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Un restaurante: Osteria della Villetta (Brescia, Italia)

Comer fuera es uno de los placeres más sencillos de la vida, pero demasiado a menudo, el interiorismo frío, los menús indescifrables y los chefs con exceso de celo se interponen ante una buena comida. Un almuerzo de fin de semana en la Osteria della Villetta (www.osteriadellavilletta.it), una hora en coche al este de Milán, consigue que se recobre la fe en una profesión que da lo mejor de sí cuando se ciñe a sus principios básicos.

La decoración de estilo Liberty ha permanecido prácticamente intacta desde que el restaurante abrió sus puertas por primera vez para viajantes voraces en 1900, y las especialidades del día se recitan en alto.

El propietario, Maurizio Rossi, de la cuarta generación al frente de la cocina, sirve una comida regional reconfortante (albóndigas, pimientos dulces estofados y perca frita pescada en el cercano lago Iseo) que reemplaza a los platos de pasta de nombre historiado.

Más información
El factor 'charme'
Una tienda: Brook Farm (Nueva York, Estados Unidos)
Una calle: Gemmayzeh-Mar Mikhael (Beirut, Líbano)
Un hotel: Fasano (São Paulo, Brasil)
Un tren: Rhätische Bahn (Grisones, Suiza)
Una panadería: Levain (Ueda, Japón)
Algo que no se puede fingir

PUNTOS CON MÁS ENCANTO:

1. El chasquido del corcho cada vez que el dueño Maurizio Rossi abre una botella de espumoso italiano bien elaborado.

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2. Platos de la zona hechos con ingredientes locales.

3. El servicio, que es familiar y nunca apresurado. Los comensales se quedan un buen rato de sobremesa.

Osteria della Villetta, en Brescia, Italia, a una hora de Milán.
Osteria della Villetta, en Brescia, Italia, a una hora de Milán.

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