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DIEZ RINCONES PARA...

Aquí desconecto y me paro a leer

Jardines, plazas o en el mismo centro urbano, diez rincones perfectos para abrir un buen libro sin salir de la ciudad

Julia Roberts y Hugh Grant encontraban en Notting Hill un pequeño jardín urbano donde al final de la película leían tranquilamente. A muchos lectores les gusta leer a cielo abierto, en un rincón tranquilo de la ciudad. En el Día del Libro recorremos varios lugares perfectos para desconectar.

01 Valencia: artes, ciencias... y letras

Tres colores predominan en el antiguo cauce del Turia: verde, azul y el luminoso blanco de los flamantes edificios que componen la Ciudad de las Artes y las Ciencias, obra de los arquitectos por Santiago Calatrava y Félix Candela. Contraste perfecto con el azul del agua que los rodea y el verde de praderas y jardines que se extienden en torno a este complejo. Aunque es habitual pasear entre turistas y recién casados en plena sesión de fotos, sus amplios jardines esconden siempre algún rincón tranquilo apartado donde poder degustar buena literatura a salvo de marabuntas.

www.cac.es

02 Zaragoza: lectura junto al Ebro

Parques botánicos con palmeras, helechos, lirios y bambús. Jardines acuáticos de plantas flotantes. El Parque del Agua, levantado junto a la ribera del Ebro con motivo de la Expo de Zaragoza 2008, despliega ahora un entorno amplio y sosegado donde buscar una sombra para disfrutar de un buen libro. Y entre capítulo y capítulo, se puede completar el día con una pequeña excursión en bici alrededor del anillo verde de 30 kilómetros que recorre el complejo o tomar el sol en la playa artificial.

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www.parquedelagua.com

03 Granada: Plaza de los Lobos

Un reducto de paz en medio del ajetreo granadino. A cinco minutos caminando desde la catedral y junto al jardín botánico de la capital granadina, la coqueta Plaza de los Lobos se abre al lector ávido de tranquilidad, asiento y sombra. Aunque debe su nombre a la llamada Casa de los Lobos (adonde los cazadores acudían para cobrar cuatro ducados por cabeza cobrada de las arcas de la ciudad), su jardín es ya proyectado en 1850 por el arquitecto Pugnaire. Protegida de las casas colindantes por un perímetro de Plátanos de Sombra, su interior combina el rumor de una pequeña fuente circular, con el hipnótico vaivén de cedros del Atlas, ciruelos rojos, espigados cipreses y hasta varios árboles de Júpiter.

http://granada.org

04 Madrid: El Capricho

Algo alejado del centro, pero fácilmente accesible mediante transporte público (línea 5 de Metro), el Parque de El Capricho ofrece un hermoso espacio versallesco con fuentes, esculturas y gran cantidad de arboleda cuidadosamente podada en la alameda de Osuna. Ideado en el siglo XVIII por los duques de Osuna, de intensa inquietud cultural y protectores de de artistas, pretendían un rincón donde proteger a los creadores y alejarse del centro de la ciudad. El éxito de la empresa salta a la vista del visitante, aunque viviera diversas épocas de abandono y en la Guerra Civil funcionara como Cuartel General del Ejército de Centro. En 1974 el Ayuntamiento de Madrid adquirió el parque para devolverle su esplendor actual. Los rincones para el lector son infinitos, lo complicado es quedarse sólo con uno...

www.esmadrid.com

05 Sevilla: biblioteca a cielo abierto

Se trata, probablemente, del parque más conocido de Sevilla, tanto para los locales como para los forasteros, y conforma el principal legado que dejó la Exposición Universal de 1929 junto a la Plaza de España. El Parque de Maria Luisa, aunque concurrido, cuenta con su propio espacio para los bibliófilos, que tienen a su disposición un servicio de préstamo en la Biblioteca a Cielo Abierto, y la prensa diaria en la Hemeroteca Efímera. Hay más, pues en la glorieta Luca de Tena se ha habilitado un espacio para leer y debatir.

www.parquedemarialuisa.es

06 Bilbao: jardines de Albia

Junto al Café Iruña, referente en la vida de Bilbao y cuya decoración mudéjar ha inspirado a muchos escritores, los Jardines de Albia, ofrecen en Abando una zona arbolada con fuentes y numerosos bancos donde sentarse a descansar y abrir un libro. Por ejemplo, Cuentos populares, la narración más destacada de Antonio Trueba, escritor e intelectual natural de Galdames, en honor a quien se levantó un monumento conmemorativo en 1895, entre los parterres de cuidado césped del parque.

07 Barcelona: cactus, palmeras y poesía

El particular microclima permite pasear entre especies de México, Kenya o Etiopía, invita también a la lectura en los Jardines Costa i Llobera, ubicados en una ladera de la vertiente sur de Montjüic. Abierto al público en 1970, entre sus cactus y palmeras, se puede disfrutar, por qué no, de una de sesión de poesía en castellano o catalán, extraída de la obra de este poeta mallorquín al que se ha dedicado este rincón de exotismo junto al puerto de Barcelona.

08 Córdoba: a dos pasos de la Mezquita...

Un breve paseo de quince minutos desde la Mezquita de Córdoba desemboca, junto a la Iglesia de San Andrés, en una pequeña plaza aledaña. Aunque no destaca por su amplitud, la plaza de San Andrés sí lo hace por su estratégica situación, cercana al centro pero alejada del bullicio. Una fuente barroca de cuatro caños ambienta este oasis de tranquilidad ideal para la lectura, aunque su historia cuente con turbulentos pasajes: coronada por un águila, emblema del imperio francés, fue destruida para cercenar cualquier tipo de recuerdo napoleónico.

09 Santiago de Compostela: Parque de Galeras

Buen tiempo y año Jacobeo, una mala combinación si se pretende un lugar sin peregrinos ni turistas donde sentarse a leer en Santiago de Compostela. Pero hay una buena alternativa, el parque de Galeras. Accesible desde la Corredoira do Espiño, vía que recorre este pequeña zona verde, y también por la Rúa das Galeras, merece la pena pasar por sus atractivos puentes, la Fonte do Ouro y apreciar el contraste entre naturaleza y monumentos del casco histórico.

www.santiagoturismo.com

10 Valladolid: Plaza del viejo coso

La ciudad pucelana esconde un pequeño tesoro entre sus calles. Se trata de la plaza del Viejo Coso, que nació hace más de 150 años como espacio taurino. El paso de los años hizo que cayera en el olvido, pero en la década de los 80 el Ayuntamiento de Valladolid puso en marcha un plan de rehabilitación que permite hoy a los lectores disfrutar de este enclave, desapercibido para los transeúntes, y que proporciona la tranquilidad necesaria para retomar, por ejemplo, la obra de un clásico y natural de la ciudad, don José Zorrilla.

www.valladolidturismo.com

Parque 'El Capricho', en el barrio de la Alameda de Osuna de Madrid
Parque 'El Capricho', en el barrio de la Alameda de Osuna de MadridSANTI BURGOS

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