Tío Pepe, el más fino

La historia de González Byass se inicia en Jerez de la Frontera, rincón gaditano entre el cielo y la tierra blanca albariza, alquimia yeso, luz y agua, que da origen a todo un universo de vinos generosos que abarca desde seco y estilizado fino hasta el rotundo oloroso, pasando por el amontillado y acabando en el denso Pedro Ximénez. Todo se inicia en 1835, cuando Manuel María González Ángel, con solo 23 años, decide dedicarse en cuerpo y alma al próspero negocio de los vinos jerezanos. Ese mismo año ya exporta sus primeras botas a Londres, iniciando una expansión comercial que no parará de desarrollarse. La Constancia es el nombre de su primera bodega, y signo de su carácter, que trasmitirá a sus descendientes. Y aquí nace, en 1844, el vino con más renombre universal, el primer fino jerezano y actualmente el más vendido en todo el mundo en su categoría: Tío Pepe. Su imagen inconfundible, emblema jerezano enfundado en su chaquetilla y su sombrero de ala, han hecho de González Byass la bodega española con una imagen más internacional, y una de las más visitadas del mundo. Todos los años, más de 300.000 personas recorren sus laberínticas instalaciones, una pequeña ciudad llena de rincones mágicos, donde se encuentran bodegas tan prestigiosas como Los Apóstoles, La Cuadrada, La Concha, firmadas por los mejores arquitectos de cada época, desde Eiffel a Eduardo Torroja. Verdaderas catedrales, donde la altura, la orientación, el suelo de albero y la penumbra se alían con la naturaleza y el saber de los capataces para crear vinos exquisitos.

» González Byass (www.gonzalezbyass.es). Jerez (Cádiz).