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Entrevista:TROTAMUNDOS | Óscar Aibar - Director de cine | EL VIAJERO HABITUAL

En el Cadillac de Tito

El director barcelonés Óscar Aibar, que ayer estrenó su película El gran Vázquez, nos relata su experiencia en las islas Brijuni, en Croacia.

¿Qué se le perdió por ahí?

Soy patrón de barco y este verano estuve con unos amigos recorriendo varias islas del Adriático. Pero ninguna como las Brijuni, que conforman un destino muy peculiar por ser el antiguo sitio de veraneo del mariscal Tito.

¿Y qué tal era ese refugio?

Es un pequeño paraíso mediterráneo donde solo se puede ir en bicicleta o en carrito de golf. Una estancia de dos noches -no más- es perfecta. Es como una mezcla entre la isla del Doctor Moreau y Parque Jurásico.

¿Parque Jurásico?

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Es que en la isla principal, Veliki Brijun, aparte de la antigua residencia de Tito y un museo dedicado a él hay un safari con todos los animales exóticos que le regalaron. Tito fue uno de los creadores del movimiento de países no alineados y por eso hay un par de elefantes y una treintena de antílopes de India, ovejas de Etiopía, cebras de Guinea..., ¡incluso vi una foto de La Pasionaria regalándole un lince ibérico!

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Habrá algún sitio para alojarse entre tanta fiera.

Hay varias villas y dos hoteles. De ellos, el más lujoso es el Neptun-Istra, donde se alojaban los mandatarios que invitaba Tito, y también estrellas de cine como Elizabeth Taylor, Sofía Loren o Gina Lollobrigida.

Glamour no parece que le falte.

¡Lo más gracioso es que hoy hasta puedes pasear con chófer en el Cadillac de Tito! Es como estar en una película de Hollywood, y lo mejor es que en Veliki Brijun también hay otros atractivos, como una iglesia templaria del siglo XIII y restos de un palacio bizantino y de dos villas romanas que están perfectamente conservados. Y al lado de una de ellas recuerdo que hay una de las playas más maravillosas y más limpias (está prohibido fondear) que he visto.

¿Alguna otra sugerencia?

Hay una tienda de souvenirs que todo amante de los regalos kitsch debe visitar. Tienen platos de recuerdo donde aparece una instantánea de Tito sacando una foto (al parecer era un enamorado de la fotografía).

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