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Desde mediados de noviembre hasta el día de Navidad, la ciudad de Viena se transforma en un opulento parque de atracciones invernal, rebosante de espíritu navideño, copas y más copas de glühwein (vino caliente con especias) y bocanadas de lebkuchen (galletas de Navidad) con aromas de jengibre. Situados ante el escenario de la grandeza arquitectónica del antiguo Imperio Austrohúngaro, sus christkindlmarkts (mercados navideños) son tan pintorescos como un calendario de adviento exquisito. A diferencia de otras ciudades europeas, los artesanos históricos de Viena se las han arreglado para sobrevivir. A pesar de que las tiendas de las grandes marcas se hayan hecho fuertes en Stephansplatz y en Kärntnerstrasse, no han impedido que comerciantes como un pastelero que lleva 200 años con su negocio continuaran con su actividad. Las bocacalles de la ciudad están listas para que descubramos sus tiendas. Desde un wener frühstück (desayuno vienés) por la mañana hasta la última copa en el Loosbar, y entre medias todas tus compras, Viena es el destino ideal para las fiestas. Monocle te lleva de excursión durante 48 horas en busca de esos regalos navideños únicos que no encontrarás en ninguna otra calle comercial del mundo. Textos: Alicia Kirby Traducción: Mercedes Cebrián
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Viena, pasión por el detalle

25 tiendas en la capital austriaca donde se mima lo artesanal

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