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Reportaje:AIRE LIBRE

El Camino fuera de temporada

Antes del verano, la ruta a Santiago destila autenticidad

Paco Nadal

El albergue de Pamplona está cerrado. Y el de Cacabelos, también. Y el de Pereje. Los caminos aún secan el barro de las últimas lluvias y los chiringuitos ocasionales con bebidas y bocadillos que se montan en verano en casi todas las aldeas y pueblos han desaparecido, lo que obliga a calcular mejor las provisiones de la mochila. ¡Un excelente plan de viaje para abordar el Camino de Santiago al más puro estilo de los peregrinos!

Porque hay dos Caminos a Santiago, y no físicos, sino emocionales. Por un lado, la línea que cada verano se forma en dirección a Compostela con grupos interminables. Por otro, el Camino de fuera de temporada, el del otoño o los fríos días de invierno, e incluso el de primavera. Entonces el caminante deshace las cuestas pirenaicas del bosque de Erro, atraviesa Pamplona, sube el alto del Perdón y se descuelga por las llanuras navarras en dirección a Puente la Reina sin cruzarse con más siluetas que la de su propia sombra. Es el gozo de la naturaleza en la más auténtica soledad. El viaje interior, en comunión con uno mismo, que busca quien se decide a peregrinar en pleno siglo XXI y meterse entre pecho y espalda treinta kilómetros diarios a pie -ochenta si va en bicicleta- por llanos y montañas, desde los Pirineos a Galicia.

Esta noche en el albergue de Estella (Navarra) sólo pernoctan diez peregrinos. Tres brasileños, dos surafricanos, un francés, una jovencísima australiana, un alemán con su perro, un británico... y un español. Ésa es otra de las características del Camino en temporada baja. Los peregrinos foráneos ganan por goleada, sobre todo los de Brasil, donde Paulo Coelho se ha convertido en el mejor agente comercial de la ruta a Santiago. Como los españoles seguimos aferrados a nuestras tradicionales vacaciones de verano, las noches en los refugios se convierten en una especie de Asamblea General de la ONU con viajeros de los más dispares lugares.

Pese a que no es año santo, la afluencia de visitantes a la ruta jacobea sigue subiendo imparable. A 31 de diciembre habían pernoctado en este albergue de Estella, uno de los mejores de la ruta, 17.000 personas, mientras que en todo el año 2000 lo hicieron 14.000. Todo indica que el Camino seguirá acrecentando las cifras. Y si no lo creen esperen al próximo Jacobeo, que se celebra en el 2004.

Las cosas están cambiando demasiado deprisa; antes, los peregrinos dejaban notas escritas en papel y sujetas entre dos piedras. Ahora ya hay cibercafés en el camino, en remotas aldeas de León y de Galicia, e incluso los albergues han aumentado en número y en pretensiones.

Carlos Aramendía, hospitalero de Estella, considera que el Camino en invierno es más genuino. 'En otoño e invierno la gente es distinta, en general viaja de una forma más individual y concienciada', comenta. 'Cuantas menos personas, más introspección. A partir de Semana Santa empieza el follón. En verano hay más alegría, más bullicio. Es más romería, aunque también da mucho de sí porque pueden sucederle muchas cosas a las personas'.

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Avanzar sin compañía permite apreciar mejor el entorno. Incluidos los cambios que se han producido en el Camino desde el último Jacobeo, el de 1999. La ruta de las estrellas hacia Compostela lleva mil años acicalándose. Se han abierto nuevos albergues, algunos de importancia estratégica, como el de Villamayor de Monjardín (Navarra), que permiten acortar la larga y solitaria etapa entre Estella y Los Arcos. Otros ocupan lugares emblemáticos, como el de Atapuerca (Burgos). Nuevos son también los albergues de Ventosa (La Rioja) y Rabé de las Calzadas (Burgos). En Ponferrada (León), el viejo albergue cercano al castillo templario ha sido sustituido por uno de nueva planta a la entrada de la ciudad, con capacidad para 160 peregrinos y servicios acordes a la importancia histórica que esta villa leonesa tuvo en el camino a Compostela.

También ha mejorado el trazado de la ruta. Nuevos andaderos para peatones y ciclistas entre León y Puente Órbigo y entre Santo Domingo de la Calzada y Belorado evitan los muchos kilómetros que antes había que salvar por el arcén de una carretera nacional, con el peligro que ello entrañaba para los peregrinos.

Poco a poco, a pequeños empujones, el Camino se va haciendo más cómodo, más civilizado. Con ello gana en seguridad, pero también pierde en autenticidad. Pero para quienes se mantengan ilusionados en la pura aventura de la soledad y los propios pensamientos siempre les quedará el invierno.

GUÍA PRÁCTICA

Dormir

- Estella (948 55 02 00). 114 plazas. Rúa, 50. Estella (Navarra). 3 euros. - Rabé de las Calzadas (947 45 13 41). 22 plazas. Caballeros, 12. Rabé de las Calzadas (Burgos). 6 euros. - San Nicolás de Flüe (987 41 33 81). 180 plazas. Loma, s/n. Al lado de la capilla del Carmen. Ponferrada (León). Donativo.

Información

- Oficina del Peregrino en Santiago (981 56 24 19). - El Camino en la Junta de Galicia (981 54 48 17 y www.xacobeo.es). - www.caminosantiago.com. Datos útiles, como lugares de cámping, hoteles, y un foro de peregrinos. - www.mundicamino.com. Incluye una lista con teléfonos de las asociaciones de amigos del Camino de varias regiones de España y de otros países, entre otros datos útiles.

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