AL SOL
Playas como recién creadas
El ladrillo no ha llegado a ellas. Accesibles o que requieren una agradable caminata o un barco. Patrimonio para disfrutar de una belleza elemental
En los 8.000 kilómetros de costa española aún quedan arenales prodigiosamente salvajes, ignotos para el gran público. Nos tientan con el cebo infalible de la arena y la “sonrisa innumerable de las olas marinas” (Esquilo). Parejas, familias, naturistas o vestidistas, todos en general, lo que más agradecen es la paz, la embriaguez ante el estado de esta naturaleza preservada.
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