Un edificio que cuenta historias

Arturo Franco (La Coruña, 1972) es el arquitecto responsable de una de las más interesantes obras de rehabilitación del antiguo Matadero (www.mataderomadrid.org): el espacio que alberga Intermediae, grupo de trabajo de creación contemporánea. Por este proyecto, que destaca por su delicadeza y bajo coste, recibió el Premio de Arquitectura y Urbanismo del Ayuntamiento. Para Franco, la falta de presupuesto fue el reto: "Trabajar con muy pocos recursos económicos hace que te esfuerces más", dice. Y añade: "Hemos pasado de grandes proyectos, de necesidades políticas con presupuestos para impresionar, a una arquitectura más humilde, que es lo suyo".

Franco explica que su equipo nunca había hecho ninguna rehabilitación, por lo que carecían de ideas preconcebidas. "La respuesta nos la dio la historia del edificio y la gente que pensamos que iba a usarlo". Se sirvieron de materiales industriales fuera de contexto, como perfiles de hierro, grandes vigas soldadas... "Pero el nuestro fue un trabajo de contención, en torno a la no actuación. Tratamos de atarnos las manos al palo mayor, como Ulises, para no caer en la tentación". Lo importante, dice, era dar un paso atrás y otorgar el protagonismo a la historia del edificio y lo que tenía que contar.