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24 horas en... Arlés

El café pintado por Van Gogh

El artista holandés pintó 300 cuadros durante sus 15 meses de estancia en Arlés, la encantadora ciudad francesa que ya se prepara para su verano fotográfico con los famosos Encuentros

El café La Nuit o Café Van Gogh, en Arlés, que pintó el artista holandés (con una reproducción de su famoso cuadro).
El café La Nuit o Café Van Gogh, en Arlés, que pintó el artista holandés (con una reproducción de su famoso cuadro).Ann Levin

Sus callejuelas estrechas, de vida ajetreada, esconden un impresionante número de monumentos incluidos en la lista de la Unesco del patrimonio mundial. La ciudad, de unos 52.000 habitantes, se acomoda a orillas del gran Ródano, sobre un promontorio, ajustada por las antiguas murallas romanas. Arlés es una ciudad de luz, fiesta y canciones (entre el 13 y el 19 de julio se celebra el festival de músicas del mundo Les Suds), llena de restaurantes y tiendas que muestran el saber hacer y la artesanía provenzal. Hay poderosas razones para visitar esta ciudad del sur de Francia que no defrauda.

Van Gogh llegó a Arlés en 1888 y en los 15 meses que residió en la ciudad pintó nada menos que 300 cuadros, algunos de ellos tan famosos como la Noche estrellada y el Café de noche. Dicen que fue la luz lo que cautivó al pintor, la misma luz que años después sedujo a Picasso; la misma que desde el año 1969 atrae a fotógrafos de todo el mundo a participar cada verano en Les Recontres d’Arles (www.rencontres-arles.com), uno de los más importantes festivales dedicados a la fotografía en el mundo (este año, del 6 de julio al 20 de septiembre).

Un puesto en el mercado callejero.
Un puesto en el mercado callejero.Sarah-Jane Joel

9.00 El hotel de Lacroix

Empezamos el día curioseando en uno de los hoteles más lujosos de Arlés, el Jules César (1) (9 Boulevard des Lices, pincha en el número para ubicarlo en el mapa), que el año pasado fue redecorado totalmente por un arlesiano internacional, Christian Lacroix, quien, fiel a su estilo, inundó de color y barroquismo sus salones y dependencias. El hotel está justo al lado de la oficina de turismo (www.arlestourisme.com), donde se puede adquirir un pase (9 euros los adultos) para visitar una selección de monumentos y algunos de los museos. Allí nos informan de que la mejor manera de conocer y entender la ciudad es empezando la visita por el Museo Departamental de la Antigua Arlés (2) (Antique, Presqu’île du Cirque Romain). Así que recorremos todo el Boulevard Georges Clemenceau y entramos en el museo para descubrir la vieja Aralate. Mosaicos, un busto de Julio César y una chalana de 31 metros de largo, ambos encontrados en el fondo del río, son sus joyas más preciadas.

11.00 Paseo matutino

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El barrio de Trinquetaille es una delicia para el paseo matutino. La plaza de Doumer (3), que marca la frontera con el centro histórico, está llena de cafés y terrazas en los que apetece hacer un alto antes de seguir por la calle Porcelet, flanqueada de tiendas de anticuarios y objetos de buen gusto y galerías de arte, muchas de ellas con la fotografía como tema principal.

12.00 Los Criptopórticos

Actuación en una terraza.
Actuación en una terraza.Tomasz Tomaszewski

De camino a la plaza de la República, donde se encuentra el ayuntamiento (4), pasamos por la plaza del Forum, que conserva dos columnas de la construcción romana y está plagada de cafés y restaurantes con sus terrazas al aire libre. Momento del pastís —esa costumbre tan francesa— y de los grandes iconos, ya que aquí se halla el celebérrimo café de fachada amarilla inmortalizado por Van Gogh (5). Muy cerca están la iglesia de Saint-Trophime (6) (plaza de la República), del siglo XII, con sus maravillosos claustro y pórtico. El sótano del ayuntamiento de Arlés alberga un sorprendente secreto: los Criptopórticos, a los que descendemos para apreciar la magnitud de la antigua Aralate a través de estas inmensas galerías que sostenían el foro y que sirvieron de refugio a la resistencia francesa durante la II Guerra Mundial.

13.00 Arrozales y caballos blancos

El delta del Ródano es la mejor opción para comer. En 15 minutos se alcanza el pueblo de Le Sambuc (7), rodeado de arrozales, caballos blancos de la Camarga y toros negros de astas erguidas. Allí brilla el restaurante La Chassagnette (www.chassagnette.fr), que con una estrella Michelin es una de las referencias culinarias con su cocina de cercanía. Más sencillo es L’Estrambord (www.lestrambord.fr), donde sirven un económico menú con exquisiteces camarguesas como la carne de toro y el arroz.

15.00 Huellas de Augusto y Constantino

El anfiteatro romano.
El anfiteatro romano.Jim Richardson

De vuelta a Arlés nos detenemos ante las imponentes murallas romanas (8) (remparts) y visitamos los restos de la necrópolis cristiana, dos de los monumentos que la ciudad tiene en su haber como patrimonio mundial; los otros son el espectacular anfiteatro (9), del siglo I, con una capacidad para 12.000 espectadores y que hace las veces de arena taurina; el teatro (10), construido durante el mandato de Augusto y que en verano acoge espectáculos, y las termas de Constantino (11), que datan del siglo IV.

16.00 Dibujos de Picasso

Justo al lado del complejo termal está el Museo Réattu (12) (10 Rue du Grand Prieuré), ubicado en un edificio bellísimo que perteneció a la Orden de Malta y que lleva el nombre del aclamado pintor local Jacques Réattu (1760-1833). Además de exhibir la obra de su mentor, el museo alberga una extraordinaria colección de fotografías, muchas de ellas de Lucien Clergue, amigo de Picasso y responsable de que este visitara Arlés y se enamorara de la ciudad. Producto de ese amor y de esta amistad, Picasso donó al museo una colección de 57 dibujos y dos pinturas que hoy cuelgan de sus paredes.

17.00 Paisajes ribereños

Javier Belloso

Y desde el Réattu al Ródano. El paseo por sus muelles descubre unas baldosas con la silueta de Van Gogh que indican que estamos cerca de algún lugar emblemático de la estancia del pintor. Unos pasos más allá nos recibe la flamante sede de la Fundación Van Gogh (13) (15 Rue Aristide Briand), con su fachada acristalada y más de mil metros de espacio expositivo. Para rematar la Ruta Van Gogh hay que dirigirse casi en línea recta al Espace Van Gogh (14), ubicado en el asilo donde fue internado tras cortarse la oreja.

19.00 La torre de Frank Gehry

En la misma zona está la afamada Escuela Nacional de Fotografía de Arlés (15), que en poco tiempo cambiará de ubicación para instalarse en el llamado Campus Luma (16), proyecto cultural y artístico diseñado por el arquitecto belga Bas Smets que incluye una torre del arquitecto Frank Gerhy de la que ya se puede apreciar su estructura. La inauguración del ambicioso proyecto de la Fundación Luma (luma-arles.org) está prevista para el año 2017.

20.00 Cita con el chef

El paseo hasta las inmediaciones de Arlés ha abierto el apetito. En el centro, en la Rue des Carmes, se halla el paraíso de Jean-Luc Rabanel (17) (www.rabanel.com), con el restaurante L’Atelier, de dos estrellas Michelin; el bistró A Côté (18), donde degustar sus deliciosas creaciones a un precio más asequible, y unas pocas habitaciones decoradas con gusto exquisito y reservadas a les amisdel galardonado chef.

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