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VIAJEROS URBANOS

Vinos sin tabúes en Santiago de Chile

Catas en el país andino para degustar los caldos menos convencionales

Eldad Carin

A pesar de que todo chileno es consciente de la calidad de los vinos de su país, no es sino desde hace unos pocos años que la cultura en torno a esta bebida ha adquirido más adeptos y se ha vuelto más interesante. Así, primero comenzaron a aparecer, a comienzos de la década de 2000, las primeras vinotecas con aires de boutique, orientadas principalmente al público extranjero. Luego, las viñas se abrieron a los visitantes, ofreciendo sitios para comer, paseos guiados y tiendas donde comprar los productos más destacados. Por último, todo nuevo restaurante que ha abierto en Santiago y que se precie de tener clase, cuenta con un sommelier que aconseja el vino apropiado para la ocasión.

Sin embargo, el potencial de la industria vitivinícola va más allá de todo eso. La cultura popular nos dice que cada vino es un mundo y, por lo tanto, el mundo del vino es inagotable en calidad, variedad, innovación y, por qué no decirlo, en osadía. Es justamente esta última característica la que ha movido a Louis-Antoine Luyt, un francés radicado en Chile, y su socio Sebastián Alvear, a agrupar a los productores menos convencionales –incluido el propio Luyt– en un encuentro de degustación llamado Chanchos deslenguados.

Esta cita es la oportunidad perfecta para probar aquellos vinos que rompen el estereotipo comercial y cuya identidad viene marcada por la tierra de donde provienen y las manos que lo producen. Y decir esto no es pecar de cliché, ya que se trata, en la mayoría de los casos, de vinos artesanales de pequeñísima producción y que han traído de vuelta a sus procesos los métodos más tradicionales: arado con animales, cosecha manual, fermentación con la propia levadura de la uva, guarda en vasija de greda y la exclusión de aditivos químicos.

País de Quenehuao, de Luyt; los pinot noir, de Villard y Montsecano, ambos del valle de Casablanca; y el carignan de Villalobos, del valle de Lolol, son algunos de los vinos que han destacado en las ediciones pasadas. Es posible probar estas bebidas únicas previo pago de una cuota de unos 5 euros, la cual da derecho a una copa. Además, y para que copa tras copa el asistente no se deslengüe demasiado, es posible degustar panes, miel, paté, quesos y otros productos elaborados orgánicamente.

Para estar al tanto de la fecha y lugar de los próximos eventos de Chanchos Deslenguados, se puede visitar la web de Vinos Naturales o seguir su cuenta en Twitter: @vinosnaturales.

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