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Reportaje:24 HORAS EN... YORK

La vieja York, con ojos nuevos

La capital amurallada del condado de Yorkshire fue campamento del emperador Constantino y poblado vikingo. Mansiones encantadas y tabernas centenarias en la cuna del jamón dulce

Vieja York. La ciudad que sirvió de nostálgica referencia al Nuevo Mundo e inventó el más célebre jamón acaba de ser elegida por millones de usuarios de Trip Advisor como la urbe donde mejor se come y se bebe de Reino Unido, y la quinta de Europa. Sibarita y vieja: tanto como aquel campamento romano que dejó Constantino el Grande cuando le hicieron emperador. York reinventada por los vikingos, que aquí se volvieron campechanos y tranquilos, contagiados sin duda por la campiña de Yorkshire, risueña y blanda como una acuarela. Vieja York romántica y medieval, amurallada y encantada, que cada noche sale a cazar fantasmas...

9.00 El águila y la cruz

Lo primero, sacar el Yorkshire Pass, que permitirá ahorrar unos cuantos chelines (1 día, 40 euros; 2 días, 52 euros; en el Visitors Centre (1), Museum Street, 1; www.visityork.org). Con él, podemos arrancar en la catedral (2) porque fue allí donde todo empezó. Allí tenían su nido las águilas de la legión que comandaba Constantino, un 25 de julio del año 306, cuando trajeron de Roma su nombramiento imperial; 20 años más tarde, daría luz verde al cristianismo, y pasaría a los libros como Constantino el Grande. Su estatua se alza junto a un lateral y debajo del templo se puede recorrer el campamento romano. También se ve la primera catedral normanda, sobre la cual empezaron a levantar en 1220 la maravilla gótica que ahora vemos, rodeada por una explanada de terciopelo verde, el Dean's Green, o parque del deán. En los bordes de ese césped hay tabernas medievales y la encantada Treasurer's House (3), uno de los muchos pequeños secretos de York. Como lo son los baños romanos (4) (St. Sampson's Square) en los sótanos de un pub.

11.00 Haciendo el vikingo

Hacia el año 1000, la aldea crecida en torno al antiguo campamento fue invadida por vikingos. En 1976, unos trabajos de pocería junto a la Coppergate sacaron a la luz ese primer asentamiento vikingo, Jorvik. Hoy, el Jorvik Viking Centre (5) es un parque temático para empollones, porque todo es de verdad, excepto los muñecos y efectos especiales: subidos a un trenecillo, los visitantes recorren las ruinas in situ, y pueden ver, oír y hasta oler el villorrio tal cual era en 975. La arqueología puede ser tan divertida como el túnel de la risa. La experiencia se completa recorriendo la ciudad medieval que aguarda afuera.

12.00 Calles con olor a sopa

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Queda muy cerca el Merchant Adventurer's Hall (6) (Fossgate), la sede gremial mejor conservada del continente. Más allá, la Holy Trinity Church es el templo más notable después de la catedral. A pocas manzanas, el Barley Hall (7) (Coffee Yard, 2) es un hogar medieval donde todo se puede ver y tocar y el Guild Hall (8) (St. Helens Square), un edificio gremial del siglo XV, detrás de The Mansion House, que fue la casa de los alcaldes desde 1725. Callejeando se llega a The Shambles (9), la calle más fotografiada de Inglaterra; cerca se monta el mercado, cuyos olores y guiños reclaman un punto de atención a los estómagos. Los ingleses almuerzan ligero; puede valer un sándwich en una de las muchas tabernas o pubs tradicionales: eso sí, de jamón york. Dice la leyenda que su inventor fue un tal Robert Burrow Atkinson, dueño de una carnicería en Blosson Street, y que para la variedad ahumada usaba serrín de roble de vigas de la catedral (que siempre estaba en obras). Para una comida más formal, The Ivy Brasserie (Clifton Street, 1) o Le Langhe (10) (The Old Coach House, Peasholme Green). En High Petergate Bistro (junto a la puerta Petergate), ambiente familiar y asequible (tienen también habitaciones).

14.00 Paseo de ronda

Para hacer la digestión, nada como un paseíto por los adarves de la muralla. York conserva casi completo el anillo de muros, torres y puertas; el tramo más evocador, con huertos y patios traseros, tal vez sea el que arropa a la catedral, entre Peasholme y Petergate. La Pertergate (11) está enterita, y enfrente se extiende una zona verde, Museum Gardens (12), donde se encuentran el Yorkshire Museum, reabierto el año pasado y que tiene de todo, y la York Gallery, que solo tiene pintura. En los jardines se hallan también las ruinas góticas de St. Mary Abbey, que fue arrasada por los primeros protestantes. Un paseo diferente, fluvial, puede hacerse por el río Ouse (hay varias compañías de cruceros, y uno de los embarcaderos está junto a los jardines). Al otro lado del río, junto a la estación de tren, el Museo del Ferrocarril es uno de los mejores del país (y es gratis).

16.00 Cita con el bandido

De vuelta al centro, tenemos cita con un bandolero famoso. Antes, nos detenemos en Fairfax House (13) (en Castlegate), la mansión georgiana mejor conservada de Inglaterra. Clifford's Tower (14) es un castillo del siglo XIII sobre un montículo artificial con las mejores vistas de York. Abajo, en la explanada The Eye of York se encuentra el York Castle Museum (15), que reproduce la Inglaterra victoriana de forma hiperrealista, con calles empedradas, coches de caballos, oficios... Lo que más morbo provoca son las mazmorras, donde se hace memoria de bandidos y cuatreros. El más famoso de todos, Dick Turpin, aguardó aquí a que lo ahorcaran el 7 de abril de 1739; los románticos hicieron de su figura una especie de justiciero. Protagonizó novelas, folletines, tebeos de la era preconsola y una serie televisiva en los años ochenta. El lado oscuro yorquino se pueden experimentar en York Dungeon (Clifford Street, 12), interactivo, no apto para cardiacos ni menores.

18.00 Noche de fantasmas

Para la happy hour abundan las heritage taverns (tabernas históricas); entre las más antiguas, Ye Olde Starre Inne (16) (Stonegate, 40), The Golden Fleece (17) (Pavement, 26) o Red Lion (Merchant Place, 2). Luego se puede optar por la Opera House (18) (Cumberland Street), el York Theatre Royal (19) (St. Leonard's Place), el National Centre for Early Music T (St. Margarets Church, Walmgate), para música antigua o el York Barbican Centre (21) (Paragon Street) para música actual y en vivo. Para cenar, la campaña Dine about York (www.dineabout.co.uk), consiste en recorrer cuatro buenos restaurantes, en cada uno se toma un plato y de camino un guía desvela secretos del recorrido. Para recogerse, Cedar Court Grand Hotel & Spa (22) (www.thegrandyork.co.uk) es un cinco estrellas recién abierto en un edificio eduardiano que formaba parte de la estación de tren. Más asequible y muy correcto, Premier Inn (Blossom Street North), pertenece a una cadena low cost. Antes de irse a la cama hay que vivir un Ghost walk, paseos nocturnos con tal éxito que salen cada noche seis o siete desde puntos diversos y con distinto enfoque: cazafantasmas, cuentacuentos o policiaco. Y luego a dormir, quien pueda...

Una sala del Museo del Ferrocarril de York.
Una sala del Museo del Ferrocarril de York.GETTY
Un restaurante con vistas al río Ouse.
Un restaurante con vistas al río Ouse.GETTY
Plano de York.
Plano de York.JAVIER BELLOSO

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