presencia romana en Viena es difícil de encontrar, aunque el mismo nombre de la ciudad (en alemán Wien, pronunciado Vi:n) pone de manifiesto el origen de esta ciudad. Si bien en su apogeo 30.000 personas moraron Vindobona, poco queda de aquel asentamiento militar o de los edificios civiles. Con todo, la antigua Roma puede sentirse en alguna de las calles de la ciudad, como la Marc-Aurelstraße, dedicada al Emperador Marco Aurelio, o en el agua embotellada Römerquelle (manantial romano), muy popular en toda Austria.

La visita a Vindobona debe comenzar en el museo romano de Viena (Hoher Markt 3), situado dentro de los límites del antiguo asentamiento militar. El museo recoge y expone diferentes artefactos encontrados a lo largo de los años, y ofrece un amplio recorrido por la historia de Roma en Austria. En los sótanos del museo pueden verse ruinas romanas, incluyendo un hipocausto bastante bien conservado. La siguiente parada es Michaelerplatz, donde a los pies de la Spanische Hofreitschule (Escuela Española de Equitación) se encuentran restos de la canabae legionis. Salvo alguna que otra sorpresa, como las piedras de la antigua terma sitas en Sterngasse, los restos de columnas situados detrás de la Glorieta de Schönbrunn o las piedras dentro del cine Artis International (Schultergasse 5), poco más puede verse en Viena de la presencia romana.

Sin embargo, los amantes de la arqueología e historia romanas encontrarán en Carnuntum las ruinas de lo que antaño fue una gran capital civil y militar de más de 50.000 habitantes. Aquí, en el año 308, la tetrarquía instaurada por el Emperador Diocleciano se reunió a iniciativa del Emperador Galerio para sentar las bases de lo que en el año 313 daría pie al Edicto de Milán de los emperadores Constantino y Licinio. Carnuntum se sitúa a unos 45 kilómetros al este de Viena, en dirección a Bratislava, y fue fundada muy a principios del siglo I d.C. por el entonces tribuno Tiberio. Se calcula que entre el castrum, la cannaba y el municipium, Carnuntum llegó a extenderse unos 10 kilómetros cuadrados en la orilla sur del Danubio. A fecha de hoy, solo un 0,5% se ha excavado, pero importantes restos arqueológicos han salido a la luz y forman parte del parque arqueológico, como dos anfiteatros o restos del foro.

Vista de las reconstrucciones y las ruinas originales de Carnuntum.
Vista de las reconstrucciones y las ruinas originales de Carnuntum.José Miguel Roncero

La vista a Carnuntum debe comenzar por el parque arqueológico del municipio de Petronell-Carnuntum (Hauptstraße 1a), donde no solo pueden verse los restos originales de los edificios, sino también espléndidas reconstrucciones, como las de baños públicos, una villa urbana o la casa de un adinerado mercader (la casa de Lucio). Estas reconstrucciones, realizadas siguiendo técnicas y procedimientos clásicos, pretenden mostrar al visitante cómo era la vida en el Carnuntum del siglo IV. Los edificios están completamente amueblados, disponen de cocinas e hipocaustos operativos, despensas con productos de la época, y en los baños públicos, agua en las piscinas o sala de lectura y escritura.

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Un paseo por las calles llevan al visitante 1.700 años atrás en el tiempo, especialmente si la visita coincide con alguno de los eventos temáticos que se realizan a lo largo del año, entre los que destacan los culinarios (con mucho vino) y las recreaciones históricas. Antes de abandonar el parque arqueológico es aconsejable visitar las ruinas del foro y de los baños públicos principales, situadas a unos 500 metros al noroeste del parque arqueológico, aunque éstas solo pueden verse desde el exterior del recinto.

El viaje al pasado continua visitando los anfiteatros de Petronell (perteneciente al asentamiento civil) y Bad Deutsch-Altenburg (del asentamiento militar). El anfiteatro de Petronell, originalmente construido en el siglo II, se encuentra a unos 700 metros del parque arqueológico. En su momento de máximo esplendor 12.000 espectadores rugían y se deleitaban con diferentes spectacula: peleas de gladiadores o caza de fieras. También se usó para grandes asambleas y otros eventos públicos. Muy cerca del anfiteatro se han descubierto las ruinas de una escuela de gladiadores a la altura del mismísimo Ludus Magnus de Roma. El anfiteatro de Bad Deutsch-Altenburg estaba dedicado a la diosa Némesis y su aforo era más reducido que el edificio de Petronell. No obstante, en este último pueden verse hoy en día recreaciones de combates de gladiadores.

El siguiente punto es la Heidentor (la Puerta Pagana), a unos dos kilómetros del parque arqueológico. Situada a las afueras de la ciudad, este arco del triunfo fue erigido en el siglo IV en honor del Emperador Constantino II. Es una de las puertas más impresionantes y una de las ruinas romanas mejor conservadas de Austria.

El recorrido por Carnuntum no puede acabar sin visitar los museos dedicados al antiguo municipium. En Bad Deutsch-Altenburg encontramos el más relevante de éstos, el museo carnuntino (Badgasse 40). Este museo, inaugurado por el Emperador Francisco José y construido a imagen de una villa romana, recoge numerosos artefactos y piezas encontrados en Carnuntum, tales como joyas, cerámica, armas, herramientas u objetos de culto, entre otros. En Hainburg, una pequeña e interesante ciudad medieval amurallada con tesoros como una puerta de 20 metros de altura, se encuentra la Kulturfabrik (o centro cultural, Kulturplatz 1), una antigua fábrica de tabaco a orillas del Danubio reconvertida en museo, donde podremos disfrutar de exposiciones sobre Roma, Carnuntum, y la presencia romana en Panonia.

Desde Viena, se puede llegar a Carnuntum en transporte público (tranvía S7 desde Wien-Mitte/Landstraße). Sin embargo, para cubrir toda la visita en un día, es aconsejable el uso de un coche.

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