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Reportaje:RUTAS URBANAS

Los no-lugares de Londres

Un paseo por el East End inspirado en un nuevo tipo de turista: el psicogeógrafo

Enero de 2000. El viento y la lluvia despellejan las marismas de Hackney, última frontera del East End. Armado de anorak, cámara, termo y mapa, un hombre avanza en la fangosa campiña. Es Iain Sinclair, explorador de la magia que palpita bajo la roña urbana: un psicogeógrafo. Así comienza su libro London orbital, donde narra su expedición a lo largo de la M-25, la autovía que circunvala Londres, y los incógnitos territorios que la rodean. Su misión es la de descifrar y reinterpretar los baldíos en los lindes de la civilización, el cinturón de basura cósmica y ruinas que orbita alrededor de la metrópolis. Frente a la pizpireta urraca que es el turista, el psicogeógrafo es un ave de carroña fascinada por los deshechos, ajena al glamour del arte, al oropel de la Historia con mayúscula. El East End de Londres inspira pesadillas lovecraftianas que germinan en el sótano sellado, la calleja suspendida en otra época; el olvidado Jardín de las Hespérides de una isleta de autovía donde el hombre posiblemente no ha puesto aún el pie. Los aficionados a la psicogeografía descubren así otra narrativa urbana.

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Con esta premisa, heredera del flaneur de Baudelaire y de los anárquicos situacionistas, les invitamos a descubrir un Londres definido por lo abyecto, ausente en las guías turísticas y repleto de quimeras. Como el que retrató el artista francés Gustave Doré, que produjo en 1868 London, a Pilgrimage, una guía ilustrada donde reinventa la entonces mayor metrópolis del mundo en opresivas, alucinadas imágenes que parecen haber sido soñadas por los comedores de opio de Whitechapel.

Emergiendo de Liverpool Street Station y adentrándonos por las callejas centenarias, la primera parada es la casa de Dennis Severs, junto al mercadillo de Spitalfields. Esta casa, no ya restaurada, sino reinventada con el fin de sumergirnos en las vidas cotidianas que han pasado por ella, es una cápsula del tiempo que se presenta, todos los lunes, en un tour a la luz de las velas. Desde los fragmentos del hospital de apestados del siglo XII que hay en el sótano hasta la familia hugonote que la habitó en el XVIII, y cuya elusiva presencia se cuela a través de puertas entreabiertas y evocada con olores, campanas en la distancia, ropas desechadas, la cena a medio cocinar en el fogón, voces de niños..., se descubren huellas de distintas presencias, individuos que cobran vida en la mente como en ese juego en el que se descubre una imagen uniendo puntos. La seducción nace del glamour de los detalles ausentes. En esta compleja performance, "lo que no vemos es parte esencial de lo que hacemos".

A un tiro de piedra, el curioso flaneur puede dejar llevarse por el empuje gravitacional de Christ Church, iglesia erigida por Nicholas Hawksmoor. Si su monocroma belleza anglicana de estuco y roble no le resulta suficiente, la Sociedad Psicogeográfica Londinense -entidad de existencia debatible- le añade morbo al recinto: afirma que Hawksmoor dispuso las seis iglesias que le fueron encargadas a principios del siglo XVI para que formaran un pentáculo satánico sobre suelo londinense. El caso es que Nicholas Hawksmoor aceptó la tarea de plantar la fe cristiana en el este de Londres por decreto real, con el secreto propósito, al parecer, de sembrar insidiosamente su personal cosmogonía pagana. Esta fama de nigromante se explora en la novela Hawksmoor, de Peter Ackroyd, para quien Londres es a la vez musa y sujeto inagotable. Las tumbas en forma de pirámide que aún podemos ver en Christ Church y en la iglesia de Saint Anne, en el barrio portuario de Limehouse, son, según Ackroyd, portales espacio-temporales a las muchas eras de Londres que Nicholas Hawksmoor y los impíos habitantes del East End, resistentes al celo evangelizador de sus monarcas, cruzan a su antojo.

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No se entiende la psicogeografía de Londres sin mencionar a David Rodinsky, reclusivo habitante de la sinagoga de Princelet Street, hoy convertida en un museo dedicado a 500 años de emigración. Fueron las obras de restauración en los ochenta las que desvelaron un nuevo paradigma de la psicogeografía londinense: en el ático de esta modesta sinagoga abandonada, los efectos personales de David Rodinsky, escolar de la Cábala que un día, a finales de los sesenta, desapareció sin dejar huella, fueron descubiertos al tirar una puerta sellada. Los vecinos no recordaban cuándo su elusiva presencia se empezó a echar en falta. Las únicas pruebas de su paso por este mundo; su desorden, sorprendido in fraganti. Las prendas colgadas tras la puerta; un frenesí de notas indescifrables y mapas; la cazuela con un polvillo parduzco, el último té hervido en ella: 30 años de silencio lo habían, quizá, evaporado junto a su dueño, al otro lado, al plano inverso de la tierra hueca, cuya existencia es otro tema que discuten sin ironía algunos psicogeógrafos.

El Londres psicogeográfico alberga hombres que cortan los mapas a tijeretazos para recomponerlos en una geografía alternativa. Buscan encontrar en las plazoletas desiertas, las biografías comunes, las habitaciones cerradas, portales a otra realidad. En ella nos esperan, quizá, el desaparecido Rodinsky, el pentáculo de Hawksmoor o un comerciante hugonote que se quita la peluca para bendecir la mesa y probar la sopa humeante, ajeno a los mil años que soportan los cimientos de su casa.

Más propuestas e información en la nueva Guía de Londres

Guía

» The Dennis Severs House (dennissevershouse.co.uk; 0044 20 72 47 40 13). 18, Folgate Street. Hay visitas los domingos, de 12.00 a 16.00 ( último acceso, a las 15.15). Entrada, 9,50 euros. También hay visitas a la luz de las velas los lunes al anochecer. Para éstas, el horario varía en función de la estación y la reserva es imprescindible. Entrada, 14,15 euros.

» Princelet Street Synagogue and Museum of Inmigration (www.19princeletstreet.org.uk; 0044 20 72 47 53 52). 19, Princelet Street. Visitas sólo para grupos con reserva previa (por lo menos, con un mes de antelación). La sociedad de conservación estipula una cantidad determinada a modo de donación.

» Christ Church of Spitalfields (www.christchurchspitalfields.org; 0044 20 73 77 67 93). Comercial Street. Acepta visitas todos los martes, de 11.00 a 16.00 (también de lunes a viernes, si no hay ceremonias ese día), y domingos, de 13.00 a 16.00.

» Saint Anne's Limehouse (0044 20 75 15 09 77). Commercial Road, Limehouse.

Información

» www.visitlondon.com

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