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No te fíes de esta seta

Cosas a saber para no jugarse el tipo comiendo hongos

Otoño, época de setas, aunque este año escaseen por culpa de la poca lluvia. Intoxicaciones, sabores amargos y otras sorpresas aguardan a la hora de recoger setas. Es una actividad "para prudentes no para valientes", indican en Educadores Medioambientales GAIA.

Aconsejan los expertos que para evitar tragedias o simplemente que el estómago acabe en una situación poco deseada, los hongos se pueden diferenciar por su olor, el lugar donde se recoge y su aspecto, ya que pueden ser muy similares e incluso idénticas unas de otras, siendo algunas tóxicas y otras comestibles.

Tirar de cesta y un libro con imágenes para distinguirlas no es garantía de nada, los expertos en micología recuerdan que esto no es algo fiable, "puesto que en muchas ocasiones el sol o la lluvia modifican su apariencia". Si no se quieren correr riesgos, existe la opción de realizar cursos o talleres para aprender qué, dónde y cómo recolectar estos hongos, además de reconocerlos por sus partes.

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Un pequeño truco para coger níscalos sin jugarse el tipo es cortarlo. Si al abrirse es naranja, se trata de un Lactarius deliciosus y es comestible. Pero si sigue siendo de color crema como su superficie, or crema como su superficie, será un falso níscalo o Lactarius torminosus, el cuál es tóxico.

Asimismo, hay pautas para distinguirlos como su hábitat: el comestible encuentra en bosques de confieras mientras que el tóxico entre abedules. Este es un buen ejemplo de cómo dos setas del mismo género y aparentemente semejantes pueden tener resultados muy diferentes.

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Otras setas que pueden resultar engañosas entre ellas son las Catharellus cibarius y la Hygrophoropsis aurantiaca, más conocidas como rebozuelo y falso rebozuelo respectivamente. Aunque en este caso la confusión no conlleva una intoxicación, si puede defraudar a los comensales puesto que la primera es una seta excelente mientras que la segunda tiene un sabor desagradable.

Ambas tienen una carne amarillenta y crecen en bosques de coníferas por lo que distinguirlas es aún más complicado. Para ello, hay que observar el himenio: en el Cantharellus son pliegues y en la Hygrophoropsis son láminas.

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Partes de una seta
Partes de una setaEducadores Medioambientales GAIA
Lactarius deliciosus (izq.) y torminosus (dcha.), más conocidos como níscalo, comestible, y falso níscalo que es tóxico
Lactarius deliciosus (izq.) y torminosus (dcha.), más conocidos como níscalo, comestible, y falso níscalo que es tóxicoEducadores Medioambientales GAIA
Catharellus cibarius (izq.) y Hygrophoropsis aurantiaca (dcha.) o rebozuelo y falso rebozuelo, dos setas comestibles aunque sólo la primera tiene buen sabor
Catharellus cibarius (izq.) y Hygrophoropsis aurantiaca (dcha.) o rebozuelo y falso rebozuelo, dos setas comestibles aunque sólo la primera tiene buen saborTERESA ÁGREDA

Más información

- Educadores Medioambientales GAIA: www.setasgaia.es.

- Asociación Española de Micología: www.aemicol.org.

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